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El nombre artístico hizo olvidar al real. Es “Don Cirio”, a secas. El DNI dice Horacio, pero los papeles a veces no significan mucho; de hecho una partida de nacimiento también indica que es el padre de Jésica Wanda Judith. Don Cirio, papá de Jésica, yerno de uno de los intendentes más poderosos del conurbano, Martín Insaurralde, se encadenó a la Municipalidad de Lomas de Zamora -dominios de su yerno- para reclamar por una vivienda y un problema de papeles.
El hombre llegó a la plaza de Lomas para hacer un reclamo un tanto extravagante sobre una propiedad en el barrio de Gerli. Con una cacerola y dos globos se puso a bochinchear para llamar la atención. El único que se le acercó fue un policía, que partió velozmente del lugar. Hace unos días, Cirio contaba su desesperada petición en un video subido a youtube. Allí decía que necesitaba ver a su yerno o hablar con su hija, que no lo quiere recibir. “Voy a tener que ir a Endemol o al teatro, y me va dar un patatús”, amenazó. Y advertía: “No me puedo organizar para ponerme con una carpita acá, pero ya lo voy a hacer”. Y lo hizo nomás.
HOY PASE UN HERMOSO DIA EN LUJAN CON AMIGOS @ElTopoRizzo Y LE PEDI A LA VITGEN Q ABLANDE EL CORAZON DE MI HIJA @FCJesiCirio PARA CON TIZIANO
- HORACIO CIRIO (@HORACIRIO)
En su cuenta de Twitter, detalla el paso a paso de sus fallidas entrevistas en la Municipalidad y clama a la Virgen “que ablande el corazón” de su hija, sobre todo para su hermanito, el bebé Tiziano, fruto de otro matrimonio de su padre.
Don Cirio, papá de Jésica, un mediático que reclama por su vivienda.
El reclamo puntual es que la madre de Jesica, llamada Marta Elisa, vive en el domicilio que le correspondería a Don Cirio, porque esa era la casa paterna del hombre. En el momento de la separación la vivienda quedó para la madre de la vedette, y ahora el padre la reclama para su nuevo bebé.
Churrero y cantor
Horacio Cirio es un personaje pintoresco de la farándula. Cobró notoriedad gracias a su hija, la vedette convertida en Primera Dama de Lomas de Zamora Jésica. Sus apariciones televisivas, siempre rayanas con el grotesco, tuvieron momentos épicos.
Las peleas con Fernandito “Amigacho” y aquel conglomerado de mediáticos, como Zulma Lobato, los infaltables Jacobo Winograd, Guido Suller y su “hijo” Tomasito, lo catapultaron al podio de esa entelequia llamada “mediáticos”. Pero la misma dinámica de esa categoría lo deglutió rápido.
Intentó como cantante con canción propia llamada “Don Cirio”, que lo vende como “El artista que faltaba en la tevé”. Pero nada como su éxito “El Churrito”, con el que llegó a dar shows y a presentar sus canciones en “Pasión de Sábado”. Basado en su experiencia como vendedor de churros y bolas de fraile, el tema era alusivo a su actividad comercial.
La canción era deliciosa: “Sabroso, gustoso y rellenito/ yo sé que a vos te gusta mi churrito
A caballo de su hit, el bueno de Don Cirio recorrió boliches, corsos y fiestas privadas. Fue en la tevé donde anunció su casamiento con una joven; allí también presentó a su bebé y se lamentó porque su hija no lo invitó a su boda jet set con el intendente (en ese entonces firme aspirante a la gobernación bonaerense). Hoy la exposición ya no es la misma, y la tele, que supo cobijarlo como hijo mediático dilecto, le da la espalda.