01 Enero de 2017 10:22
A la luz de mediáticas separaciones de este 2016 que se fue, como las de Carolina "Pampita" Ardohain y Benjamín Vicuña o la de Lali Espósito y Mariano Martínez, una vez más vuelve a tener relieve algo que parece una ley inquebrantable: las parejas de la farándula -excepto honrosas excepciones- no parecen estar hechas para el largo plazo.
Lali y Mariano, un romance que no pudo romper con la fugacidad.
En un punto, es obvio que el continuo escrutinio público puede hacer mella hasta en el romance más sólido. Sin embargo, hay varias causas extra que contribuyen a que navegar el amor sobre el mar de la fama es una tarea repleta de escollos.
La competencia. Trabajar en el mismo campo muchas veces pone a los egos a correr una carrera sin sentido. Que uno de los miembros de la pareja encuentre el éxito repentino mientras el otro atraviesa una etapa de sequía creativa puede ser desastroso para la relación. "La fama cobra sus precios, a veces muy altos, en el enorme escenario del éxito y el reconocimiento social y económico. El sentirse aclamado y admirado construye un camino fértil a la confusión", sentencia al respecto la psicóloga Adriana Guraieb.
Tobal y Cabré, uno de los matrimonios famosos más cortos de los últimos años.
Las separaciones obligadas. La naturaleza del trabajo artístico muchas veces llama a viajes prolongados que fuerzan a la pareja a separaciones temporarias y ponen cuñas dentro de la muy necesaria construcción de la intimidad.
Las tentaciones. Los puntos previos, a la vez, ponen a los miembros de las parejas famosas mucho más expuestos a posibles infidelidades. Como ilustra Guraieb, "el torbellino a que el artista se ve arrastrado es tan tentador: cuerpos hermosos, miradas insinuantes, proximidades físicas provocadoras, que torna bastante fácil confundir atracción erótica con amor". Y aquí hay una diferencia clave con las parejas no-públicas, las cuales, según la psicóloga "cuando enfrentan su desilusión, lo hacen sin tanto caudal de tentaciones de huir del conflicto por la maravillosa promesa de algo nuevo, distinto y mejor".
"Los que están en ese mundo idealizado tienen permanentes oportunidades para la aventura de la primera vez sin el desgaste, o la tensión que acaso esté viviendo en su pareja", remarca Guraieb. "No es lo mismo escape del conflicto a resolución del mismo, pero no necesariamente los protagonistas tienen conciencia de ello en el momento que lo están atravesando".
Sin embargo, para la especialista hay esperanzas de longevidad para las parejas que se forman en el ámbito de la farándula, aunque requiera un esfuerzo extra. "Para consolidar una situación es preciso enfrentar dificultades, tener afinidades que excedan con creces los atractivos físicos o la posible identificación que puedan tener con el personaje que representan en una obra, programa, película o ante el público en general", subraya.