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De Lanata contra Vizzotti, a la hija de Máxima: el plan para batallar la violencia simbólica y mediática de género

La iniciativa surgió del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, en colaboración con el INADI. Los puntos del acuerdo que busca visibilizar “las otras violencias”.

por Manuela Fernandez Mendy

24 Julio de 2020 12:36
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En los últimos días, no fueron pocos quienes dejaron de naturalizar los violentos y misóginos mensajes que todavía se difunden en los medios de comunicación. El ataque del periodista Jorge Lanata a secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti; así como la tapa gordofóbica de Caras contra la hija mayor de Máxima Zorreguieta pusieron en agenda un nuevo debate: las otras violencias de género que todavía siguen enquistadas en la sociedad.

En línea con el Plan Nacional de género presentado en marzo por Elizabeth Gómez Alcorta, el flamante Ministerio de la diversidad trabaja en conjunto con el INADI -ente dirigido por Victoria Donda- y el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) en el armado de líneas de investigación y análisis que permitan “prevenir y erradicar los mensajes que promueven y sostienen las violencias y desigualdades por motivos de género en los medios de comunicación”.

La primera reunión tuvo lugar el pasado jueves, después de la repercusión que generó el ataque que realizó Lanata en su programa Periodismo para Todos contra Vizzotti. En su monólogo inicial, el periodista criticó el físico de la funcionaria, se burló de que dejara de usar anteojos y optara por los lentes de contacto; y hasta apuntó que, en caso de “venir otra pandemia” iba a “terminar así”. ¿Cómo? Como una exuberante modelo. “Ya que nos demos cuenta que eso fue violencia mediática es un paso”, reconoció la ministra.

Pocos días después, el tema volvió a estar en agenda. Esta vez, desde la gráfica. La última portada de la revista Caras recibió duras interpelaciones por el mensaje gordofóbico contra la princesa Catalina Amalia de Holanda, hija de Máxima Zorreguieta. "¡Exclusivo! La revista aún no está en los kioscos y ya es trending topic en todas las plataformas digitales", celebró el vicedirector en su cuenta personal de Instagram. "La historia de Amalia, la hija de Máxima y heredera al trono, es una historia de superación resiliencia", prosiguió.

El periodista recordó que la princesa sufrió bullying por su cuerpo e intentó camuflar la gordofóbica bajada de la portada, al asegurar que lo que buscaron fue contar una "historia de superación". Superación, ¿de qué? Se preguntaron muchos. ¿Superación de no cumplir con los imposibles cánones de belleza que se instalan en la sociedad? ¿Superación de ser mujer y tener un cuerpo?

Lo llamativo del caso es que, hasta el momento dado que todavía no está a la venta, la revista no promociona una entrevista con la heredera al trono holandés. ¿Cómo saben ellos que 'superó' las agresiones que aseguran recibió por su cuerpo? ¿Acaso fue ella quien empleó el término 'plus size' para definirse como persona? ¿Por qué está permitido reducir la existencia femenina a variables físicas como el peso, la altura e incluso en muchos casos el color de piel?

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El peso de estos mensajes no es menor. La Argentina es, después de Japón, el país a nivel mundial con más casos de anorexia. De acuerdo a las cifras recogidas por la Asociación de Lucha Contra la Bulimia y Anorexia, el 30 por ciento de los adolescentes porteños presenta algún tipo de trastorno de la alimentación. ¿Un número más que explica la gravedad de la violencia mediática y simbólica? El 45 por ciento de las causas de bullying que sufren las chicas y adolescentes están vinculadas a “la belleza”. La belleza, claro, entendida dentro de los cánones binarios y patriarcales que refuerzan las portadas de las revistas, así como también las publicidades y los medios de comunicación en general.

De cara a la gravedad de la falta de regulación de los mensajes, el INADI puso a disposición el laboratorio de medios que funciona desde hace diez años para colaborar con el ministerio y el ENACOM. El objetivo es colaborar con el análisis de los mensajes que circulan en los medios de comunicación “y que pudieran contemplarse dentro de la violencia simbólica y mediática” o que promuevan la desigualdad y la discriminación. “El objetivo es publicar y difundir la información producida mediante acciones generadas en el espacio interinstitucional constituido, brindar asesoramiento, formación y capacitación conjunta sobre una comunicación responsable”. Además, se trabaja en la divulgación de un manual de “Buenas Prácticas” en materia comunicacional.

¿De qué hablamos cuando advertimos violencia simbólica? “Es aquella que, a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmite y reproduce relaciones de dominación, desigualdad y discriminación en los vínculos sociales; naturalizando la subordinación de las mujeres y las personas LGBTI+ en la sociedad”.

Sólo en 2019, se perpetraron al menos 177 crímenes de odio donde la orientación sexual, la identidad y/o expresión de género de las víctimas fueron utilizadas como “pretexto” o “justificación”. Y aquí nos adentramos en un debate de mayor complejidad: qué nivel de representación travesti-trans habilitan hoy los medios de comunicación y cuán peligrosos sos los estereotipos que se reproducen.

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“Uno de los motivos por los cuales decidí entrar a la casa de Gran Hermano tenía que ver con poder salir del estereotipo de mujer trans que hasta ese momento se mostraba en los medios. Las trans teníamos que responder al modelo 'vedette', con una fuerte sexualización de nuestros cuerpos. Aparecíamos sólo en dos secciones: la de espectáculos y los policiales”, explica en diálogo con BigBang Valeria Licciardi.

El dato no es menor, si se tiene en cuenta que la “visibilidad” que los medios le daban -y dan- a la diversidad sigue estando condicionado por la reproducción de estereotipos. “Desde el espectáculo buscan que representemos el glamour, el brillo y la fantasía; una bajada muy de los 90s. Después, por el otro lado, los policiales; en donde los titulares ponían mataron a un travesti, porque así lo escribían; o en el caso de que haya sido la travesti que mató a un cliente, no se abordaba el contexto. Con esto no estoy justificando de ninguna manera un asesinato. Pero, ¿alguien se preguntó aunque sea un segundo si fue o no en defensa propia como lo hacen con otros crímenes?”.

De acuerdo a las estimaciones confirmadas por la ministra de Género, el promedio de vida de las mujeres travesti-trans es de 40 años; una cifra que se registraba hace 200 años en la Argentina para la población total. “El 90 por ciento de las chicas son pobres, mientras que al otro diez por ciento que puede llegar a pagar un alquiler, le cobran el doble o el triple. Todo se hace muy difícil. Incluso la prostitución, son prácticas que para compensar ese dolor hace que muchas tengan que entrar en las drogas. Todo repercute en la salud”.

La importancia del abordaje que los medios le dan a la representación de las diversidades repercute de modo directo en las conductas sociales. “Cuando era chica, me acuerdo que una vez estaba viendo Jugate Conmigo y Cris le dijo a uno de los chicos, creo que era al 'Chino', que él prefería dormir con un amigo antes que con una mujer. En ese momento, toda la tribuna empezó a gritarle puto. Eran otras épocas, claro. Pero ese mensaje termina habilitando a que los chicos lo reproduzcan en la escuela, por ejemplo. Si pasó y fue habilitado en el programa más visto de la televisión, ¿por qué deberían creer que está mal?”.

Es complicado avanzar cuando no te escuchan. Porque no estamos pidiendo sólo representación, estamos pidiendo cosas tan básicas como el respeto a una ley que ya existe”

“Es complicado avanzar cuando no te escuchan. Porque no estamos pidiendo sólo representación, estamos pidiendo cosas tan básicas como el respeto a una ley que ya existe”, refuerza en alusión a la Ley de Identidad de Género. “Con las publicidades pasa lo mismo. Ahora, para 'quedar bien' ponen un negro, un gordo y una chica trans; pero no van más allá. Seguimos en la misma”.

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