Para el Pájaro que lo mira por TV. Aunque suele ser muy reservada a la hora de hablar de su vida sentimental, Charlotte Caniggia no tuvo ningún problema en revelar detalles de sus gustos sexuales. “Soy una femme fatale: fogosa y creativa”, se definió.
Charlotte reconoció que ya se sometió a cuatro cirugías estéticas.
"Tengo una colección de disfraces: tengo trajes de policía, enfermera y un montón más
Según la morocha de 23 años, en la intimidad “vale todo”. “Soy muy fogosa en la cama. Sensual y re creativa”, advirtió en diálogo con la revista Caras, para luego detallar: “Tengo una colección de disfraces: tengo trajes de policía, enfermera y un montón más. Un body de leopardo con plumitas y un antifaz haciendo juego”.
Estaba de novia con un español, pero lo dejó cuando firmó contrato con Ideas del Sur.
"Me animo a todo, excepto un trío porque no me gusta compartir. Soy muy celosa
Pero no todo es lujuria y pasión. En la cama, Charlotte tiene un límite. “Me animo a todo, excepto un trío porque no me gusta compartir. Soy muy celosa. ¿Qué es lo que más me halagan? Las lolas, tienen mucho éxito”.
Las claves del hombre ideal de Charlotte
“Me gustan los chicos que se cuidan y están bien marcados”.
“Se tiene que vestir bien: si se viste mal, ya no me atrae”.
“Tiene que tener una Ferrari, obvio”.
Dice que volvió al morocha para sentirse "más natural".
Y está libre. “Antes de venirme para acá estaba saliendo con un chico de España, pero se cortó porque me vine. Lo conocí en un boliche en Madrid, salimos a comer un par de veces y me gustó”, confesó. “Es morocho y tiene buen físico. Siempre me gustaron los chicos que se cuidan, se visten bien y están bien marcados. Si se visten mal, ya no me atraen. Él era un buen candidato: tenía una Ferrari, obvio”.
Un polémico cocktail de cirugías
La hija de Claudio Paul reconoció que el atributo físico más piropeado por los hombres es su escote. ¿El detalle? Se hizo las lolas a los 19 años, cuando se sometió a una batería de retoques estéticos a cargo del cirujano Alberto Ferriols.
Rubia y tras un retoque de nariz: igualita a Mariana Nannis, su mamá.
"Me hice una rinoplastia, una cosa muy chiquita porque no tenía ningún complejo pero quería verme mejor
Desde entonces, la autodenominada modelo es criticada por sus cambiantes rasgos, pese a que siempre aclara que sólo se hizo “algunos retoques estéticos”. Según Charlotte, lo único que cambió de su cuerpo fue su nariz, sus labios, las lolas y algunas de sus curvas.
Las cuatro cirugías blanqueadas por Charlotte
"Me hice una
rinoplastia, una cosa chiquita porque no tenía ningún complejo, pero quería verme mejor"
"En los
labios me puse
relleno de ácido
hialurónico, que es una sustancia que te inyectan sin anestesia. Con el tiempo el producto se disuelve, no es algo que queda para toda la vida"
"También me hice una
liposucción"
"Las
lolas me las hice porque no tenía mucho. Pesan medio kilo cada una".
"Mis lolas pesan medio kilo cada una. Ya me acostumbré y no me arrepiento", dijo.
Pese a que su mamá es fanática de los retoques, la morocha tuvo que lidiar con la negativa de sus padres. “En mi casa no estaban de acuerdo con que me operara tan chica, ni mi mamá, ni mi papá. Organicé el día de la cirugía, hablé con el médico y les avisé cuando ya las tenía hechas, no me pudieron decir nada”.
Es fanática del retoque digital de sus fotos: la critican mucho en las redes por hacerlo.
"El cirujano me recomendó que por la contextura de mi cuerpo me pusiera prótesis más chicas, pero no le hice caso. ¡Yo las quería así y me las tuvo que hacer!
Dice que no se operaría la cola porque no quedaría "fino", pero se la retoca con photoshop.
Todas las decisiones vinculadas con las operaciones quedaron en sus manos y no se arrepiente. “Las lolas me las hice porque no tenía mucho. Le pedí a mi cirujano que me pusiera talle D (más de 130 centímetros). Él me recomendó que por la contextura de mi cuerpo me pusiera prótesis más chicas, pero no le hice caso. ¡Yo las quería así y me las tuvo que hacer!”.
Su cambia se ve distinta, ella dice que es porque creció y le cambiaron las facciones.
"Pesan medio kilo cada una, pero ya estoy acostumbrada. Quedé muy conforme con el resultado y no me arrepiento de nada
La hija de Nannis busca mantener el interés mediático por la familia.
El tamaño de sus lolas llama la atención, pero más lo hace su volumen. “Pesan medio kilo cada una, pero ya estoy acostumbrada. Quedé muy conforme con el resultado y no me arrepiento de nada”, aclaró. ¿Cuál es su límite? “Los pómulos nunca me los toqué y la cola menos. Con las lolas hechas, si me operara la cola parecería un camión y no es fino”, remató.
Aunque no come carnes rojas, Charlotte reconoce que come bastante mal.
"Los pómulos nunca me los toqué y la cola menos. Con las lolas hechas, si me operara la cola parecería un camión y no es fino
“Hace tres años que no me hago nada y me veo bien. No me obsesionan las cirugías. La gente tiene una imagen mía que es muy diferente a la realidad. Se cree que me operé 20 veces. Acá hay famosas que están mucho más operadas. Crecí, tengo 23 años y las facciones me fueron cambiando, pero no volví a tocarme nada”.
Los consejos estéticos y la dieta de la hija de Mariana Nannis
Aunque muchos se sorprendieron por la voluptuosa figura con la que regresó al país, Charlotte reconoció que le resulta complicado mantener una dieta equilibrada. Evita las carnes y el alcohol.
Pulposa: Charlotte regresó al país y mostró una figura más pesadita.
"Trato de comer sano, pero siempre me alimenté muy mal y comí lo que quise
“Trato de comer sano, pero siempre me alimenté muy mal y comí lo que quise. Dicen que hay que tomar mucha agua y comer frutas y verduras. Como verduras, pero nada de carne, ni asado. Me encanta el sushi y alcohol casi no tomo porque no estoy saliendo de noche”.
Su debut en al pista no convenció al jurado: su fuerte es la previa.
"Como verduras, pero nada de carne, ni asado. Me encanta el sushi y alcohol casi no tomo porque no estoy saliendo de noche
Para mantenerse, la morocha no evita el gimnasio, aunque invierte una fortuna en centros de estética y SPA para potenciar los resultados del trabajo muscular. “Voy todas las semanas. Me hago electrodos y masajes. No soy una obsesiva del cuerpo, voy al gimnasio y no estoy las 24 horas maquillada”.