10 Agosto de 2020 11:05
Seguramente, cuando cumplió los 59 hace exactamente un año, el actor español Antonio Banderas se habrá imaginado que en 2020 tiraría la casa por la ventana, que los 60 se festejan, y más si uno es una estrella de Hollywood, tiene un perfume con su nombre y aparenta al menos diez años menos. ¡Alta joda!, habrá pensado Antonio Banderas, pero algo no funcionó. Lejos estaría de imaginarse el pobre Banderas que un año despúés estaría encerrado y aislado de sus semejantes, con una enfermedad que en 2019 ni siquiera existía. Y sí, Banderas tiene coronavirus, como millones de personas en todo el mundo, así que sólo puede, a lo sumo, tirar el zoom por la ventana.
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Sin embargo, el actor asegura que se encuentra bien, "solo un poco más cansado de lo habitual" y siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias. "Aprovecharé este aislamiento para leer, escribir, descansar y seguir haciendo planes para comenzar a darle significado a mis recién estrenados 60 años a los cuales llego cargado de ganas y de ilusión", escribió. Está claro que no iba a escribir: "Estoy emboladísimo y me quiero matar".A causa de la pandemia, el actor había tenido que interrumpir el rodaje de Competencia oficial, una película en la cual comparte cartel con Penélope Cruz y que probablemente sea un éxito de taquilla si es que alguna vez la terminan. Banderas era también la cara visible de la nueva campaña de promoción de Andalucía como "destino seguro". El 30 de julio, al menos, Banderas pudo celebrar el cumpleaños de su esposa, la empresaria alemana Nicole Kimpel, que cumplió 40 años, 20 menos que él.
A partit de enero de 2017, cuando tuvo un infarto, el actor decidió que el ritmo de su carrera dejara de ser todo lo vertiginoso que había sido hasta entonces, Desde luego que esto no significó ni retirarse ni nada que se le parezca, pero sí, al menos dosificar un poco más el trabajo, subirse menos a aviones y poner el foco en Málaga, su ciudad natal, donde creó una productora de televisión y adquirió el Teatro del Soho. "No puedo estar sin hacer nada, me subiría por las paredes", decía cuando estaba convaleciente, por lo que cabe esperar que no sean estos sus mejores días. En el Teatro del Soho, el "actor fetiche"de Pedro Almodóvar se dio el lujo de montar y protagonizar la comedia musical A Chorus Line, en el que definió como el trabajo más importante de su carrera.