El furor por ver jugar a la Selección Argentina tiene a varios de los ciudadanos locos por la Copa América, por la mejor ubicación dentro del estadio y para eso se pergeñan diferentes vericuetos y, con mucha picardía gaucha a veces se logra ese cometido. No sería el caso de Daniel Osvaldo.
Es que, el ex futbolista pasó vergüenza en el Hard Rock Stadium de Miami en el partido que "la Scaloneta" jugaba contra Perú donde se terminó imponiendo 2 contra cero con con un doblete de Lautaro Martínez, quedando así en lo más alto de la tabla de posiciones del grupo A de la Copa América.
Es ese triunfo y el fanatismo por la Selección que ganó la tercera Copa Mundial, lo que hizo que Osvaldo quiera tener la mejor ubicación. Es por eso que decidió sentarse en una butaca que no le correspondía.
Ante semejante atropello a la propiedad privada de ese asiento, un ciudadano de Perú empezó a los gritos con el argentino increpándolo para que le devuelvan el asiento.
Una imagen vale más que mil palabras y quedó demostrado con la foto que tomó el usuario de X (antes Twitter) Federico Tiberti que expresó: "Highlight #2 de la noche: sube un argentino en el segundo tiempo a mi sector, el más barato del estadio".
Seguido, contó: "Se sienta en un asiento que no le corresponde. Aparece el peruano que tiene esa ubicación, lo saca, discuten". Finalmente, él también se da cuenta de quién es: "El argentino se levanta y se va. Es Dani Osvaldo".
Lata de cerveza en mano, merchandising de Disney -¿´se habrá pegado una escapada?- gorrita y anteojos, Osvaldo se ve enojadísimo frente a un ciudadano con la gorra de Perú que acababa de recuperar su asiento.
Las andanzas de Daniel Osvaldo
Al ex futbolista se lo vio disfrutando a pleno de Miami, su cultura, pero sobre todo por la música argentina. Es que, aunque no pisaba suelo argentino, sus ansias y fanatismo por el rock nacional se dejaron ver en un concierto de Ciro y los Persas, que tuvo lugar en Miami.
Sin embargo, todo explotó cuando sonó "Farolito", canción clásica del repertorio rockero nacional. Allí, un amigo lo levantó en hombros y se lo vio agitando como si fuera un concierto en el barrio.
Ante el furor que causó la actuación de Daniel Osvaldo en el concierto, fue el mismísimo Ciro Martínez quien lo invitó a subir al escenario y corear algunos de los temas más conocidos de la banda.