07 Octubre de 2024 15:12
El pasado 22 de septiembre el mundo de la cumbia tropical estuvo de duelo al conocerse la noticia sobre el fallecimiento de la Tota Santillán. Con una investigación abierta sobre la posible decisión del presentador de poner fin a su vida, en las últimas horas rompió el silencio su hija, Daniela Carías.
La policía irrumpió en el domicilio del conductor y se encontró con el referente de la cumbia en el piso con el 90% del cuerpo quemado; cerca del fallecido se encontraron fósforos y una botella de líquido inflamable. Desde el primer momento se especuló con un posible suicidio, el cual se confirmó a las horas de investigación, en la que se involucró personal de Bomberos y la Policía Científica bonaerense.
El velorio se llevó a cabo en una conocida funeraria de Morón, al que asistieron grandes referentes de la música tropical, que acompañaron a la familia del músico. Así como muchos se acercaron a dar el último adiós, también fueron noticias las grandes ausencias, personas a quien la Tota ayudó y no se hicieron el tiempo de acercarse a despedirlo.
En un móvil con Socios del Espectáculo, Daniela Carias compartió el último mensaje que le envió su padre: "Papá te ama. Te amo con toda el alma, hija", se escucha a Santillán, en lo que pareció una despedida adelantada: "Martina, Santino, los quiero, los amo. Cuidate hija. Después hacemos una videollamada si querés", continuó reproduciendo el último audio que recibió.
Por otro lado, la mujer habló de la relación que tenía con su progenitor: "El vínculo que teníamos era porque yo lo cuidaba. Veía cosas que no me gustaban y se las comentaba. Y él sabía y no decía nada, o sea, él prefería y elegía a esa persona", comenzó el relato. Luego se metió de lleno en la polémica con Sol Fiasche, ex pareja del fallecido.
Según el relato de Daniela, Fischer no permitía a La Tota ver a sus dos hijas más chicas: "Él no aceptaba que a las hijas más chicas no las podía ver más. Son cosas que a él le dolían mucho. No solo le quitaron el derecho a paternar, sino a ver a sus hijas, que además no pudieron conocer a sus abuelos, a sus tíos. Ellas no pudieron tener un te amo de su papá", manifestó con profundo dolor. La hija de Santillán guarda los audios de su padre con el mayor de los anhelos, así lo siente cerca en sus momentos más difíciles: "si me llegan a robar el celular me muero. Es eso. Para mí va a ser muy difícil no tenerlo", concluyó.