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"¡Dios, no soporto el éxito!": a 28 años del suicidio de Kurt Cobain, sus oscuros diarios íntimos

Cómo fueron los últimos días del líder de Nirvana.

06 Abril de 2022 07:00
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El 5 de abril de 1994, hace exactamente 28 años, Kurt Cobain se volaba la cabeza de un escopetazo. Así terminaba Nirvana, la banda de Seattle que hizo un culto de la apatía (o de la imposibilidad de vencerla) y fundó el grunge. Kurt tenía 27 años, una hijita y acaso muchísima música por delante. Impresiona pensar que hoy tendría, apenas, 54 años. Pero a la vez quizás sea imposible imaginarse una banda como Nirvana sin la enorme carga de angustia existencial de su fundador.

 

Kurt Cobain (1967-1994) 

En 1992, Nirvana se estaba llevando el mundo por delante. Sólo otra banda le disputaba el cetro: Guns N' Roses. Una y otra eran francamente opuestas por el vértice. Una y otra vinieron a la Argentina en el mismo año. El 9 de septiembre de 1992, un mes antes de la visita de Nirvana, Axl, Kurt y Courtney Love se cruzaron en la entrega de los MTV Awards. Courtney, que estaba embarazada, le hizo una broma amable y hasta cariñosa a Axl: "Deberías ser el padrino de nuestra hija".  Axl le respondió de un modo agresivo que no tenía ninguna relación con el comentario. Probablemente estaría "cruzado" por alguna cuestión que jamás sabremos. 

Así nació una rivalidad que, a la luz de la estética de cada banda parece perfectamente comprensible, pero lo cierto es que a Axl le encantaba Nirvana y alguna vez les había propuesto compartir una gira junto a Metallica y Kurt Cobain le dijo que no. Tal vez por eso mismo fue la pelea. Tal vez, Courtney, sin querer, echó nafta al fuego. 

El 30 de octubre de 1992, Nirvana dio uno de los shows más polémicos de su historia. Fue en el estadio de Vélez Sarsfield. La banda estaba frenética por el recibimiento agresivo y sexista que habían tenido Calamity Jane, las teloneras. El público les gritaban "putas", les mostraba los genitales. Fue el último show de las Calamity.  En solidaridad con ellas, Nirvana decidió no tocar su megahit, "Smells Like Teen Spirit", pero más que eso: amagó durante toda la noche con tocarlo y dejó con las ganas al público. Fue un perfecto "hit interruptus". 

El clima de hostilidad entre los músicos y el público fue más que evidente. Escuchar el bootleg del show o mirar el video que aparece aquí abajo, sin embargo, sigue estremeciendo. Nirvana tocó con bronca y la rompió. Quienes estuvimos allí aquella noche tuvimos una sensación de desconcierto: Cobain, Novoselic y Grohl tocaron para ellos, no para nosotros. Hay quienes dicen que fue el peor show de la historia de la banda. Es una manera de verlo, pero también podemos pensar que no hicieron lo que esperábamos de ellos y que ahí, justamente, estuvo la gracia. 

"Lo que hice fue colocar pedazos de poesía y sólo basura y material que me encantaba en aquel entonces, y muchas veces escribo letras sólo en el último minuto porque soy muy perezoso, entonces... entonces no entiendo porque la gente intenta buscarle algún significado", dijo a la Rolling Stone Kurt Cobain sobre "Smells Like Teen Spirit", la canción que no tocó para molestar a sus fans argentinos. Tal vez a su pesar, la canción se convirtió en un himno generacional y uno de los grandes clásicos del rock de todos los tiempos. 

“Nirvana me ha ayudado a hacer mi trabajo. Creo que el mundo se puso realmente aburrido, hartante y frustrante. Creo que mucha gente conocía la existencia de ese sentimiento y resulta que Kurt encontró la canción que daba en ese blanco (Smells Like Teen Spirit) y permitía que la gente lo expresara. Y me gustaría hacer todo lo que pudiera para avalarlo. Por eso queríamos que tocaran con nosotros”, dijo, justamente... ¡Axl Rose!

Kurt Cobain, Krist Novoselic, Dave Grohl: Nirvana.Pensar en Nirvana como "Los anti Guns N' Roses" es una síntesis un poco exagerada, pero sirve en cierto modo para entender parte del problema de Cobain: una persona que llega alto, altísimo, tan alto como nunca le interesó llegar. Alguien que descree del 'star system' pero no puede evitar convertirse en una gran estrella. 

La escopeta Remington con la cual Cobain se quitó la vida. “Me siento como un cretino escribiendo sobre mí mismo como si fuera un icono semidivino del pop rock americano o un producto confeso de una rebelión de elaboración corporativista, pero es que he oído tantas historias y declaraciones de mis amigos disparatadamente exageradas y leído tantas interpretaciones freudianas mediocres y patéticas basadas en entrevistas que hablan de mí, desde mi infancia hasta el estado actual de mi personalidad y de mi fama de heroinómano perdido, alcohólico, autodestructivo, aunque abiertamente sensible y delicado, frágil, sosegado, narcoléptico, neurótico, un pobre diablo dispuesto en cualquier momento a meterse de sobredosis, tirarse de un techo, volarse la tapa de los sesos o las tres cosas a la vez. ¡Dios, no soporto el éxito! ¡Y me siento tan culpable!” , escribió Cobain en sus diarios, publicados por Courtney Love luego de su muerte. Allí, Kurt también describe las razones de su adicción a la heroína.

Kurt juega con fuego en una producción fotográfica. "Decidí consumir heroína a diario debido a una dolencia estomacal que llevaba sufriendo desde hacía cinco años y que me había llevado literalmente a pensar en el suicidio. Todos los días de mi vida durante cinco años. Cada vez que tragaba un bocado de comida sentía un dolor atroz que me daba náuseas y ardores en la boca del estómago. El dolor se volvía aún más fuerte cuando iba de gira debido a la falta de unos hábitos alimentarios correctos y regulados, y de una dieta adecuada. Desde el comienzo de dicha afección me he sometido a diez intervenciones distintas en las zonas gastrointestinales superiores e inferiores que han reveladouna inflamación brutal en el mismo punto. He consultado a quince médicos distintos y he probado unos cincuenta medicamentos para la úlcera. Lo único que he visto que funcionaba eran los opiáceos fuertes. Había muchas veces que me veía literalmente incapacitado en la cama durante semanas, vomitando y muriéndome de hambre. Y llegué a la conclusión de que bien podría ser un yonqui si ya me sentía como tal"

Kurt sigue jugando con fuego. "Tras la última gira europea juré que no volvería a ir de gira a menos que pudiera ocultar o resolver mi problema de salud. Me pasé cerca de un mes inyectándome heroína, pero luego me di cuenta de que no podría conseguir drogas cuando fuéramos a Australia o Japón, así que Courtney y yo nos desintoxicamos en la habitación de un hotel. En Australia tuvimos que cancelar unos cuantos conciertos porque el dolor me dejaba inmóvil, doblado en dos en el suelo, vomitando agua y sangre. Me estaba muriendo literalmente de hambre. Bajé de peso hasta casi cincuenta kilos. Siguiendo el consejo de mi manager, me llevaron a un médico que me dio fiseptona. Las pastillas parecieron funcionar mejor que cualquier otra cosa que hubiera probado antes. Poco después de reanudar la gira vi que en la letra pequeña del frasco decía: 'Fiseptona: contiene metadona'. Otra vez enganchado".

Kit de Kurt para consumir heroína. "Sobrevivimos a Japón, pero para entonces los narcóticos y la gira ya habían empezado a hacer mella en mi cuerpo. Y no me encontraba mucho mejor de salud que cuando dejaba la droga. Al volver a casa me encontré con que Courtney se había vuelto a enganchar, así que ingresamos en un centro de desintoxicación donde permanecimos dos semanas. Ella se recuperó. A mí me volvieron al instante los mismos dolores y náuseas de siempre, y decidí suicidarme o acabar con el dolor. Me compré una pistola, pero me decanté por las drogas. Seguí con la heroína hasta un mes antes de la fecha prevista de nacimiento de Frances.”

Kurt y Courtney con la pequeña Francis Bean.Cobain  dejó una hija de 20 meses, Francis Bean, que hoy tiene 22 años y no gusta especialmente de la música de Nirvana. En una entrevista que concedió a la revista Rolling Stone, Frances Bean dijo:"Él va más allá de la vida, y nuestra cultura está obsesionada con los músicos muertos. Amamos ponerlos en un pedestal. Si Kurt hubiera sido otro joven que abandonó a su familia en la forma más horrible posible... Pero no. Él inspiró a la gente hasta ponerlo en un altar para convertirlo en San Kurt. Se convirtió en algo más grande después de morir".

Francis Bean con Courtney Love, en 2015. "Kurt llegó al punto en el que eventualmente tuvo que sacrificar todo  lo que era para este arte, porque el mundo se lo demandó. Creo que eso fue uno de los principales factores, tanto como el hecho de que no quería estar aquí y pensar que todo el mundo sería más feliz sin él...Quería que su banda fuera exitosa, pero no quería ser la fuckin' voz de una generación", dijo Frances Bean.   

La música de Nirvana sobrevivió al suicidio de Kurt. El unplugged que la banda grabó para MTV permite distinguir que, debajo de las guitarras distorsionadas, había grandes canciones. Tal vez alcance y sobre con recordarlo de ese modo: como un chico que escribía grandes canciones.