Fue, sin lugar a dudas, una de las hermanitas más infartantes de la casa. Morocha, de curvas generosas y misteriosa personalidad, Belén se ganó un lugar de privilegio dentro de la platea masculina. Pero la finalista perdió toda su femineidad al salir de la casa y mostró de más en la gala.
La morocha, distendida, se relajó durante los cortes y regaló más de una polémica postal a la platea.
El vestido rojo la favorecía y dejaba al descubierto sus largas e impacables piernas. Sin embargo, la ex amiga de Marian no supo llevar el corto de la prenda y, para dolor de cabeza de los seguidores del protocolo y la etiqueta, mostró de más.
El abrazo con su mamá fue el más revelador de todos. La morocha se agachó y lució su trabajada cola.
Aunque por momentos se la notaba atenta a su imagen, la morocha se dispersó en más de una oportunidad. Relajada y más enfocada en el reencuentro con sus amigos y familiares, Belén quedó expuesta al abrir sus piernas y agacharse sin pensar.
Belén quiso mostrar su fuerte físico: sus largas, trabajadas y estilizadas piernas.
La morocha agradeció a los “belurianos” por el apoyo constante para que llegue a la final.