Ricardo Daniel Carías, más conocido como "La Tota" Santillán fue encontrado sin vida en su casa a los 57 años. La autopsia preliminar al cuerpo del conductor arrojó que murió de Síndrome Asfíctico y con el 90 por ciento del cuerpo quemado. Según pudieron determinar en la pericia, "no hay signos de defensa" y crece la hipótesis de un suicidio, teniendo en cuenta que sus amigos hablaron que sufría depresión y recordaron que el año pasado había intentado quitarse la vida. De todas formas, aún falta el resultado definitivo de la autopsia, como así también el informe preliminar de las pericias realizadas en el departamento que alquilaba en Ituzaingó.
Mientras todo esto ocurre, quien rompió el silencio y se refirió a la muerte del referente de la movida tropical fue Fernanda Vives, quien vivió una muy dura historia de violencia durante los ocho años de relación que estuvo con Santillán. Para ser claros, al lado del difunto conductor, la ex vedette sufrió un verdadero calvario repleto de golpes, patadas y todo tipo de violencia. "La Tota a mí me daba patadas en el piso, me hizo perder un hijo. Nadie se preocupa por lo que yo cuento. La justicia no sé qué espera. Quieren humanizar a una persona que recagó a piñas a sus mujeres e hijas. Es un violento", había relatado la modelo en 2018.
Lo cierto es que tras la muerte de La Tota, la palabra de Vives fue una de las más buscadas hasta que, harta de que periodistas la llamen constantemente en medio de sus vacaciones, decidió subir un par de historias a través de su cuenta de Instagram, donde además de criticar a aquellos que defienden a Santillán tras su muerte, también cuestionó la foto de una de las últimas cenas a la que había asistido el conductor junto a la actriz Victoria Onetto. "Bueno, acabo de publicar una foto que me llamó la atención, me pareció súper fuerte ¿Victoria Onettoo no manejaba el colectivo, o sea, no era del colectivo de mujeres? me pareció fuerte ver esa imagen", dijo.
Y agregó: "Obviamente estoy al tanto de todo lo que pasó, no quiero hacerme la boluda ni no decir nada... primero me quiero solidarizar con sus hijos, a él no lo voy a nombrar, para mí es un tema absolutamente terminado, pero sí me quiero solidarizar con sus hijos que no tienen por qué pagar los platos rotos de los padres, así que les doy mi más sentido pésame a sus cuatro hijos". Bueno, por otro lado voy a ser breve, pero me indigna y me pone mal la gente políticamente correcta, la gente que no tiene huevos, que se cree que porque hay un muerto en el medio hay que santificarlo, dignificarlo, no me parece bien y la verdad que me hace mal leer todo eso".
Luego de explicar que está evitando leer los comentarios de aquellos usuarios que defienden a Santillán, condenado a cinco años y seis meses de prisión a raíz de la denuncia que realizaron por violencia de género tanto Vives como la otra ex pareja del mediático, Sol Fiasche, sentenció: "No puedo creer que haya tanta gente en el medio, sorete, que hablen como si estarían despidiendo a un ser de luz, o sea, perdón, pero eso es lo que siento y la verdad es que no me alegra la muerte de nadie, de nadie, no es mi manera de ser, pero si quieren saber y me están preguntando todos... sepan que siento eso".
Qué había dicho Fernanda Vives sobre La Tota Santillán
Fernanda Vives habló el año pasado luego de que la Justicia condenara a La Tota Santillán por violencia de género. "Viví cosas terribles, pero mucho no quiero contar porque tengo una hija de 11 años. En algún momento, voy a tener que sentarme a hablar con ella cuando me lo pregunte. Lamento ser la línea cronológica de una muerte anunciada, porque cuando yo hablé, los hechos ya estaban prescriptos, porque hice la denuncia en el 2019 de hechos que habían ocurrido en el 2005, pero lo hice por las chicas que estaban denunciando en ese momento. Lamento que en su momento no se me haya escuchado", había dicho el año pasado.
Y continuó: "La denuncia yo la hice, pero prescribió. Yo creo que él (La Tota Santillán) está protegido políticamente, pueden entrar en sus redes sociales y verlo. Y creo que los medios también lo protegieron un montón. Él ya estaba procesado y le preguntaban: 'Cómo está la Totita?' Cada vez que me cagaba a piñas, él estaba absolutamente consciente. Por eso, yo no sabía si podía ser mamá, por ejemplo. ¡Hasta ese extremo! Pero Dios me iluminó y hoy tengo dos hijos hermosos. Yo estaba con Sebastián (Cobelli, su marido) en Mar del Plata, en plena pandemia, y escuché que él (La Tota) hablaba mal de mí en un programa. Decía barbaridades de mí y de toda mi familia".
Durante una entrevista, Vives había contado que lo fue a buscar a la peatonal de Mar del Plata "porque estaba haciendo teatro". "Yo necesitaba tenerlo enfrente y decirle todo lo que pensaba. Le dije de todo. '¿Por qué me dañaste tanto?', le pregunté. Mi marido me quería sacar... Es increíble que aunque pasan los años, quedás herida para toda la vida. Nosotras estamos con cadena perpetua. Te queda una cicatriz marcada adentro que no lo podés explicar. En ese momento, los abracé a mis hijos y a Sebastián y me fui. Ya no me da nada verlo: pasé de odiarlo a que no me pase nada. Él tenía una adicción con el juego, pero nunca lo vi drogarse. Cada vez que me cagaba a piñas no estaba borracho ni drogado, estaba absolutamente consciente. Me pegaba de todas las maneras", había contado.