Su origen fue un misterio. No se sabe si comenzó en un colegio y de ahí pasó a las redes sociales o al revés. Lo cierto es que una vez que empiezan, los denominados “challenge” rápidamente se difunden y se repiten hasta el hartazgo. Así fue como el desafío de la botella - o el Bottle Flip Challenge- se convirtió en una adicción. Una botellita de agua con líquido (a mitad de nivel) lanzada con una mano, intentando que caiga de pie. Nada más ni nada menos. Fácil de explicar, difícil de realizar.
Aquel reto, que rápidamente copó las redes sociales más importantes con miles de videos de chicos y grandes intentándolo, nació por un video grabado en un concurso de talentos en un instituto de los Estados Unidos y, hasta el día de hoy, se sigue repitiendo.
Pero lejos de aquel desafío, Jimena Barón decidió lanzar su propio reto que, en apariencias, es similar al Bottle Flip Challenge, pero con algunas diferencias. En primer lugar, la actriz y cantante reemplazo la botella de agua con líquido por un pequeño vaso.
En esencia, el desafío es el mismo: lanzar el vaso intentando que caiga de pie. Pero la dificultad recae en el cómo. El vaso debe estar apoyado en la zona de la espalda, cercana o encima de la cadera. Así, mientras se baila twerking, también conocido como “perreo”, hay que intentar que el vaso gire en el aire y que vuelva a caer en el mismo lugar, sin que se caiga al suelo.
Jimena se encuentra de vacaciones en México, junto a su hijo Morrison. El pequeño, fruto de su relación con Daniel Osvaldo, es el encargado de sacar las postales que su mamá se encarga de publicar en las redes sociales. "Serán medio pedorras las fotos pues hijo no tiene paciencia (me sacó 68 casi iguales en 9 segundos y se abalanzó a la pile)", contó la artista.
Y cerró: "Así que, ni me gasto en ponerle filtro. Muy bella la última, la de la papada, ¿verdad? Lindo mi tono de piel blanco marfil, combina con las paredes del lugar".