Lograron lo que muy pocos: ser marca registrada en el mundo de la moda. Peinan, visten y acompañan a ricos y famosos. Pero no siempre aparecen en las páginas de espectáculos. A veces ocupan las policiales. Algunos por estar acusados. Otros por ser víctimas. ¿Es una especie de maldición o estigma que sufren los fashionistas?
Mirá los casos más resonantes, cuando el glamour queda opacado por un caso policial.
Giordano, acorralado
Roberto Giordano trascendió las fronteras de la moda. Su peculiar estilo, que lo vuelve casi un personaje humorístico, sus frases pegadizas (“No me peguen, soy Giordano”) y sus desfiles en Punta del Este son una tradición. Pero el famoso peluquero está en serios problemas. una vez más quedó en la mira de la AFIP: el 15 de septiembre deberá presentarse a declaración indagatoria porque se lo acusa de evadir 2,5 millones de pesos al crear, según se presume, sociedades a nombres de ex empleados y personas insolventes, entre ellas un mozo.
Más de 150 inspectores de la AFIP protagonizaron los operativos en sus peluquerías.
No es el primer problema judicial y tributario que tiene: desde 2002 sus peluquerías fueron allanadas por una serie de irregularidades, desde facturas que serían falsas hasta empleados en negro. “Vendí todo a una empresa chilena, ahora soy empleado”, se defendió Giordano, quien podría ir preso. La pena va de dos a seis años.
Giordano fue acusado de evadir 2,5 millones de pesos.
Piazza y la inseguridad
“Me gustaría aparecer hablando de moda, pero lamentablemente tengo que hablar de la inseguridad”. Con esa frase, el diseñador Roberto Piazza resumió la especie de “maldición” que lo persigue. En los últimos años sufrió ocho asaltos, incluso en uno le pegaron y lo amenazaron con matarlo a balazos. El último episodio lo vivió hace seis meses, cuando los ladrones lo asaltaron con navajas cuando entraba en su casa. "Armamos una asociación vecinal para ocuparse de los petitorios de la gente.Todos los días estamos cuidándonos entre nosotros con un sistema privado. En el transcurso de esta década perdida me asaltaron ocho veces y se llevaron un montón de cosas más de las que me robaron. De igual modo, sigo trabajando y haciendo cosas en el país”, dijo a Primiciasya.com.
Por los robos que sufrió, Piazza amagó con irse del país.
Casalnovo, víctima
El famoso modisto Daniel Casalnovo sufrió el mes pasado el cuarto asalto en una de sus tiendas de Palermo. Al igual que Piazza, se quejó de la inseguridad. Le robaron la caja registradora, computadoras, ropa y otros elementos que había en el local. El diseñador dijo que días antes del robo aparecieron dos grafittis en la fachada del local, por lo que creen que habría sido "marcado" por los delincuentes. “Estoy agotado de que pase siempre lo mismo. Tengo seguridad y alarma, pero parece que no alcanza", afirmó.
Casalnovo posa con la modelo Vanesa Carbone.
Zapatero en problemas
Ricky Sarkany es una marca registrada. Sus zapatos y diseños son usados por famosos y son reconocidos internacionalmente. Pero no todo es color de rosas para el hombre de la moda: Ricky vivió algunos episodios complicados. La AFIP denunció que se detectaron alrededor de 1200 empresas utilizaron facturas apócrifas y que la denuncia se encuentra en sede judicial para su investigación. Una de esas empresas fue la de Sarkany. En otra oportunidad, un grupo de activistas ambientales lo escrachó y lo acusó de proveerse de materias primas de curtiembres que contaminan al Riachuelo, aunque luego él empezó a militar por la ecología. Su nombre también apareció mencionado en uan causa por el pago de coimas a la comisaría 49° (Saavedra) de la Policía Federal.
Según la investigación, entre el 14 de enero de 2008 y el 3 de febrero de 2009, el comisario José Antonio Carranza cobró coimas a comerciantes. En el expediente aparece mencionado el depósito de Sarkany como pagador puntual de coimas. El último episodio policial no lo tiene como acusado: su suegro, Aldo Papini, fue acusado de manejar dos clínicas que hacían abortos clandestinos.
Sarkany, su esposa y su suegro Aldo Papini, detenido y acusado de hacer abortos clandestinos.
De Susana a la Justicia
“Esto para mí es un arte: sé hacer una peluca, peinarla y teñirla”, solía decir Miguel Romano. Se hizo famoso por ser el custodio y “escultor” del cabello de Susana Giménez. “Su tiene el rubio de Evita, a quien conocí cuando tenía 11 años”, decía Romano. Su vida dio un vuelco cuando apareció involucrado en dos casos policiales. En uno de ellos fue acusado de liderar una banda de estafadores y punguistas que robaba tarjetas de crédito en restaurantes para comprar electrodomésticos que vendían en el mercado negro. En la otra causa fue imputado por el presunto robo de dos autos. Estuvo preso pero fue absuelto por la Justicia en 2005. "Hace años que padecía este sufrimiento. Fue muy fuerte esto", declaró en su momento en Radio 10. El estilista una vez develó el secreto del pelo de Susana: la extensiones provienen de hombres albinos.
Romano ya no está involucrado en casos policiales.
Orlando, otro caso más
?Rubén Orlando hizo un cambio radical. Fue peluquero de famosos pero hace cinco años comenzó a atender en la villa 31. “Me gusta trabajar en la tarea social”, confesó. Este año, Orlando apareció en las noticias policiales: delincuentes se tirotearon con la Policía cuando intentaron asaltar su casa en Villa Urquiza. No es el primer hecho “oscuro” en su vida: hace un tiempo denunció que Graciela Alfano le hacía "magia negra”. Por eso la denunció. “Me tiene cansado: me trató de pedófilo, chanta y de un montón de cosas más”, dijo el estilista.
Rubén Orlando en la villa 31. Fuente: Diario Perfil.
Elsa Serrano, ex diseñadora Zulemita Menem, también tuvo problemas con la Justicia. Zulemita la denunció por calumnias e injurias, después de que la modista le reclamra públicamente una deuda de cuatro millones de pesos. Al final se retractó y todo quedó en paz.