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El drama del Mini de Duro de Domar: no pudo volver a la TV y es vendedor ambulante

Juan Carlos Velázquez es paraguayo, se instaló en la Argentina cuando tenía 14 años y saltó a la fama gracias a su participación en el programa Duro de Domar

08 Septiembre de 2021 14:58
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Juan Carlos Velázquez saltó a la fama gracias a su participación en el programa Duro de Domar, por aquel entonces conducido por Roberto Pettinato. En aquella época, el actor interpretaba a “El Mini” en distintos sketch humorísticos que le permitieron ganar en popularidad. De hecho, a partir de ahí, realizó diferentes presentaciones y fue el protagonista de un gran número de eventos privados. 

También trabajó con Mauro Viale, Lucho Avilés Daniel Tognetti  y hasta participó en varios ciclos de humor durante los últimos 15 años. El actor -que sufre un déficit en la hormona de crecimiento- es paraguayo, se instaló en la Argentina cuando tenía 14 años y llegó a la actuación a mediados de los 90 gracias a una vecina que lo llevó a un casting. Hoy, lamenta la falta de trabajo en televisión y teatro, y se las ingenia como vendedor ambulante para sobrevivir.

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Velázquez dialogó con el periodista Juan Etchegoyen de Mitre Live y reveló que diariamente lo paran en la calle para preguntarle por qué desapareció de la televisión. “La gente me pregunta qué pasa que no estoy en la televisión. Parece que los productores se han olvidado de mi, ese es el tema. Estaba haciendo teatro y con todo esto que recién se está abriendo, por ahora no estoy haciendo nada de nada", contó.

Según explicó, intentó reinventarse para “no caer en la depresión”, pero la pandemia agravó una crisis que ya lo tenía contra las cuerdas. "Estoy vendiendo lámparas, cables, todo lo que es eléctrico para los comercios, kioscos, almacenes y algunos supermercados. Trato de estar en contacto con la gente para hacer algo además, porque es muy difícil no caer en la pereza, en la depresión", detalló.

Además, reveló que la gente suele pedirle fotos en la calle y que él se detiene a complacerlos. "Me piden sacarse fotos y no hay problemas. Me preguntan qué estoy haciendo y cuando les cuento que voy por los negocios vendiendo lámparas me piden verlas y me compran. Eso me gusta porque si les vendo a ellos no tengo que andar después tan cargado y ese día termino más rápido”, señaló.

Lejos de las conducciones e imitaciones en distintos eventos, de la imitación de personajes famosos o de gente que cumple años o se casa que lo contrataban, sostuvo que fue su familia la que lo ayudó a transitar por este muy difícil momento económico. “Fue bastante duro, estoy viviendo con mi mamá y mis hermanos, gracias a dios ellos trabajan y me dan una mano, me ayudan a pagar la tarjeta ya que a veces no tenía ni para pagar la tarjeta”, explicó.

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Y agregó: “Es lindo gastar pero después hay que pagarlas entonces decidí ya no tener más para frenarlo. Además pude cobrar algunas cosas que me debían y gracias a dios estoy libre, sin deudas. El IFE de diez mil pesos lo cobré una sola vez y después no cobre más. Tuve mis ahorros y con eso me mantuve bastante hasta que se me acabaron. Tenía ahorros bastante importantes de las épocas en las que trabajaba bien”.

Cabe recordar que el actor había contado años atrás que iba todos los días a una Iglesia evangélica y que trabaja predicando en distintos lugares. "Llegué a la fe por intermedio de mi madre. Mi mamá tenía una enfermedad que se llama fibroma. Justo una vecina le habló de Cristo, que sana, y la invitó a la iglesia. Fuimos juntos. El pastor oró por ella, puso la mano sobre ella y mi mamá se desvaneció. Yo no entendía nada", había contado.

Y continuó: "Y cuando ella volvió en sí, me dijo que sentía que algo le habían sacado, estaba liviana. Era que Dios se había llevado la enfermedad. A partir de ese momento, empezamos a congregar y sentí que Dios mejoró mi vida, porque yo era una persona muy acomplejada por mi baja estatura. Y encima la pasaba muy mal por lo que decían de mí". En ese sentido, sostuvo que fue la fe lo que lo ayudó a superar el bullying que sufrió a lo largo de su vida.

Según había detallado, todo el mundo lo cargaba por su estatura. "Se burlaban de mí en el colegio y eso me hacía mal. Pensaba que nada me salía bien. Me rechazaban. La chica que me gustaba no me correspondía y eso me lastimaba. Me sentía mal con mí mismo. Hasta que el Señor entró en mi vida y me sacó esa tristeza, esa amargura y ese complejo que tenía por la estatura. Dios llenó ese vacío”, concluyó.

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