30 Abril de 2021 16:30
Este viernes se dio a conocer la conclusión de la junta médica interdisciplinaria que inició el pasado 8 de marzo y que es clave en la causa en la que se investiga la muerte de Diego Armando Maradona. La misma definió, entre varios otros puntos, que el deceso del astro se pudo haber evitado, que el control sanitario en la casa del barrio San Andrés fue “deficiente, inadecuado y temerario” y que resaltó que a Diego lo “abandonaron a su suerte”.
La junta médica era la medida que esperaban los fiscales para citar a declaración a indagatoria a los siete imputados que fueron notificados como sospechosos de un posible "homicidio culposo", y no descartan que, a partir de estas conclusiones que fueron difundidas formalmente este viernes, se sumen más acusados al expediente.
Los siete profesionales de la salud imputados en la causa son el neurocirujano Leopoldo Luque (39); la psiquiatra Agustina Cosachov (35); el psicólogo Carlos Daniel "Charly" Díaz (29); los enfermeros Dahiana Gisela Madrid (36) y Ricardo Omar Almirón (37); la médica coordinadora Nancy Forlini (52); y el coordinador de los enfermeros, Mariano Perroni (40).
Las jornadas de la disertación, de la que participaron en total 20 peritos oficiales y de parte, que se realizó en la Superintendencia de Policía Científica de la policía bonaerense, ubicada en avenida 52 y 118, de la ciudad La Plata. El equipo de fiscales coordinado por el fiscal general de San Isidro John Broyad, había notificado 24 puntos de pericia que los expertos debieron contestar.
De los 10 peritos oficiales, los cuatro primeros son los médicos legistas que practicaron o presenciaron la autopsia: el director de Medicina Legal de la Policía Bonaerense, Carlos Cassinelli; el jefe del Cuerpo Médico de San Isidro, Federico Corasaniti; el jefe de la morgue de San Isidro, Agustín Grimoldi Vázquez; y el jefe de la morgue de La Plata, Javier Grubisa.
Los otros seis médicos son especialistas en distintas disciplinas: el cardiólogo Gustavo Di Niro, los psiquiatras Enrique Gallego y José Luis Covelli, el toxicólogo Carlos Damin, el nefrólogo Hernán Trimarchi y el hepatólogo Fernando Cairo. Todos ellos, según le indicaron fuentes del caso a BigBang, determinaron que el Diez padeció una insuficiencia cardíaca, renal y cirrosis.
La defensa de Luque ofreció como peritos de parte a Antonio Martín Maya y Antonio José Maya; Cosachov, al psiquiatra Aníbal Areco y al cardiólogo Ricardo Iglesias; Díaz, a la psiquiatra Blanca Graciela Huggelmann; la médica Forlini, a Mariana Flichman y Guillermo López Ávila; y Perroni a las psicólogas Karina Catanzariti y Laura Fusca. Mientras que Dalma y Gianinna Maradona, nombraron al cardiólogo Sergio Víctor Perrone.
El documento, al que tuvo acceso este portal, señala que Maradona agonizó 12 horas antes de su muerte, que pudo haber tenido “más chances de sobrevida” si hubiera estado internado en un centro médico, que el equipo médico que lo trató y trataba en su casa de Tigre fue “deficiente y temerario” y que tuvo que haberse representado la muerte y fue “indiferente” a esa cuestión.
Los peritos oficiales señalan que: “Si bien resulta contrafáctico afirmar que Diego Armando Maradona (DAM) no hubiese fallecido de haber contado con una internación adecuada, teniendo en cuenta el cuadro documentado en los días previos a su muerte, en un centro asistencial polivalente recibiendo una atención acorde a las buenas prácticas médicas, concordamos en que hubiese tenido más chances de sobrevida”.
Al mismo tiempo, sostienen que "el actuar del equipo de salud a cargo que atendía a fue inadecuado, deficiente y temerario como se registró en detalle en el presente. Según las buenas prácticas médicas y una vez resuelta la patología aguda que dio origen a su internación en Clínica Olivos (hematoma subdural) y considerando el cuadro clínico, clínico-psiquiátrico y el mal estado general debió haber continuado su rehabilitación y tratamiento interdisciplinario en una institución adecuada".
El informe también afirma que, a partir del documental analizado por la Junta Médica Interdisciplinaria, el equipo médico tratante "se representó cabal y acabadamente la posibilidad del resultado fatal respecto del paciente, siendo absolutamente indiferentes a esa cuestión, no modificando sus conductas y plan médico/asistencial trazado, manteniendo las omisiones perjudiciales precedentemente apuntadas, abandonando ´a la suerte´ el estado de salud del paciente".
En ese sentido, sostienen que el difunto DT de Gimnasia, al menos desde la internación en IPENSA, "no se encontraba en pleno uso de sus facultades mentales, ni en condiciones de tomar decisiones sobre su salud”. Con respecto a la hora de muerte, señalaron que Maradona "comenzó a morir, al menos, 12 horas antes de las 12.30 del día 25/11/2020, es decir, presentaba signos inequívocos de periodo agónico prolongado".
De esta manera, concluyeron que el Diez "no fue debidamente controlado desde las 00.30 horas de ese mismo día”. “Fueron ignorados los signos de riesgo de vida que presentaba el paciente”, aseguraron, haciendo referencia a las escuchas y audios del kinesiólogo Nicolás Taffarel a Vanesa Morla y Leopoldo Luque en donde dice “la semana pasada les dije que había que levantarlo porque podía hacer un edema de pulmón” de los días 18 y 19 de noviembre del año pasado.
Durante las conclusiones, los peritos resaltaron que "el cuidado de enfermería durante la estancia en la casa de Tigre, posterior a la externación de Clínica Olivos, se encuentra plagado de deficiencias e irregularidades (...) Maradona no presentó correctos controles y asistencia por parte médico-asistenciales, de enfermería y acompañantes terapéuticos ni en tiempo ni en forma. Según dictan las normativas de las buenas prácticas”.
La Junta también expresó que "no existen constancias de atención psicológica en el domicilio, luego de la externación de CLIO, las cuales consideramos indispensables para el adecuado tratamiento de la patología que presentaba DAM. A pesar de haber tenido una prescripción adecuada en dosis y posología para su trastorno toxicofrénico, al respecto, no podemos descartar que esta medicación no haya influido en el desenlace fatal".
De acuerdo con sus afirmaciones, no se realizaron en los últimos 14 días previas al deceso "controles cardiológicos ni de laboratorio (ionograma, función hepática y renal)”. “La internación domiciliaria post externación CLIO no fue tal, ya que no existieron los lineamientos mínimos de tal internación en un paciente de la pluripatología compleja que presentaba Diego Armando Maradona", determinaron.
Con el informe completo en sus manos, los fiscales van a evaluar el grado de participación de todos los integrantes del equipo médico: "No es lo mismo la participación de Luque que la de un enfermero que no podía tomar los signos vitales o darle la medicación al paciente. La hipótesis de los fiscales es la de un abandono de persona o homicidio simple con dolo eventual", resaltaron.
El horario real de su muerte contradice las primeras declaraciones de los allegados de Diego, sobre todo la de la enfermera Madrid, quien había señalado que el ídolo se había levantado por la mañana. Las fuentes resaltaron que será una de las primeras en ser llamada a indagatoria, donde deberá explicar por qué razón "mintió" durante su primera testimonial. "Igualmente el principal apuntado sigue siendo Luque", le contaron a este sitio.
Maradona murió a los 60 años el 25 de noviembre de 2020, en una casa del barrio privado San Andrés, de Tigre donde transitaba una internación domiciliaria que está bajo investigación. La autopsia había determinado que murió como consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada" y descubrieron en su corazón una "miocardiopatía dilatada".
Informe de la Junta Medica de Diego Armando Maradona by Alejo German Paredes on Scribd
Los fiscales se preguntan por qué sucedió esto y si los contratos firmados y el rédito económico que generaba tener activo al exastro futbolístico y por entonces DT de Gimnasia, tuvo alguna influencia en su desenlace. Ya tienen bajo la lupa la actuación de algunos miembros del entorno que convivían con el "10" y, más hacia arriba en la cadena de responsabilidades, a sus empleadores, es decir, a los responsables de toda la "maquinaria Maradona" que estaba dirigida por Morla.