06 Febrero de 2022 08:00
La reina Isabel II cumple este domingo 70 años en el trono. En ese periodo le tocó vivir de todo. La posguerra, problemas económicos, cambios de modelos de producción, la Guerra Fría y el fallecimiento de Lady Di, más todas las cuestiones relacionadas a los escándalos que surgieron luego.
La longevidad en su reinado ya la convierte en la persona que más años lleva frente a la Corona Británica. Nacida el 21 de abril de 1926, Isabel Alejandra María fue la primogénita del duque de York, quien sería con los años Jorge Vi.
A sus 10 años sucedió uno de los eventos que más marcaron a la realeza, que fue la abdicación de su tío, Eduardo VIII, quien renunció al trono para casarse con Wallis Simpson, divorciada y socialista de los Estados Unidos. Esa fue la primera polémica que le tocó vivir de cerca a Isabel, pero no la única. El 6 de febrero de 1952 mientras ella se encontraba en una gira diplomática con su marido, Felipe de Edimburgo, en Kenias las autoridades le notifican del deceso de su padre y su consiguiente coronación.
Con 25 años, mientras todavía seguía de duelo por la muerte de su padre, tuvo que ponerse frente al trono. En los años siguientes hubo tranquilidad. Sus posturas en el medio de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la ex URSS fortalecieron el vinculo de la OTAN algo que alcanzó su punto culmine cuando en el país del norte gobernó Ronald Reagan y Margaret Tatcher fue la Primer Ministro.
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En los años de la Segunda Guerra Mundial y todo el proceso que vino después de ella, Isabel II siempre tuvo predilección por conocer la opinión del primer ministro Winston Churchill de quien siempre remarcó que tenía la mayor de las admiraciones. Con él solamente compartió dos años de reinado.
Ya en la década del 1980 llegó a su vida una de las personas que más la marcaría. Diana Spencer, más conocida como Lady Di, que se casó con su primogénito el Príncipe Charles en lo que fue una de las ceremonias con mayor cantidad de espectadores de la historia de la corona. Todo lo que vino después estuvo marcado casi en exclusivo por ese fallido matrimonio
Para 1996, fecha en la que Charles y Diana ya se divorciaron, también se había separado su otro hijo, el Príncipe Andrew, que décadas más adelante estará involucrado en uno de los escándalos de corrupción de menores más grandes de la alta sociedad.
La segunda mitad de 1997 marcó el ingreso a su vida del Primer Ministro Tony Blair, del partido laborista, quien tenía una impronta diferente a la de sus antecesores. En agosto de ese año falleció Lady Di en un accidente de tránsito y eso generó una revolución enorme. La forma en la que actuó la Corona fue motivo de múltiples críticas al punto tal de que en un momento tres de cada cuatro británicos veían con buenos ojos cambiar de régimen para terminar con la monarquía.
El escándalo se logró sobrellevar. Pero fue su primer punto de quiebre. Ya en 2011 llegó la primera de la bodas de sus nietos. William, hijo mayor de Charles, contrajo matrimonio con Kate Middleton en un casamiento que superó la cobertura y glamour que la que tuvo Lady Di. Al poco tiempo realizó la visita de la reconciliación con la República de Irlanda después de lo que fue el historial de atentados del IRA.
Cinco años después, en 2016, tuvo que afrontar la votación del Brexit que cambió la relación del Reino Unido con la Unión Europea. Ya en 2018 los escándalos por las relaciones en la Familia Real no eran exclusivas del Príncipe Charles y Camila, la mujer con la que engaño a Lady Di para luego formalizar una relación, sino que apareció Meghan Markle, con quien se casaría el Principe Harry, y generó un tsunami. Ese año ambos contrajeron matrimonio.
Ya en enero del 2020 comenzó a hacerse efectivo el Brexit aunque la atención de Isabel no pasaba tanto por el impacto económico y social que podía tener esa medida sino más bien por todo lo que empezaba a rodear a su familia ante los rumores de que Harry y Meghan abandonarían sus deberes reales.