La polifuncionalidad de Diego Reinhold como artista es muy reconocida, al menos en el ambiente teatral y del espectáculo. Bailarín, actor, músico y hasta, a veces a su pesar, humorista, son algunas de las áreas en las que se destaca. Aunque también tiene un costado social que muchos desconocen, ese que lo compromete a impulsar la asociación civil Conceptos Sencillos y el hogar de niños que, con muchas dificultades, llevan adelante.
En la actualidad protagoniza Argentina al Diván junto a Daniel Casablanca en el teatro Picadilly de avenida Corrientes 1524, una comedia reflexiva sobre la historia nacional, en la cual él interpreta a un psicoanalista que hace que el país reflexione sobre sus orígenes y perspectivas, en tono de humor y con la intencionalidad de evitar la tan mentada grieta.
"Es la mismísima Argentina corporizada en una señora entrada en años, rica pero que siente que le robaron todo, medio psicótica, medio temerosa, medio engreída, que está todo el tiempo diciendo que sola no se puede administrar, está mal aconsejada. Con todo esa problemática va a un psiquiatra, que es como una especie del argentino medio, que sabe perfectamente cuál es el tratamiento justo que hay que darle a la Argentina. Y por supuesto siempre se equivoca y la deja peor de lo que estaba", explica Reinhold ante BigBang.
"Hacemos un recorrido histórico por los momentos principales de nuestra historia, pero no en un sentido político, sino más bien cultural, de idiosincrasia, de inconsciente colectivo. Y nos metemos por esas cosas psicoanalíticas, medio históricas. Es completamente un grotesco, una comedia disparatada donde la idea no es bajar línea ni meternos ideológicamente con ningún bando, sino jugar con nosotros mismos, nuestra historia, deseos, frustraciones, con lo que tiene que ver con los inicios de la Argentina", profundiza el actor.
Se plantean abordar un humor político, pero sin grieta, ¿cómo es esa experiencia? ¿Se puede?
- Sí, claro. Hay algo en lo que sí estamos todos de acuerdo y quizás hoy hay pequeños grupitos de personas que se pueden quedar afuera: el límite es la democracia. En eso sí nos plantamos en la obra. En el derecho humano, en ser ciudadanos de derecho, que implica la democracia y las repúblicas. Hablamos de los golpes que recibe la Argentina. Crecía un poco, un golpe. Otro poco, otro golpe. Como que quería crecer y desarrollarme, tenía utopías, pero cada tanto me la daban. Ese sería el límite de nuestro cuento.
Vamos hasta el 2001 porque hasta ahí estamos todos de acuerdo más o menos en lo que pasó. Si avanzáramos después creo que sí entraríamos en zona peligrosa. Por eso, respetando y queriendo que todo el mundo disfrute del espectáculo, vamos hasta ahí. Dándonos cuenta al final, como una especie de déjà vu siniestro y fatal, que todo se vuelve a repetir una y otra vez, pero en un nivel más bajo cada vez.
Últimamente se instaló un debate respecto a los límites del humor. ¿Se puede hacer humor de todo?
- La vida no tiene límites, la imaginación no tiene límites, el humor no tiene límites, la poesía no tiene límites, la plástica, el arte no tiene límites. Pero hay condicionamientos, coyunturas, lenguajes, prejuicios, respetos, que van pasando a través de las épocas. La humanidad ha llegado a prohibir a Beethoven, se han llegado a prohibir cosas que ni siquiera tienen un sentido literal sino que hay una cosa sonora que provocaba cosas en las minas. Todo tiene un momento y un lugar, y un momento que es inadecuado. Yo cuando era chico recuerdo que en el colegio hacía chistes de judíos muy horribles, que se contaban en mi familia. Cosas espantosas, que si hoy las pienso, era absolutamente cruel y desalmado.
Creo que tiene escenarios el humor. Y hay que respetar situaciones dolorosas. Tiene que tener respeto. Hoy podríamos hacer chistes sobre el Titanic y creo que nadie se sentiría tan tocado o dolido, pero no podés con cosas muy recientes. Y quizás en algún momento digamos: 'No, tampoco el Titanic se puede', porque entramos en estados de conciencia más abarcativos. Siento que hay que respetar y que hay que entender la evolución de la conciencia y cómo nos vamos despertando a nuevos paradigmas, nuevas inclusiones. Pero en el fuero íntimo subconsciente, no. Nada tiene límite.
Me pasa que tengo un unipersonal que lo hago hace muchísimos años y hay chistes que los tuve que ir cambiando a medida que fueron pasando los años, y eso me sorprende a mí. No pasa ni una década y ya no se pueden decir, ya no causa lo mismo, ya me provoca a mí algo distinto. En el humor, pero en todo. A la maja la tuvieron que pintar vestida en algún momento, porque no podía estar desnuda.
Quienes te identifican por ser una personalidad, muchas veces desconocen el trabajo social que hacés y encabezás.
- Sí, por eso también vengo mucho a hacer notas y todo eso, porque ayuda mucho. Hemos logrado casi unos 50 mil seguidores en Instagram, en @Conceptossencillos. Esa es nuestro nuestro perfil de la asociación civil, que hoy la principal acción tiene es el hogar mariposa, donde tenemos 14 pibes y pibas de 0 a 6 años. Son muy chiquititos, son casi 60 pañales por día que tenemos que usar y miles de situaciones que hay que abordar.
Estamos en una situación muy compleja en particular, porque llegamos a un límite. Siempre nos pasa que avanzamos y el límite de la plata nos vuelve a acogotar. Hoy estamos en un momento de esos. Podríamos decir que nos vinieron 250 mil pesos de luz, pero no es solamente el tema ese. Hay miles de situaciones para abordar en el hogar, que se van complejizando. Ahora tuvimos que cambiar varios colchones y conseguimos la donación.
Fundamentalmente lo que nos ayuda es el dinero, porque después con eso nosotros hacemos todo. Pero de pronto si aparece gente que quiere donar pañales, nos vienen perfectamente bien. Óleo calcáreo, toallitas húmedas. Todo lo que significa la higiene y el cuidado de los bebés, es fundamental. Ya en breve estamos sacando una rifa donde vamos a ofrecer unas obras de arte para la gente.
'Conceptosmariposa' es el alias. Pero si te metés en el Instagram de Conceptos Sencillos, en las historias destacadas dice cómo donar. El tema de la popularidad es que te abre muchas puertas y te permite hacer una conexión entre el mundo de lo social y la gente, y entonces esa ventana que provoca el artista popular se siente muy bien, porque es ser el canal de algo que provoca cosas positivas.
El mundo, el presente y las preocupaciones
"Veo que hay una pulsión rebelde en la gente hacia el sistema, pero van más allá. Llegan hasta las vacunas, a pensar que el cáncer se cura con la mente", cuestiona Reinhold, en tono crítico al escepticismo social que se respira en la actualidad. "La ciencia es la que te otorga derechos, la que te hace sentir sujeto de derecho también. Porque las ciencias sociales son las que despiertan la mente y llevan a entender que hay un poderío intelectual que te hace crecer, que te expande, que logra beneficios para vos, como hacerte vivir más y mejor", agrega.
"Siento que hay algo del dinero que confunde por completo a la gente. Porque creen que el dinero les pertenece, pero no tienen conciencia de dónde viene, cómo se hace eso. La idea de la propiedad como una cuestión tácita o fundamental de la vida. Y ahí se pisan la cola. Porque tenés que entender que son convenciones que nosotros tomamos para poder tener un paradigma en el cual pararnos. Pero no es así. No son así las cosas. Son arquitecturas intelectuales, en todo caso", reflexiona el protagonista de Argentina al Diván.
"El dinero no dice tu nombre, dice Banco Central de la República. El dinero se se hace para dinamizar la economía, para que la gente lo tenga en el bolsillo, no para que se lo queden unos tipos que generan unos rulos ahí que terminan quedándoselos cuando se imprimen. Lo mismo que la tierra. Las propiedad de las cosas están para que la gente la tenga. No para que los tipos hagan el negocio. Y ellos se quedan en esa parte neurótica del sistema", insistió Reinhold.
Se vio un embate a la cultura por parte de Javier Milei y en particular ataques directos a artistas, como Lali Espósito. ¿Cómo te interpela en lo personal que haya un presidente que tenga estas formas y ataque a toda la industria cultural del país?
- Mis padres salieron a festejar el golpe de Estado de 1976. Hoy ellos dicen: 'Nos da vergüenza lo que hicimos'. Tengo un familiar directo que lo votó y no le hablé más. Un poco me siento mal con todo eso, porque no puede ser que porque pone un papel en una urna. Pero hay algo que estoy pensando directamente en empezar a mandarle estas noticias para que él vea y tener un punto de contacto, aunque sean la discordia, de todo eso.
Por supuesto que es terrible. No sé cómo se enfrenta esto. Me sale decir, y lo digo desde lo emocional, no creo que sea con política que esto se arregle. Pero bueno, no sé. Estoy un poco frustrado yo también de todo lo que veo. También me siento un poco frustrado de la política. Si bien sé que está mal decir eso, porque creo que me estoy desorganizado y tengo que organizarme para poder llegar a algo.
Estoy muy triste. Otro familiar directo mío llegó a decir que la gente de Gaza se tenía que correr. Y yo me quedé... yo tengo un hogar de pibes. O sea, ¿cómo se tiene que correr? ¿Dónde se tienen que correr? 'Ya avisó Israel que se tienen que correr, que se corran'. Pierdo el punto de contacto, pierdo todo. Empiezo a decir: 'No te hablo más'. Me agarra una especie de intolerancia pero desde la tristeza, de protegerme. En un punto quiero castigar a mis familiares para poder castigar a los de arriba.
Vos abandonás la posibilidad de convencerlos...
- Lo que pasa es que no tengo la capacidad analítica, emocional, de seducción, para cuando alguien me dice una frase así. Es tal el nivel de violencia que mejor te corro de mi vida y sigo yo con mi gente. Está mal, porque en realidad quizás con siete palabras justas se le desarma todo eso, porque para mí es obvio por dónde van los tiros.
¿Te interpela directamente la situación que está viviendo el pueblo palestino en Gaza? Recordemos que la cifra más optimista habla de 40 mil muertos con una mayoría de niños y niñas.
- Más el gueto y la hambruna en la que los han metido, sin acceso absolutamente a nada, ni al agua. Es demasiado, es un montón. Pero claro, te marea mucho, porque está provocado por un Estado que está conformado por un pueblo, que también pasó por algo terrible. Entonces todo esto es tan confuso, tan tan difícil de comprender. Además, en el análisis más exterior e improvisado, yo podría decir que lo único que están generando es más de lo que los perturba. Porque si yo soy un pibe de Gaza, la única que me queda es ser terrorista. Porque en el dolor que yo tengo adentro lo único que va a provocar es el odio más inmenso, más loco, más desquiciado y psicótico que te puedas imaginar. Yo me voy a volver loco, voy a salir a matar.
Para mí es obvio que haciendo lo que están haciendo, lo único que están provocando es más de eso. Entonces el fin no era ese. Ahí hay algo por detrás. Porque es obvio que lo que están haciendo es peor para vos. Entonces ahí hay algo más que yo empiezo a desconocer. Seguramente hay muchas cosas que en el tablero geopolítico que desconozco. Y no se qué hacer. Y no solamente están pasando en la franja de Gaza ese tipo de cosas. En la historia se van repitiendo la guerra y el odio entre los pueblos. Pero bueno, lo de Gaza es horrible. Realmente es horrible. Además llegan un montón de imágenes todo el tiempo y uno tiene que ver ese dolor. Y por decir esto a mí me han llegado mensajes a mis redes diciendo que soy antisemita. Me quedo absorto. No sé qué decir. No lo puedo creer. No sé por dónde se sale.
El futuro y más reflexiones
"El hombre está destinado a la gloria, a la vida eterna, porque en eso están los científicos, lo están por descubrir. Está destinado a algo muy zarpado, muy poderoso, muy alucinante, que tiene que ver incluso con la conexión cósmica y andar saber con qué inteligencias en fin", asegura Reinhold, en un lapsus de confianza en el destino de la especie.
"Yo creo que podríamos estar al borde de un nuevo oscurantismo tecnológico en donde nos pongan la pantalla en la cabeza, y andá a saber cuánto tiempo la gente entre y quede así atrapada en ese mundo virtual y capitalista al mango. Pero es imposible frenar el viaje hacia ese gran momento de la humanidad. Lo que pasa es que puede ser dentro de 5.000 o 20.000 años", afirma el bailarín.
Como artista está buenísimo que te metas en estas cuestiones, que muchas veces en este mundo de influencers, donde no toman posición por nada para no perder seguidores...
- Eso es parte del oscurantismo que yo creo que se viene. Galileo Galilei, Giordano Bruno, que fue quemado vivo con la lengua atada. Fue porque el tipo decía que había otros mundos, que por supuesto la Virgen no era virgen. Había sido profesor en un montón de universidades de Europa. Tuvo muchas oportunidades de desdecirse, le dieron muchas oportunidades desde la Iglesia. Hasta que el tipo dijo: 'No, yo voy con la mía'. Hoy leés todo lo que decía Bruno y eran todas las cosas que hoy ya sabemos que son así. Y después de su muerte hubieron muchos años, diría un siglo entero, en donde no hubo ningún tipo de avance. O sea, lograron, a los influencers de esa época, callarlos y no seguir avanzando, porque podían ser perseguidos. Hoy se puede leer en 'pierdo seguidores'.
En contraposición a todo esto que ves, ¿qué proyectos tenés a futuro en el mundo del arte?
- Hacer plata y crecer en seguidores (Risas). Estoy explorando como director. Me gusta mucho eso. Siento que ahí tengo toda la botonera para tocar. Eso me encanta, me voy equivocando también con eso. Y está buenísimo. Acabo de hacer una experiencia como director con Sebastián Presta que me salió espectacular. Hace tres años estamos haciendo Mi madre, mi novio y yo en el teatro La Plaza y sigue estando en cartel y la voy a ver y digo: 'Qué bien que salió esta, no se puede creer'. Vamos por la que viene. Estamos armando una nueva, sabiendo que va a ser muy difícil de superar.
Voy a hacer con Elena Roger en noviembre un espectáculo precioso que hicimos hace 20 años. Con una orquesta en vivo. Es un homenaje a la cantante italiana Mina. Entonces agarramos todo su repertorio y hacemos todo un recorrido por eso, con una puesta en escena súper surrealista. Además es hermoso juntarme con Elena después de 20 años y volverlo a hacer. Vamos al teatro Lola Membrives. Eso va a ser espectacular. Yo toco ahí el saxo un poco y canto. Seguramente bailemos un poco también. Después tengo proyectos míos personales de la vida.