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Del crimen a la lasagna: el destape culinario de Mauro Szeta

Hace cinco años comenzó a tomar clases y ahora lanza su reality en el que cocina todo tipo de platos.

por Gisela Nicosia

18 Enero de 2018 10:12
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En tiempos en los que las tapas de los diarios figuraban los más sangrientos detalles sobre Ricardo Barreda tras asesinar a escopetazos a su suegra, a su esposa y a sus dos hijas en La Plata, Mauro Szeta comenzaba su pasantía en Télam. A más de 25 años de haberse dedicado a investigar hechos policiales, decide agarrar los cuchillos para alejarse -al menos unas horas- de la escena del crimen y dedicarse al arte culinario.

"Relajo la mente lejos de la dura realidad. Es mi momento de paz y muestro mi otra cara", resume al comenzar a hablar sobre su nuevo programa Reszetas de cocina, que se trasmite por el canal online Verte.TVCombinando el estilo de reality y con el de un programa de cocina relajado cada episodio demostrará que se puede come bien en pocos y fáciles pasos.

El primer programa de Szeta sobre otra de sus habilidades.

Cada miércoles, a las 12 y a las 20hs, Szeta abre su casa y prepara todo tipo de menúes, sin decorados ni utensillos de diseño modernos. "La idea surgió charlando con un amigo, dueño del canal y no lo dudé. Me hace bien, es el momento en el que genero una energía muy positiva. Se trata de mostrar recetas simples y aprender cuestiones elementales, bien natural y real", resume en diálogo con BigBang remarcando que no pretende ser cheff ni nada parecido. Tampoco busca abandonar su profesión troncal.

"Me hace bien, es el momento en el que genero una energía muy positiva

Desde hace cinco años se prepara tomando clases para mejorar en la cocina para mejorar la técnica y aprender sobre nuevos sabores. "La verdad es que con los años de nivel de estrés y absorción de mala energía, de buscar todos los días los mismos temas, con crímenes, robos, lo físico y lo mental se afectan. Eso me hizo buscar alternativas para bajar mi nivel de estrés", repasa. Las opciones con las que contaba eran aprender a tocar violín, o acordeón. "Cualquier instrumento sofisticado me resulta interesante, pero comencé a cocinar y conecté con eso", dice. 

La clave para aumentar su interés fue conocer a Chamu Cobas, quien de ser su profesor se convirtió en su amigo personal. "A Chamu lo conoció en un programa, lo vi cocinar y me gustó la onda. Luego lo contacté y comencé a tomar clases en su casa. Lo divertido era que como no manejo viajaba hasta Olivos con la bolsa de las compras. Iba en el colectivo 152 y volví a mi casa con la comida caliente o fría lista", recuerda.

Ahora, Szeta junto con Cobas charlan sobre ingredientes, recetas y planifican menúes casi como de igual a igual, pero la decisión final la tiene el profesional. "Las armo con el objetivo de que sea un programa metódico de aprendizaje. Vamos viendo dependiendo de lo que tenga ganas de hacer Mauro pero logramos acordar sin problemas", comenta a BigBang.

Mauro junto a Chamu, su profesor.

"Viví solo desde los 21 años y debí arreglármelas. Siempre fui de comer mucho, me gusta la comida en todas sus variedades. Pero desde que tomo clases como menos y soy más exigente. Y lo que más me gusta es que cuando estoy en la cocina dejo el celular lo más lejos posible. No atiendo llamadas, ni mensajes", asegura el periodista, que en sus comienzos, es recordado entre sus colegas como el que investigó la banda que falsificaba cospeles o por su crónica sobre la muerte de un hombre en una sala de cine, en la que pasaban Pulp Fiction, y donde él se encargaba de contar la cantidad de espectadores. De ahí llegó a lo que quería: dedicarse a los policiales y el estrés lo dejó en la puerta de su cocina. 

A esa lista de hitos, Mauro suma los primero pasos como integrante del mundo gourmet. En sus primeras lecciones amasó pan casero y delicias a la olla, como carbonadas, guisos y pastas.

"Siempre digo que si estoy cocinando y me llaman para darme la primicia el crimen más impactante del momento no lo atenderé, pero reconozco que luego me quedaré con la culpa judía por no atender", lanza con humor. 

El primer plato: Pollo al oreganato.

Entre los platos que más le piden sus amigos comensales menciona las pastas. "Me gusta mucho hacer lasagna, pero de las potentes. Debe pesar como cuatro kilos la que hago. Primero preparo los crepes, amaso, estilo la masa con un palo, hago la bolognesa, y le pongo varios pisos con espinaca, otro con jamón y queso. Bien completita", detalla entusiasmado. 

Su aliado en su nuevo espacio de trabajo es "Arturito", tal como llama a una freidora con la que demuestra sus habilidades. "En el primer video uso a mi nuevo amigo, que lo compré especialmente para el programa. En esta oportunidad preparé "Pollo al oreganato con papas". Es una reversión de una receta simple. Recuerdo que mi mamá no era de cocinar mucho, pero siempre nos preparaba una receta llamada "Pollo a la campesina", en la que a las presas las combinaba con manzana verde asada, aceitunas, pimientos de todos los colores y cebolla", repasó. 

"Es el momento en el que toco el cuchillo sin que sea un crimen

Ya grabó cuatro programas en los que mostrará más preparaciones a la olla, que son sus preferidas. Eso si, no solo cocina, sino que aclara que es intenso al momento de limpiar.

"Todo debe estar impecable. Limpio bien antes, durante y después de cocinar. Al igual que uso siempre la balanza para ser exacto, más en pastelería", subrayó aunque también reconoce sus puntos más débiles como no saber hacer asados ni tenerla tan clara al momento de decorar los platos. "Estoy trabajando en eso. Soy torpe, me corto bastante los dedos pero estoy dispuesto a aprender, por que es el momento en el que toco un cuchillo sin que sea un crimen y le pongo mucho amor", finalizó.

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