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Con un estilo sobrador y algo canchero, Daniel Osvaldo se enfrentó con un movilero que lo persiguió para hacerle una nota. Fue en el barrio de Palermo, a la salida del bar Boris, donde tocaba Hugo Lamadrid, el ex volante central de Racing devenido músico de rock -y muy recomendable tuitero- junto a Juanchi Baleirón, el cantante de Los Pericos.
A la salida lo estaba esperando un notero de AM, el programa de Telefe, quien intentó abordar al (¿ex?) delantero de Boca. Primero, el futbolista parece ignorarlo pero después pasa muy rápido al maltrato: “Qué tocás, fiera”, “Tocá de acá”. Si bien Osvaldo mantuvo la compostura, fue su acompañante quien subió el tono: “Andá a preguntarle a tu vieja, bol...”.
Daniel Osvaldo y Militta Bora, un romance intenso.
“Rajá de acá, gordo, dale”, con chasquido de dedos incluido. Y otra vez el acompañante: “Andá a preguntarle a tu vieja, andá”. Hugo Lamadrid puso orden, como en sus épocas con la blanquiceleste en el pecho: “Cerrá el ort...vos, cerrá el ort...y callate la boca”, le dijo el ex volante central a su amigo. Todo el diálogo se produjo mientras iban caminando a buscar su auto. El notero persistía en su objetivo, y Osvaldo le espetó: “Ya te dije que no te quiero dar la nota, entonces tocá de acá”.
Osvaldo se separó de Jimena Barón, mamá de uno de sus hijos, para estar con Militta.
Cuando le mencionaron a Militta Bora, Osvaldo canchereó: “Preguntale a tu novia”. El notero respondió: “Ella no sabe”. El delantero, haciendo gala del buen arte del chamuyo incisivo, lo apuñaló con la verba: “Sabe exactamente, sabe perfectamente”. Un breve intercambio, el infaltable homenaje a Pappo (“Buscate un trabajo digno”) y la observación: “¡Qué cara de bol... que tenés!