Un escándalo estalló en la marca danesa Pandora a partir de malversación de fondos por parte de los directivos de Latinoamérica que descubrieron desde sus oficinas centrales tras el viaje de influencers de la marca a Tailandia, del cual participaron Carolina "Pampita" Ardohain, Zaira Nara, Julieta Poggio, Stephanie Demner y Jimena Barón, quien reemplazó de emergencia a Wanda Nara, luego de que se bajara para priorizar a su familia.
Según contó Paula Varela al aire Socios del Espectáculo, cuando lo del viaje llegó a Dinamarca "no gustó nada". Así fue que descubrieron, entre otras cosas, que el destituido presidente de la marca para Latinoamérica Cuando "había llevado a su mujer y un montón de gente de su familia con dinero de la empresa".
"El despilfarro de plata que hubo en Tailandia hace semanas fue el gran escándalo. Echaron a nueve personas desde el presidente para abajo. Vino de Dinamarca la CEO y representante global con nueve guardaespaldas y los sacaron escoltados al presidente y otros más. Fue un escándalo", detalló la periodista.
Al mismo tiempo, otro de los problemas que cuestionaron desde la firma danesa, tiene que ver con que comprobaron que "los representantes de Latinoamérica eran como muy cercanos con aquellos que trabajaban", en relación a las influencerse. "De hecho, al Presidente de esta marca en Latinoamérica estuvo en este viaje. Tienen que ver con eso los despidos también. Fue como una gota que rebalsó un vaso que se venía llenando", explicó.
Durante la travesía este sujeto de perfil excéntrico y un peinado de rastas, se expuso de sobremanera, luego de que Jimena Barón subiera posteos y fotos donde se lo ve agarrado de un caño, en una especie como medio de prostíbulo y hasta con una chica entre sus piernas.
Aunque también el enojo de la firma tuvo que ver con "la elección de las chicas y el contenido que hacían, que no gustó nada". Según afirmó Varela, el término utilizado fue: "una grasada". Es que entre las actividades que hicieron hubo una situación en la que regalaban joyas durante 20 minutos. "Era como una especie de canilla libre que no gustó. Porque si bien esta marca está a nivel global, quiere mantener un estilo, una estética, que quiere estar alineada a un nivel alto de producto", confirmó la periodista.