“Quiero algo de razón, no quiero un loco ¡apaga el televisor!”, dijo y enamoró a millones de argentinos. Charly García fue el anti héroe de la juventud de los '70 que vivía entre fusiles, autos sospechosos llenos de botas militares y la resistencia de miles y miles de jóvenes que querían para Argentina el mejor de los destinos.
Desde BigBang festejamos el cumpleaños número 72 de García (nació 23 de octubre de 1951) el que hoy lucha por la estabilidad de su salud, con un círculo que tiene blindadas las novedades sobre el genio del rock latinoamericano: Charly es Dios para algunos y maldición de otros: con la vanguardia como bandera, supo incomodar a las autoridades, pelearse con los poderosos y hacer enojar a los más autoritarios.
“Cuando hay un enemigo visible, uno se tiene que esforzar más para protestar y que no se den cuenta. Me puse metafórico pero bastante directo. Bastante directo porque hablaba de las torturas; de las morsas, que era Onganía; los brujos, que era López Rega”, le había contado al historiador Felipe Pigna en su ciclo “Qué fue de tu vida” sobre “Canción de Alicia en el país” (1980), una de las icónicas melodías que todos en algún momento de nuestras vidas hemos entonado con melancolía para referirnos a esa lóbrega etapa de la historia argentina.
Y, si de resistencia hablamos, uno de los lugares donde se debatía sobre política y se cantaba a los gritos en contra del imperialismo, ese lugar eran los recitales de Serú Giran: “Yo creo que los recitales de Serú Girán en Obras eran lugares de resistencia. La gente iba ahí y se expresaba”, contó Charly y siguió: “Una vez se iban a llevar a una chica en cana y yo paré el concierto y le dije al iluminador: 'Iluminá ahí'. Y entonces estaba el tipo con la mina y le digo: 'Somos 5.000 contra uno'. Y no se la llevó”. A sus 72 años, recordamos algunos de los momentos más icónicos en la vida del cantante.
El día en el que trataron de “maricón” a Charly
Corría el año 1978, Charly era parte de la modernísima banda Serú Giran que hacía escollos en la voluntad militar que intentó censurarlos de miles de maneras. Ellos, sin embargo, resistían a base de poesía y de looks increíbles para esa época.
Es esa actitud despilfarradora de rock star lo que tal vez lo hacía parecer “rarito”. En medio de un recital de ese año, alguien lo llamó “maricón”, término con el que se definía a cualquiera que se salga de la norma. ¿La respuesta de Charly? Bajarse los pantalones y mostrar todo lo que había ahí abajo generando una de las mayores polémicas del ocaso de los '70.
Pulsión de muerte
A esta altura del partido, la imagen de García cayendo del noveno piso se ha marcado a fuego en al memoria de los argentinos. Hay posters, remeras y stickers que evocan aquella imagen de pulsión de muerte. Antes de arrojarse de ese noveno piso en un hotel de Mendoza, tiró algunos objetos para saber si todo andaría bien.Algunos periodistas que esperaban una conferencia de prensa del ministro de Trabajo Alberto Flamarique pusieron los lentes de sus cámaras en el cuerpo de García cayendo sin piedad a la pileta. Tiempo más tarde Charly confesó: “Al principio dudé y me pregunté si la embocaré. Y... ¡paf! la emboqué. Yo practicaba esos saltos, ¿vos te creés que estaba loco? No estoy loco, pero tenía un solo salto para hacer. Era tac, tac (caer adentro de la piscina) o tac y paf (caer afuera)”.
Y también contó: “¿Sabés por qué me tiré? Porque me perseguía la policía. Había un policía abajo y no venía a decirme: 'Ehhh, no se tire', entonces me tiré”. No conforme con eso, el músico siguió: “Cuando al final subió me dijo 'Yo soy la policía'”, y la respuesta habrá dejado ojiplático al oficial: “¿Y quién te mandó a no estudiar?'. Me divertí mucho”, expresó.
Una remera que diga: “Soy romántico, no boludo”
La consagradísima reina de los teléfonos Susana Giménez estaba en el mismo estadío artístico que Charly: subiendo escalones de la fama sin escalas. Cada vez que las dos potencias se reunían en el estudio de la rubia, las situaciones fueron desopilantes.Una de las mejores escenas que nos dieron fue cuando hablaron sobre romanticismo. Susana preguntó: “¿Sos romántico?” y él le contestó: “Sí”. Ella, insegura e ingenua siguió preguntando: “¿Te gusta cenar a la luz de las velas?”. Él, impávido contestó irónico: “Soy romántico, no boludo”.
Los productores temblaban cada vez que Charly iba al programa, era un clásico ya que el músico le rompa en mil pedazos las preguntas que la rubia debía formular: “El back era tremendo, la producción de Susana temblaba por lo que podía pasar en el aire, pero él tenía muy buena onda con ella. Obviamente, le tenían que mandar la limo y ponerle el camarín como pedía: whisky bueno y un montón de Coca-Cola en lata. Y eso lo hizo muchos años seguidos...”
Deja en offside a Lanata y Argentina aplaude
Solo 90 días habían pasado desde que Charly se tiraba desde un noveno piso de un hotel en Mendoza. Jorge Lanata, que hasta ese momento no había mostrado sus dotes de periodista de derecha, sostenía un personaje que incomodaba a los invitados que llevaba al piso.
En medio de su problema de consumo, García acababa de salir de una de sus recaídas. Lanata quiso preguntarle por esa situación, por lo que había pasado en Mendoza con un tono desafiante cuestionando sobre qué es arte y qué es ser un artista.
Charly preguntó si le parecía que él fuera un artista. El periodista (pucho en mano) contestó: “No lo sé. Yo creo que hiciste grandes cosas y que después te empezaste a copiar a vos, y creo que te das cuenta”. La respuesta fue fatal: “Y yo pienso que vos sos un pelotudo”.
Charly no es normal, es un genio
El en año 2000 volvió a Mendoza para un recital que parecía prometedor. Fue tal vez la época más complicada de Charly y su consumo problemático. En medio de una fiesta post recital que escaló a niveles impredecibles, el disturbio no tardó en ser apaciguado por la policía: “Personas que yo no conocía empezaron a revolear sillazos y una mujer que nunca vi presentó una denuncia contra mí”, contó.
La hermana de Charly habló luego de que Nacha Guevara dijera que está “muerto en vida”
Cuando las autoridades fueron a buscarlo y le leyeron sus derechos “como a cualquier persona normal”, García exclamó: “No soy como el resto, soy un genio”.
La historia de amor entre Diego Maradona y García
Maradona y García se amaban. Salieron abrazadísimos en varias ocasiones, compartieron fiestas y se apoyaron en los momentos más difíciles. Sobre las internaciones, Charly contó: “Lo viví lo mejor que pude. Estuve en clínicas varias veces, sé lo que es: un cuartito así, que te cagan a pedos todo el tiempo, que te ponen el chaleco de fuerza. No tienen ni idea, estar encerrado es lo menos”.
Trascendió una carta que Charly le había escrito a Diego Maradona: “Querido amigo: yo pasé por internaciones en las que gasté dos o tres años de mi vida, en clínicas, escuchando a psicólogos que niegan a 'gente diferente'. Es imposible que entiendan a 'gente diferente'. Te doy un consejo: seguirlos es una absurda estupidez y recordá que sos un genio que todos te aman. Contá conmigo. Charly”.