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Eial Moldavsky en BBN: filosofía en un minuto, el streaming y el impacto que causa su nombre

El comediante forma parte de Sería increíble, en Olga.

por Eli Salas

25 Junio de 2023 08:00
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Eial Moldavsky dice lo que piensa. Incluso a la hora de definirse y erradicar de raíz conceptos que no lo representan. “Tal vez soy un streamer y me tengo que hacer cargo”, asume el filósofo y comediante con más dudas que certezas. 

 

Y si lo es, dado su pico de popularidad en redes (con videos virales de filosofía en un minuto) y su incursión en Olga, el nuevo canal de streaming de Migue Granados, el humorista busca la manera de abstraerse. “Es que autopercibirse streamer es muy duro. Siento que estoy 10 años tarde”, admite el egresado de la UBA, que de lunes a viernes conforma el plantel que se completa con Nati Jota y Leticia Siciliani en “Sería Increíble”.

 

“Levantarme 6 y media de la mañana es un cambio brutal. Hoy me desperté y quedé sentado al borde de la cama pensando en el sentido de la vida”, expone el hijo de Roberto Moldavsky al que, fuera de toda ironía, lo mueve el cambio y la búsqueda constante de “encontrarme a mí mismo”.

 

“Es una apuesta y lo sigue siendo. Ojalá pueda construir un lugar que tenga que ver con generar comunidad. También el medio arrancó con un estándar muy alto y la suerte de empezar con una audiencia muy buena”, comenta a BigBang, sobre el ciclo que tuvo 33 mil usuarios en vivo conectados en su debut.

 

-Igualmente vos ya tenés tu comunidad, un público cautivo de las redes que te consume.     

-Total, pero este formato diario crea un tipo de intimidad particular. Si bien soy un tipo que ama las redes y no solo las consumo, el tipo de comunidad que te da esto, no te la da Instagram o TikTok. 

 

-Buscado o no, tus videos de Filosofía en un minuto se volvieron casi un servicio a la comunidad.

-Se armó una cosa medio así, pero trato de que los videos no tengan ninguna bajada de línea muy clara ni una cosa autoayudística que no es un rubro en el que me siento cómodo ni una búsqueda mía. Pero todos tenemos el deseo de que alguien nos pueda, en un minuto, dar una solución mágica para las cosas y yo también la espero a veces.

 

-¿Cuál es la pregunta más frecuente por la que acuden a vos?

-Sobre las parejas. La infidelidad o cuando “mi pareja no me está contestando el mensaje”. Me dan ganas de decirle: “tal vez, tenes que hablar con tu pareja”. No es una cuestión de qué dijo Platón sobre que no te contesten los mensajes. Me parece súper tierno igual que piensen que yo puedo ayudarlos...

 

-¿Eso significa que ya te recibiste de influencer?

-Es una buena pregunta, yo creo que en la medida en que me abstengo de contestar, me abstengo de recibirme...

 

-¿Y cuál es la pregunta que vos más te haces?

-Cómo gestionar mi propia soledad y cómo habitar los momentos que te hacen bien. A veces la ansiedad en los proyectos personales va a una velocidad que termina atentando contra la propia creación. Y en esa vorágine de la búsqueda, que es valiosa porque tiene que ver con ser feliz, terminas quedando afuera del disfrute. Habitar la felicidad es algo muy difícil. La soledad, por ejemplo, es un tema que me acompañó toda mi vida y siempre me interesó.

 

-Respecto al amor, lo definís como un proceso doloroso, pero defendés la idea de continuar bien con tus ex.

-Siempre me pareció que por más que después cambien los formatos o la frecuencia, hay que tratar de conservar algo, en la medida de lo posible. Me da mucha bronca dejarlo en el olvido, porque es tan eventual que te suceda...  

 

-¿Seguís apostando a la monogamia o te planteás otros escenarios?

-Tengo mis momentos con los formatos de pareja. Para mí la única búsqueda es la de estar cómodo. Lo que sea que te haga dormir mejor, para mí está bien. Cualquier contexto en el que te sientas cuidado y la otra persona también. El formato o vínculo que sea, incluya o no a terceros.

 

-Fuiste de las personas que le sacó cosas positivas a la pandemia, sobre todo laboralmente.

-Fue un acelerador de procesos personales y laborales. Pero como fenómeno en sí, fue una tragedia y la pasé como el orto. Justo antes, de manera muy visionaria, había dicho: me voy a dedicar a lo audiovisual. Y al mes estábamos encerrados. Así que si alguien quiere un consejo, me lo pide y hace lo contrario que le va a ir bárbaro. 

Yo laburaba con mi viejo en teatro y en pandemia empezaron a funcionar los videos. Antes tampoco tenía tan claro qué quería estudiar y Filosofía siempre se posicionó como lo más razonable. Parecía que cuadraba conmigo. 

 

-¿Y en tu casa, se te vino la noche?

-La verdad se lo tomaron bárbaro, más allá del chiste que hacemos con mi viejo...

 

-¿Cuál?

-Que siendo comerciante, con un hijo que estudia Filosofía, hay grupos de ayuda para padres del Once... Pero más allá del personaje, él es sociólogo, mi madre abogada y es una familia que viene de las Humanidades.

 

-¿Tu mamá no te veía en Tribunales?

-Tuvo un cierto deseo de que yo me “tribunalice”, pero resistí. 

 

-¿Y cuándo te preguntaban de qué vas a vivir, qué contestabas?

-“Ya veré o voy a ir viendo”, decía. Hay gente que estudia algo y labura de cualquier otra cosa...

 

-Ahora podes decir que sos streamer.

-Me siento un poco grande para decir que soy streamer, me da cosita. Tal vez lo soy y me tengo que hacer cargo. 

 

-¿De tu nombre te haces cargo? ¿Quién te puso Eial?

-Calculo que mis padres, en alguna conversación. ¡Me encanta! En una época era: a ver cuánta gente decía ¿qué? después de que dijera mi nombre. Y casi el 89% de personas pregunta. Pasa que yo nací en Israel y allá Eial es como Matías. Y acá tuve que construir una vida explicando mi nombre.

 

-¿Y cuántos años viviste allá siendo un “Matías”?

-Tres años y ya nos vinimos para acá.

 

-¿El Kibutz, experiencia que vivió tu papá en Israel durante 10 años, nunca estuvo en tus planes?

-No, pero siempre me dio intriga. Y cada vez que escucho a mis viejos, porque los dos vivieron ahí, veo que eran muy felices. Es algo que sí me hubiera gustado vivir, un estilo de vida que, por momentos, pienso que vale la pena. Pero pasa el tiempo y lo veo cada vez más lejano...

 

-¿Como tu tesis de Filosofía?

-Mientras hablamos, ahora, sigo sumando kilómetros de distancia... (Risas) La verdad, es algo que no me es menor, me hubiera encantado hacerla porque creo mucho en el concepto de cerrar etapas.

 

-¿Serás muy disperso?

-Sí, tengo un cierto desorden de atención galopante relativamente elevado. Entonces un proyecto de esta magnitud se me hizo difícil. 

 

-¿Estás muy lejos de los medios tradicionales? ¿Tenés ofertas para hacer televisión?

-Tuve algunas conversaciones para tele, que me parece piola, pero no me desespera. Igual crecí viendo “Caiga Quien Caiga” (CQC), Todo por dos pesos, Showmatch.

 

-Me imagino que para un “Bailando por un Sueño” no estás.

-No me llamaron. Seguro que me vieron, en alguno de los lugares donde estuve y dijeron: no.

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