08 Enero de 2021 18:13
Si bien la temporada de vacaciones para el príncipe William y Kate Middleton ya finalizó, ambos junto a sus tres hijos George, Charlotte y Louis no regresarán a su hogar en Kensington Palace por el momento.
Es que, con el aumento de casos de coronavirus en Inglaterra y la nueva cuarentena, la familia decidió quedarse en Anmer Hall, su casa en Norfolk, donde celebraron Navidad. Allí, el sábado, Kate celebra íntimamente su cumpleaños número 39.
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Por ahora, según el diario Daily Mirror, los tres hijos de la pareja tomarán clases en casa, tal como lo hicieron durante gran parte del año pasado por la pandemia. El más chico, el príncipe Louis, iba a comenzar el jardín de infantes estos días, pero sus padres decidieron posponerlo por el aumento de contagios en el país.
William y Kate, por su parte, trabajarán desde casa también continuando con su usual tarea de apoyar ONGs de interés social de todo el país.
"La familia está comprometida a trabajar para ayudar al país durante la próxima etapa de la crisis", señaló una fuente real al Mirror. "Los planes ya están arreglados para comunicarse con varias empresas e iniciativas de de caridad".
A pesar de que muchos niños en toda Inglaterra regresaron a las escuelas esta semana, los príncipes George y Charlotte no lo hicieron. Ahora, sin embargo, los estudiantes de todas las escuelas del país se quedarán en casa al menos hasta febrero.
Su hermano Louis, que debía comenzar su vida escolar en el jardín de infantes en enero, al parecer tampoco lo hará: si bien este tipo de establecimientos no está cerrado, William y Kate aún no han anunciado públicamente que su hijo menor irá a clases.
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Sobria y cómoda
Anmer Hall fue construida en el siglo XVIII y fue otorgada como obsequio por la reina Elizabeth II a su nieto como residencia de verano para su familia en el 2013.
En aquel entonces, se invirtieron un millón y medio de libras en remodelar la casa, los cuales fueron pagados por fondos privados de la familia real.
Las reformas incluyeron una renovación total del techo y la cocina, la adición de un invernadero diseñado por el arquitecto Charles Morris, una redecoración completa del interior y la plantación de varios árboles para rodear el edificio y darle más privacidad a William y su familia. Además, se construyó una cancha de tenis en los terrenos que rodean la casa.