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El delicado momento de salud de Tristán: está internado en un geriátrico, ya no se desplaza y no reconoce a su familia

El humorista se encuentra hace varios meses internado en un geriátrico de la ciudad de Córdoba y está siendo acompañado por su hija Victoria.

05 Junio de 2020 14:13
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El año 2020 no arrancó bien para muchos, sobre todo para Tristán Díaz Ocampo. El humorista sufrió durante diciembre del año pasado un accidente que le provocó la fractura de la cadera y quedó internado en el sanatorio de La Providencia. 

Según había contado su hijo Federico, el capocómico de 83 años se encontraba en una óptica frente al Hospital Alemán con sus amigos, intentó levantarse de una silla, trastabilló y se cayó. 

Sin embargo, tras la lesión y posterior operación nada volvió a ser lo mismo para Tristán. Luego de estar en observación y con cuidados intensivos, el humorista tuvo que comenzar una ardua rehabilitación para esta lesión que le trajo varios efectos colaterales.

Al mismo tiempo, padece delicados problemas neurológicos que, en consecuencia, le trajeron pérdidas de memoria, desde nombres hasta recuerdos.

Actualmente, se encuentra internado en un geriátrico de la ciudad de Córdoba y está siendo acompañado por su hija Victoria, de profesión médica y radicada allá. Ella se ocupa de toda la atención del artista, quien habría sido diagnosticado con Alzheimer que le provoca que ya no recuerde algunos nombres de su círculo íntimo, como el de sus cuatro hijos: Federico Victoria, Mariano y Hernán.

Según trascendió, Tristán ya había manifestado problemas motores para desplazarse y de memoria durante su última temporada teatral, en mayo del año pasado, en la localidad de Termas de Río Hondo, ciudad de Santiago del Estero.

Allí, era el producción de Sergio Maselli lo ayudaba a trasladarse desde el hotel hasta el teatro y a repasar la letra que -a pesar de su trayectoria- se le olvidaba reiteradamente.

Al subir al escenario, Tristán hacía dos monólogos puntualmente: "El catedrático" y "El boxeador"; pero frecuentemente se olvidaba de la letra o perdía el conocimiento real del lugar donde se encontraba, lo que generaba que su hijo Federico saliera a escena e interpretara, guitarra en mano, un par de temas para desviar la atención del público. Pero a pesar de esto, el cómico cumplió con cada una de las funciones programadas.

 

 

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