La semana pasada, Yanina Latorre anunció su separación de Diego Latorre en medio de la polémica aparición de Julieta Biesa, la modelo trans que saltó a la fama gracias al recordado Soñando por Bailar 2, en el año 2011, y su participación en Rebelde Way, quien reveló que tuvo una suerte de affaire con Diego Latorre en medio de la crisis de éste con Yanina.
Pero si bien la panelista aseguró que se había separado del ex futbolista hace seis meses -algo improbable dado que en agosto de este año ella y Diego Latorre celebraron junto a sus hijos, familiares y amigos las “bodas de plata” al cumplir 25 años de casado- no dudó en mantener el vínculo que la une al comentarista deportivo: sin ir más lejos, ambos asistieron el fin de semana en un casamiento celebrado en Cardales. “Anoche dormimos en la misma cama”, dijo ella.
“Ella llegó a la conclusión de que quería distanciarse un poco porque no veía que la relación estaba fluyendo. Yanina contó la verdad. Hace unos meses largos. Separación es un término muy absoluto, pero sí. Este año empezamos a hablar del tema bien, como gente que se quiere, que se ama y que ha tenido una vida juntos”, contó Latorre.
Al mismo tiempo, indicó que quiere volver a estar con quien es la madre de sus dos hijos. “Quiero recomponer la relación. Más de mi parte que de parte de ella. Hay una armonía total. No hay inconvenientes o conflictos. Charlamos todo porque somos gente adulta y porque hay mucho amor en el medio”, detalló, con respecto a la ruptura.
Y agregó: “Hay que ver si en este tiempo podemos volver a sentir lo que había, sobre todo ella. Ella es parte de mí ser. Para mí la prioridad es la familia y sobre todo el amor que siento por Yanina”. Por último, con respecto a la viralización de supuestos audios suyos, sentenció: “Voy a ir por el camino legal y por el penal. Ya esto me lo fumé una vez”.
En las últimas horas apareció una nueva y supuesta amante de Latorre. Se trata de Pilar Canteli, quien dijo haber contactado al ex futbolista por Instagram y aseguró que la trató “como un objeto” durante el primer encuentro sexual.