por Matias Ayrala
15 Mayo de 2021 08:00Desde muy pequeño, Diego Chicou supo que sería músico. Los sentimientos que le producían las canciones hicieron que aprendiera a tocar diversos instrumentos. Cuando creció, su oficio ya tenía un camino. El 8 de abril, el cantautor estrenó el video clip del primer corte de difusión Aquí y ahora, tema que le da nombre al disco que fue hecho durante la cuarentena sanitaria, con excepcionales músicos, trabajaron a la distancia.
Pero la carrera de Diego es gigante. Ha compuesto éxitos para grandes artistas. Pero también se lució en otros ámbitos. Por ejemplo, Chicou es el autor de infinidad de singles comerciales que han quedado grabado en la memoria colectiva. Además es el compositor de infinidad de canciones de Videomatch: como Marta, el tema que cantaba Sergio Gonal caracterizado como el Lobizón del Oeste, las recordadas canciones de Yayo, y hasta el disco del Oso Arturo.
“En 2018 edité mi primer disco. Volviendo a mí y ahora en medio de la pandemia, me he tomado todo con mucha filosofía y calma. Ya tenía todo el material listo para grabarlo en 2020, así que no cambiamos los planes. Cuando apareció esta sorpresa a nivel mundial, no lo quise postergar. Ya venía experimentando con otros músicos con los que grababa covers, así que me dije que era la oportunidad de hacer el disco”, cuenta el cantante.
-¿Cómo fue esa experiencia?
-Lo hicimos de manera remota y llevo mucho más tiempo y laburo. Pero logramos un muy buen resultado. Cuando tuve todo el material, lo mandé a Los Ángeles, donde se mezcló y remasterizó. Así que ellos me devolvían las mezclas, yo les daba mi mirada, y así estuvimos con idas y vueltas, hasta que quedó óptimo. Y pude editarlo a principios de este año.
-¿A nivel técnico qué diferencias notaste?
-Lleva mucho más tiempo. Es más engorroso porque no se puede dirigir al músico. Uno le da las pautas y espera que el otro lo entienda bien y mande la toma que uno le pidió. En el estudio es más rápido porque eso se resuelve en un ratito y hay recursos para pinchar en el medio de una toma y corregir. Acá eso no existió. Así que era esperar que llegue el material, emparejarla con el resto de los músicos, escucharla y decidir si estaba ok o había que empezarla de vuelta. Por eso el disco me llevó casi 10 meses en lugar de dos o tres.
-El disco y el primer corte se llama Aquí y ahora, ¿por qué ese nombre y esa letra?
-Nació de mi filosofía de vida. De un tiempo a esta parte, intento vivir con esa filosofía. Vivir el momento, el presente, que yo llamo la vida consciente. Y no estar enviciado en vivir en el futuro o en el pasado, porque la mente generalmente nos lleva del pasado al futuro y eso nos genera un estrés terrible. Entonces lo que experimento de un tiempo a esta parte, es disfrutar del aquí y del ahora. También medito, entonces, tengo una vida bastante espiritual. Y me pareció bueno bajarlo una letra para concientizar un poco, viendo a la humanidad que vive de una manera tan liviana.
-¿Cómo empezó tu historia con la música?
-Nací con mi música. Desde que tengo uso de razón siempre estuve tocando un instrumento. Esa debilidad y sensibilidad por la música nació conmigo. Y en todos los actos del colegio, estaba arriba del escenario para hacer música. Cuando crecí, esa pasión me llevó a dedicarme a eso profesionalmente. Entonces, por otro lado, veía una realidad que era difícil subir a un escenario y vivir de eso. Entonces busqué opciones para vivir de eso.
-¿Y qué caminos encontraste?
-Empecé haciendo singles publicitarios para radio y televisión. Después hice música para teatro. Y una cosa fue llevando a la otra hasta que terminé trabajando en VideoMatch, con Marcelo Tinelli, durante 10 años. Ahí experimenté el mundo de la televisión siendo un músico. Más tarde, eso me abrió caminos con varios artistas del mundo de la música y me llenó de conocimientos para desarrollar mi propia historia y sentí que me debía un disco para mí, porque siempre escribí para otros. Ahora llegó el momento de hacer mis propias canciones.
-Hablaste de Tinelli y de Videomatch, ¿qué canciones hiciste en esa etapa?
-En realidad, entré a la producción como un productor musical dentro del staff de VideoMatch. Mi labor era ponerle música al humor. Entonces hacía todo lo que era Raporteros, Los Jaimitos, los TaxiBoys... Todo lo que llevara música, pasaba por mí. Entonces ahí iban surgiendo cosas. Entre ellas, aparece Marta, que cantaba Sergio Gonal caracterizado como El Lobizón del Oeste.
-¿Cómo fue creada esa canción?
-Marta fue creada para un sketch que se llamaba Tropimatch, que era Sergio Gonal, hacía una parodia de programas bailanteros. Ese tema lo escribo yo y cuando lo escucha Marcelo, con esa sensibilidad y visión que tiene, nos propone sostener ese sketch hasta que tengamos 12 canciones para editar un disco. A mí me parecía una locura. Pero él la vio antes que todos. Así fue. Cuando tuvimos todas las canciones, grabamos y fue un éxito. En tres meses, hicimos cuatro discos de platino y salimos de gira. Fue una locura.
-¿Escribiste otras canciones y grabaste más discos de Videomatch?
-Sí todos. El del Oso Arturo, Yayo, Waldo, Riquelme, el Show del chiste y Corona. Casi 10 discos grabé.
-Sin dudas, todos esos personajes de Videomatch que me nombrás marcaron a muchos con esas canciones. Pero, en el medio, el mundo cambió. Por ejemplo, la canción Marta o los temas de Yayo ya no forman parte de un humor aceptado por todos y todas. ¿Cuál es tu mirada sobre ese tema?
-Cuando eso surgió era otro mundo, eran otros códigos, otra comunicación, otra televisión, otra manera de relacionarse de forma humana. Han pasado 25 años y el mundo fue evolucionando. Y cambiaron un montón de cosas. Ese tipo de humor también cambió. Hoy no sería aceptado. Por supuesto. Pero bueno, en su momento, se veía como algo normal y se consumía y la gente lo celebraba.
-¿Cómo era para vos como músico trabajar con humoristas y actores?
-Lo viví con bastante naturalidad. Incluso lo que vivo en la actualidad. Si aparece, fluye. Cuando era pibe y estaba metido en medio de esa mega-producción y mega programa, no era demasiado consciente donde estaba metido. Creo que después, con los años, miré para atrás y me dije: “¡Wow! Miré dónde estaba laburando”. Lo dimensioné después de varios años. En el momento, no me daba cuenta. También era la vorágine del laburo. Era todo muy vertiginoso digamos. Se laburaba muchísimo y prácticamente sin horarios. Eso te saca un poco de la realidad y no te deja ser consciente.
-¿Y a nivel compositivo qué diferencias hay entre aquel momento y ahora?
-Cambió todo. Digamos que pasé de la cocina al living en cierto sentido. Como te decía, ahora escribo para mí y mis propias canciones. No tengo más parámetros. Cuando trabajaba on demand, todo tenía estilos y un tipo de letra. Ahora escribo escuchando sólo mi corazón. No tengo ningún otro parámetro. Por eso, es totalmente nuevo esto para mí. Siempre estuvo enmarcado en un entorno y hoy estoy despojado de todo eso. Pasa más por un lugar de sensibilidad y vibración que de una pauta que me llegue.