13 Agosto de 2024 10:57
Luego de pasar por el quirófano por una operación de vesícula en el sanatorio Finochietto, Mariana Brey se encuentra recuperándose de forma favorable. Esto no quiere decir que la periodista no haya enfrentado los peores miedos que la acompañan desde su infancia, según aseguró en sus redes sociales. La dolencia estomacal la acompañaba desde que estuvo en Europa y el bisturí llegó para aliviar su situación.
"Desperté de la anestesia con lágrimas y sin aire. Mi experiencia por primera vez con la anestesia total fue muy poco agradable. No pude pegarme ningún viaje lindo, jaja. Sentí miedo y dolor", reconoció Brey en una publicación que realizó en su Instagram. "Todo salió impecable y ya estoy recuperándome en mi casa. Con estricta dieta y descanso. Rodeada del amor de la familia y amigos", adelantó allí.
Al mismo tiempo, la panelista televisiva reveló lo difícil que fue el miedo de tener que atravesar una operación, por más que no sea nada peligrosa. "Como suele pasarme en estos casos el miedo penetra en mi. Porque son esas decisiones difíciles de tomar, al menos para mí", aceptó. "No tengo tolerancia al dolor y me estresa mucho pensar en el post, como si yo tuviese el poder de saber cuál será el resultado", agregó.
"¿Qué es mejor? ¿Soportar y resistir hasta llegar al límite hasta que el cuerpo diga basta? ¿O hacerme fuerte, rodearme de buenos profesionales, consultar distintas voces, y escuchar a los amigos que hayan pasado por algo similar para finalmente decidir?", se preguntó más adelante. "No me gustan los quirófanos, no me gusta la anestesia, no me gusta que entren en mi cuerpo. Y estos miedos tienen historia, vienen de la niñez. Algún día lo contaré", informó, sin entrar en detalles de cuáles son las razones de estos temores.
Brey contó que se dio cuenta de que se tenía que operar mientras "estaba de viaje disfrutando del verano europeo". Alli se le "reiteró un dolor" en su panza. "Como unas puntadas que me quitaban el aire. Ahí no tuve miedo pero sí tomé conciencia que no podía dejarme estar más y que tenía que tomar una firme decisión para no ponerme en riesgo teniendo que salir de urgencia a internarme siendo algo de mayor gravedad", detalló.
"Al regreso me puse en contacto con los médicos que me explicaron la importancia de hacerlo con tranquilidad y que el proceso sea algo más liviano, gestionando mis dudas y miedos. Tenía que sacar la vesícula de mi cuerpo. Así fue que, puse todo en marcha y más rápido que un lince negro, ya estaba en el quirófano", explicó en relación a la dolencia que la acosó.
En su publicación, cerca del final, agradeció a los médicos que la operaron y al lugar en donde tuvo que enfrentar el bisturí y los miedos que tiene a esa situación. "Estoy muy agradecida al equipo de profesionales que me acompañaron y me contuvieron en esta parte del camino al cirujano", celebró. "Si estás viviendo un proceso parecido no dudes en parar, pensar, consultar y decidir lo mejor para tu bienestar", concluyó.