Después de mucha planificación y cobertura mediática en torno al "hermético" matrimonio de Stefi Roitman y Ricky Montaner, la pareja finalmente dio el sí en un exclusivo complejo campestre de Exaltación de la Cruz. Del catering low cost para los periodistas al caso positivo que opacó el festejo. ¿El detalle final? El negocio detrás de haberle negado las exclusivas a las revistas nacionales e internacionales "del corazón":
Antes de poder ingresar al predio, los 400 invitados debieron someterse a un hisopado para garantizar los cuidados sanitarios. Entre todos ellos, uno dio positivo y fue nada más y nada menos que la mejor amiga de la mujer de Montaner padre.
"La mejor amiga de la esposa de Montaner dio positivo de Covid en el casamiento de Stefi y Ricky", confirmó el periodista "Pampito". Horas más tarde, en el ciclo Historias Verdaderas, los cronistas que cubrieron la boda señalaron que la mujer intentó volver a ingresar pese al resultado positivo y la empresa de seguridad privada que custodiaba el predio debió impedírselo.
Pese a que invirtieron cerca de $25 mil pesos por cubierto para cada invitado, los periodistas recibieron una atención un tanto económica. Sanguchitos de miga y gaseosas al rayo del sol los esperaban para cubrir bien de lejos la ceremonia.
Ningún periodista pudo ingresar y eso tuvo un motivo: Stefi y Ricky firmaron un millonario contrato para desarrollar un reality show en el que mostrarán la intimidad de la previa, la ceremonia y su luna de miel como casados. "Sí, acepto" y clink caja.