Sir George Martin, fallecido ayer a los 90 años, no fue sólo el productor discográfico de los Beatles, en el sentido en que habitualmente consideramos esa profesión: un profesional que toma un puñado de canciones, selecciona las que más le gustan y propone un destino, un sonido, una estética y arma una masa homogénea que luego deriva en un disco. Martin fue muchísimo más que eso: fue el hombre que les abrió la cabeza a John, Paul, George y Ringo, el que los animó a explorar donde nadie más lo había hecho hasta entonces en el rock.
Desayuno de trabajo Beatle: los Fab Four con George Martin.
En su sitio oficial, Paul McCartney escribió una despedida muy sentida. “Estoy muy triste al enterarme la noticia de la muerte del querido George Martin. Tengo muchos recuerdos maravillosos de este hombre que estará conmigo para siempre. Fue un verdadero caballero y un segundo padre para mí. Guió la carrera de los Beatles con tanta habilidad y buen humor que se convirtió en un verdadero amigo mío y de mí familia. Si alguien mereció el título de “El Quinto Beatle” fue George. Desde el día en que nos dio nuestro primer contrato discográfico hasta la última vez que lo vi, fue la persona más generosa, inteligente y musical que tuve el placer de conocer”.
Paul y George martin, en la foto subida por Paul para despedir a su amigo.
Martin se crió escuchando a Glenn Miller y a Bing Crosby y a partir de 1950, cuando tenía 24 años, comenzó a trabajar para la EMI. Fue allí que se decidió a contratar a un grupo desconocido. Con el diario del lunes, cualquiera podría decir que su decisión fue obvia. Sin embargo, Martin puso el foco en la misma banda de Liverpool que la compañía Decca había despreciado.“El gran éxito que tuvieron los Beatles cambió mi vida y la de ellos por completo y el destino de la música popular”, dijo alguna vez, sin exagerar en lo más mínimo.
Martin se animó a contratar a la banda que la Decca había rechazado.
En la inolvidable canción In my Life (incluida en Rubber Soul, 1965), Martin toca un bellísimo solo de piano. Cuando escuchamos el disco, el solo es aún más bello: a Martin se le ocurrió acelerar levemente la cinta para que pareciera un solo de clavicordio. De eso se trataba también su genio: de aprovechar las posibilidades que brindaban los estudios de grabación para embellecer la música.
En 1968, en la película Yellow Submarine, Martin directamente compartió su propia música con la de los Beatles. Es que la banda de sonido combina las canciones del grupo con la música instrumental escrita por Martin y ejecutada por una orquesta que él mismo dirigió.
En el marco de esa relación amable y respetuosa, aunque algo distante que los Beatles tenían con este señor algo más grande que ellos, Martin comentó que en la grabación de Sgt Pepper's los músicos se iban al baño a fumar marihuana a escondidas de él.
Luego de la separación de los Beatles, Martin participó en los trabajos solistas de Paul McCartney y en 1998 decidió coronar su carrera grabando un disco con canciones en cuya grabación había participado. Lo llamó, precisamente, In My Life. Lo acompañó una gran selección de artistas, como Robin Williams, Bobby Mc Ferrin y Phil Collins.
Lejos de retirarse, luego de este disco Martin prosiguió en actividad. Mezcló las canciones de los Beatles para el Cirque Du Soleil en el espectáculo Love, que luego se editó en un disco del mismo nombre. En 2011, la BBC realizó un documental sobre su historia con el título Produced By George Martin.