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Del baúl de los recuerdos: el álbum de la boda "virgen y pulcra" de Nazarena

La actriz compartió fotos de su casamiento con Alejandro Pucheta. “Éramos dos chicos jugando al amor”, reflexionó.

04 Diciembre de 2016 12:49
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Nazarena Vélez se casó con apenas 18 años "de blanco" con Alejandro Pucheta, el papá de su hija Bárbara. Lejos de los rencores y con un vínculo todavía muy bueno, la actriz compartió el álbum de la boda en las redes sociales. “Éramos dos chicos jugando al amor”, reflexionó.

"Era virgen y me casé para tener sexo

Las fotos llegan veinte días después de la muerte de Nando, el papá de Pucheta. De hecho, conmovida todavía por la noticia que hizo que su hija renunciara a Showmatch, la rubia sumó una foto con él y le dedicó: “Suegro, love”.

"Me acuerdo que entré a la iglesia y miré a la Virgen como diciendo: '¡Mirá, mirá, pulcra!'

Las imágenes también muestran a su hermana más chica, Jazmín, quien falleció en abril de 2010 luego de sufrir un accidente automovilístico en en la autopista Perito Moreno, a la altura del barrio porteño de Liniers. “Mi princesa”, acotó Nazarena.

"Me pasó una cosa trumática: cuando salía, pensé: 'Todos estos saben que hoy a la noche coj... qué verguenza'

 

Eramos dos chicos jugando al amor.. #bodacivil #18años #GranDesafio #papasdeBarbie

Una foto publicada por NazarenaVelez (@nazarenavelez) el 4 de Dic de 2016 a la(s) 1:11 PST

El casamiento tuvo lugar en la Catedral de Quilmes, sólo nueve meses después de comenzado el noviazgo y por un insólito motivo. “Era virgen y me casé para tener sexo”, reconoció tiempo atrás Vélez.

"Mamá nos dijo que teníamos que entrar a la iglesia con el vestido blanco y que podíamos engañar a todos menos a la Virgen María

 

My princess Jazmín ????

Una foto publicada por NazarenaVelez (@nazarenavelez) el 4 de Dic de 2016 a la(s) 1:07 PST

“Nunca fui muy sexual, pero él quería tener sexo y, como sabía que yo no lo iba a hacer hasta que no me casara, me propuso casamiento”, sumó.

La imposición familiar era fuerte. “Mamá nos dijo que teníamos que entrar a la iglesia con el vestido blanco y que podíamos engañar a todos menos a la Virgen María. Me acuerdo que entré a la iglesia y miré a la Virgen como diciendo: '¡Mirá, mirá, pulcra!'. Después me pasó una cosa trumática: cuando salía, pensé: 'Todos estos saben que hoy a la noche coj... qué verguenza”.

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