04 Enero de 2016 15:23
Nacha Guevara, quien actualmente participa de la temporada de Villa Carlos Paz como parte del elenco de Stravaganza, sin Reglas para el Amor, está testeando la paciencia del equipo de la obra con sus exigencias cada vez más particulares y duras.
Según contó el periodista Adrián Pallares en Desayuno Americano, la actriz habría presentado una larga lista de pedidos. Así, solicitó ensayar a solas, sin técnicos, ni compañeros de elenco; pidió que se cambiara el color de los sillones de su camarín y mandó a cambiar todo el alfombrado de la entrada del teatro Luxor aduciendo que el tapizado anterior estaba “cochino”.
Nacha en una de las fotos oficiales de Stravaganza.
Además, Guevara exigió que haya un operativo especial que rodee su llegada al teatro, ya que no quiere ser abordada por el público. Y, en el country donde alquila casa durante la temporada, le pidió a los guardias que después de las 2 de la mañana se corte todo tipo de fiesta o reunión porque le molestan los ruidos.
Diva, siempre diva
Pero ésto no es una ocurrencia aislada. Para trabajar en Bailando por un Sueño, por ejemplo, Nacha había puesto como condición tener un camarín privado y un chofer que la llevara todos los días a los estudios de Ideas del Sur, además de un sueldo tres veces más alto que el de sus compañeros.
¿Otro ejemplo? Cuando Miguel Ángel Cherutti quiso incorporarla a su obra en la temporada 2010 de Mar del Plata, Nacha pidió entre otras cosas elegir ella misma al escenógrafo y al vestuarista, figurar sola como cabeza de elenco, contar con tres camarines (uno para ella, otro para su asistente personal y otro para su vestuario) y agregarle a su sueldo un 12 por ciento del bruto de las entradas vendidas. Finalmente, Cherutti decidió desistir de la contratación.