Espíritu rock pueden ser muchas cosas. Para la prensa argentina de estos días, espíritu rock son Daniel Osvaldo y Militta Bora, un jugador de fútbol tatuado y fan de Los Doors y una música semi ignota. Espíritu rock puede ser Pity Álvarez comiendo hongos. Pero eso también puede ser un asco. Lo que sin dudas es espíritu rock es lo que hizo Dave Grohl en Gotemburgo, Suecia.
El líder de Foo Fighters y ex integrante de Nirvana saltó fuera del escenario durante el segundo tema de su show, “Monkey Wrench”, con tanta mala suerte que al caer se rompió una pierna, pero en lugar de suspender el recital fue atendido en vivo por un médico y continuó con su música como si nada. Por supuesto, se fue ovacionado.
Algo similar le sucedió a Juanse, cantante y líder de Los Ratones Paranoicos en River en diciembre de 1992. Corría por el escenario, quizás motivado por el fervor del estadio, tal vez por ser telonero de una banda como Guns´n Roses, en una de esas en nombre del espíritu rock. Juanse se cayó y se fracturó la pierna y tuvo que suspender el show.