Luego de que la reina Elizabeth II prohibiera al príncipe Harry y Meghan Markle el uso de la palabra "Royal" como parte de su marca -tal como venían haiendo en sus redes sociales y página web, la duquesa de Sussex decidió contraatacar.
De acuerdo al diario inglés Daily Mail, le aseguró a sus allegados que no hay nada que le impida legalmente usar esa palabra, y les expresó que no pretende utilizarla para beneficio personal sino para sus actividades filantrópicas.
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Al mismo tiempo, según las fuentes del matutino, Markle comentó que "ya no tiene tiempo para los dramas y que no va a hacer de esto un problema".
Una casa a la altura de las circunstancias
Paralelamente, mientras aún buscan un lugar para establecerse definitivamente, se rumorea que Harry y Meghan harán una oferta por una mansión que perteneció al ex actor de Baywatch, David Charvet y su ex esposa, la modelo y conductora Brooke Burke.
La casa tiene cinco habitaciones, piscina y cancha de tenis, y está dentro de un barrio cerrado con seguridad privada que posee vecinos ilustres como Robert Downey Jr y Mel Gibson.
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Además, el lugar tiene otro beneficio particular para la familia: está apenas a 50 kilómetros de Windsor Hills, el lugar donde vive la madre de Meghan, Doria Ragland.