05 Julio de 2016 08:32
Marcelo Tinelli lleva 26 años delante de la pantalla chica. Tuvo cinco hijos, se casó dos veces y ahora convive con Guillermina Valdes, aunque en pisos separados. Pasó casi la mitad de su vida expuesto a las cámaras, perorecién hace poco tiempo se animó a compartir desde las redes sociales su hasta entonces súper resguardada intimidad.
"Esa mirada de amor de mi papa en mi cumple, es algo que me emociona", describió el conductor.
Tinelli no sólo reflota desde las redes viejas fotos junto a sus hijos, sino que además aprovecha para publicar otras que lo muestran en su más tierna infancia.
Junto a Micaela y Candelaria, sus hijas mayores. Las tuvo con Soledad Aquino.
Sus hijas mayores fueron quienes, de a poco, comenzaron a desblindar el día a día de los Tinelli. Fue Micaela, de 27 años, quien comenzó a levantar su exposición al presentar Ginebra, su marca de ropa.
Junto a sus padres en una de sus primeras vacaciones.
De cerca le siguió Candelaria, casi dos años menor: primero sorprendió por sus dotes artísticas y sus muestras de arte; luego, con su fanatismo por los tatuajes.
"Él hace el programa y a la media hora está comiendo milanesas en el comedor de mi casa -Micaela-
Las mayores vivieron todo el ascenso de su padre. Cande nació el año en el que él debutó en TV.
La tranquila Micaela y la rebelde Candelaria
“Él hace el programa y a la media hora está comiendo milanesas en el comedor de mi casa. La imagen que da en el programa y en las revistas es una cosa, pero puertas adentro es una persona muy común. De quedarse en casa. Y todo eso nosotras lo mamamos. De él y de mamá (Soledad Aquino, la primera mujer de Tinelli)”, destacó Mica en una entrevista a Ohlalá.
Micaela, la mayor, hoy se dedica al diseño de indumentaria.
Las herederas más grandes del conductor eligieron vivir con él luego de que se separó en 2009 de Paula Robles, su segunda mujer y madre de Francisco (18) y Juana (14).
De gorrita en la playa: encontró una que le quedaba.
“Empecé a hacer toda mi vida en el centro: facultad, trabajo, amigas, y se dio naturalmente. Con mamá tengo una relación increíble. Pero mi vida está acá”, aclaró en su momento la mayor. Y es que Aquino vive desde hace años en San Isidro, mientras que su padre se instaló en el piso 24 del coqueto y más cómodo complejo Le Parc Figueroa Alcorta.
El conductor aseguró que Candelaria es igual a su madre.
La convivencia resultó sencilla, gracias al metraje del departamento. “Papá es re relajado, vivimos en dos alas distintas de la casa y nos deja hacer. Con Cande somos de juntarnos con amigos y él no tiene historia. Vivimos con él pero cada uno en su espacio, es ideal. Es cero invasivo”, destacó la mayor.
Cande y su mamá, Soledad Aquino.
Aunque ambas luchan contra la estigmatización de ser catalogadas como “hijas de”, tanto Micaela como Candelaria se encargaron de emprender sus propios proyectos y nunca negaron la ayuda que recibieron de su padre.
“Para mí es algo normal el 'ser famosa'. No es que yo me sienta famosa ni nada, cero. Pero crecí así, es lo que me tocó”, advirtió Candelaria, antes de aclarar que ambas recurrieron al diván en más de una oportunidad.
"Juraba que era modelo", reconoció Micaela en Instagram.
“La gente cree que por ser hija de... una no tiene problemas, que todo es perfecto. Y la verdad es que nadie se salva de los problemas, todos tenemos problemas, yo tengo problemas", reconoció la amante de los tatuajes.
En el estudio, con papá: Micaela visitaba con frecuencia a Marcelo.
"Tampoco es fácil ser hija de alguien tan conocido. No es que yo me levanto y me están abanicando y me tomo un daiquiri. Mi vida no es así. Tengo tal vez más facilidades que el resto de las personas, pero nada más”, contó.
Los noventa a pleno: Candelaria y Marcelo.
Micaela se definió como “calentona” y “leche hervida”, aunque aclaró: “Siempre hice terapia, desde chica. Obviamente te pesa mucho más cuando sos más chica, después lo vas procesando, madurando y ya".
Las producciones para las revistas forman parte del álbum familiar.
"Él es lo que es para la gente pero vos lo ves como tu papá y puertas adentro es un tipo humilde, re buen padre, que le gusta disfrutar de las cosas simples”, agregó.
Quería ser modelo, pero se convirtió en diseñadora de moda.
Conocedoras ambas del costado menos gustoso de la fama, Candelaria protagonizó más de una polémica por sus efusivos mensajes en Twitter.
Candelaria, antes de todos los tatuajes.
“Es cierto que no me puedo mandar cualquiera. Ni en la calle, ni en la vida, ni siquiera al tuitear algo. Siempre me tengo que estar cuidando y andar atenta a todo. Es algo que fui aprendiendo y en lo que nos fueron asesorando a mi hermana y a mí. Soy humana, me enojo, pero fui aprendiendo a controlar las emociones”.
Mirada de hermanas: Candelaria y Micaela jugando en su casa.
La irrupción del “Tiki” como modelo y “sex symbol”
La irrupción de Francisco sorprendió a la platea femenina. Aunque se mantuvo gran parte de su adolescencia alejado de las cámaras, el mayor de los varones debutó en las redes sociales con fotos en las que mostró su trabajado cuerpo y, claro, los suspiros y las fans no se hicieron esperar.
Francisco, el primer varón, nació en 1998: sus hermanas le llevan ocho y diez años.
“No soy de exponerme o mostrarme mucho en público. Además, como no soy un personaje mediático, suelo pasar desapercibido. Y la verdad es que prefiero que siga siendo así”, aclaró en su primera entrevista, que llegó recién este año a la revista Hola, después de que su hermana mayor lo contratara como modelo y “director creativo” de la línea masculina de Ginebra.
Mantuvo siempre el perfil bajo, incluso durante toda su adolescencia.
Aunque aclaró que está soltero, el “Tiki” se definió como un amante “intenso”. “No soy de los que se enganchan fácilmente. Pero cuando me gusta una mujer, cuando tiene "eso" que es inexplicable e inentendible, suelo obsesionarme e ir a fondo”.
El "Tiki" heredó la amplitud de boca de su padre.
En los últimos meses, Francisco también se instaló en el piso de su papá y abandonó el departamento que compartía con su madre y hermana menor. “Me mudé porque siempre tengo la idea de probar nuevas cosas, rutinas, hábitos. Quería cambiar un poco de dinámica”.
Francisco es el primer hijo de Soledad Aquino.
El adolescente coincide con sus hermanas mayores: Marcelo no es un padre controlador y encuentra en él a un amigo, aunque con límites.
Padre e hijo comparten su fanatismo por San Lorenzo.
“Es una relación muy leal, de mucha confianza. Un vínculo de fierro en la familia. Somos amigos, aunque siempre está el respeto de "padre-hijo" e "hijo-padre", que creo que marca un límite fundamental”, destacó.
Fue el único varón hasta que nació Lorenzo.
Y, al igual que su padre, tampoco es posesivo ni celoso con los novios de sus hermanas mayores. “No soy celoso, ni un cuida extremo, lejos de eso. Mientras las amen y respeten, me deja en paz. Eso se lo deseo a cualquiera de mi familia, porque creo que es lo principal”.
Junto a su mamá, también de marcado perfil bajo.
¿El peso de la fama? “Ya tengo 18 años y pasé por etapas en las que quizá me pesaba más mi apellido. Hoy en día lo manejo con más liviandad y todo es más normal. Sólo me molesta cuando la gente no sabe respetar los espacios íntimos de una familia. Pero mientras sean respetuosos, ningún drama”.
Juanita, la que sueña con “ser famosa”
A diferencia de sus hermanos mayores, Juanita pide pista y es, según la definió su padre, la que más conoce Ideas del sur. “Juanita quiere ser famosa. Me dijo: 'Yo veo que en el programa no me muestran tanto. Lo que yo veo también es que en las revistas me tapan la cara'. Yo le digo: 'Claro porque papá y mamá pidieron eso'”, reconoció el conductor.
Francisco y Juanita durante unas vacaciones familiares.
Tinelli calmó a su hija, enojada por que no la dejan incrementar su exposición. “Le digo: 'Si vos hacés algo piola, seguramente vas a ser una persona conocida, famosa'. Es la que salió más artista de todas”.
Y cumplió: le dio lugar para que no sólo bailara en la pista de su programa, sino que además la dejó actuar en la apertura del año pasado. Además, debutó como modelo para la marca de Candelaria.
Un cumple de Juanita: Marcelo y Paula Robles se disponen a dirigir al coro de niños cantores.
“He cambiado mucho como papá. Arranqué siendo papá joven, cuando nació Mica tenía 28 años. Con mis hijas grandes siento que hoy tengo una relación más profunda y presente. Vivir con ellas es un placer del cielo. Hay momentos en los que nos encontramos los cinco comiendo en casa y es maravilloso. Mis hijos son muy reflexivos y tienen comentarios de todo”, reconoció el conductor.
La llegada de Lolo y el cambio familiar
Tinelli tendrá ahora que adaptarse a otro tipo de paternidad. La llegada del más pequeño, Lorenzo, presentó un desafío para todos.
El conductor con sus cinco herederos.
“Hasta que nació, era ¿qué onda?, ¿cómo va a ser?, yo le llevo 25 años, papá es grande. Y ahora estamos todos embobados. Nos unió a todos. Nunca lo había vivido así con ninguno de mis hermanos, y lo estoy disfrutando mucho más, podría pasar horas mirándolo dormir, es un momento de desconexión. Un bebé te da mucha paz. Me sorprendió, pero no para mal”, reconoció Micaela.
Tinelli ama bañarse con el más chiquito.
Con Valdes instalada junto a sus hijos (Dante, 13; Paloma, 10, y Helena, 7) en el noveno piso, la convivencia familiar encuentra al ascensor como el epicentro.
Los dos varones: Francisco aclaró que no tiene celos de su hermano menor.
“Lolo vive un poco y un poco. Casi que vive en el ascensor, le decimos 'el señor de los livings', pobrecito, no tiene un lugar estable”, bromeó Candelaria.
Juanita y el menor: es la única que no vive con el conductor.
“La verdad que ya nos pasa que necesitamos nuestro propio lugar. Sobre todo desde que se sumó Lolo, lo adoro y está buenísimo, pero cambió mucho la dinámica de la casa”, sumó.
La primera foto que el conductor subió a su Instagram junto a Lolo.
“La convivencia 'ascensor de por medio' resultó muy bien, porque logramos no invadirnos. Cada uno conserva su espacio. Entonces, compartimos muchísimo, pero no estamos obligados. Nos elegimos todo el tiempo. Estamos bien hoy, siempre hablamos de hoy. No necesitamos muchas más garantías. Cuando uno ya tuvo otras parejas, es más grande y tiene hijos, elige para su vida cosas que tengan que ver con hacerse bien y nosotros sentimos que nos hacemos bien”, analizó Guillermina.
Guillermina vive en el mismo edificio que Tinelli, pero varios pisos más abajo.
Aunque se la pasa de casa en casa, Lolo puede compartir tiempo con todos sus hermanos. “Tiene siete, pasa de brazo en brazo, sube y baja todo el tiempo. Es un bebé muy sociable. No está solamente con su mamá. Si Mica o Cande lo quieren subir un rato, va con ellas y está tranquilo, no se estresa. Vive con una sonrisa”.
"Lolo vive en el ascensor", reconoció una de sus hermanas.
Valdes y Tinelli duermen todas las noches juntos, pero prefieren mantener los dos departamentos. ¿El vínculo entre la modelo y los hijos del conductor? “Me llevo bárbaro, todos son geniales. No los siento como propios porque tienen sus mamás. Y tampoco me siento su amiga sino que tengo una relación que es muy linda; un vínculo respetuoso desde el amor por el papá que se transforma en un cariño hacia ellos”.