En pocas horas, Oriana Sabatini y Paulo Dybala darán el sí el sábado en una millonaria ceremonia para más de 300 personas que tendrá lugar en el exclusivo complejo Dok Haras, ubicado en Exaltación de la Cruz. La pareja contrató a Claudia Villafañe para que se encargue de la organización del evento y, pese al contrato de confidencialidad, comenzaron a conocerse algunos de los detalles guardados hasta ahora bajo siete llaves.
Mientras que la modelo se encargó de contratar al pastelero mediático Damián Betular para que se encargue de la torta y la mesa dulce, el futbolista fue quien tuvo a su cargo una de las decisiones más importantes de la noche: qué vino se tomará durante los festejos.
Presupuesto sobra. Dybala cobra cuatro millones y medio de euros al año por su contrato con el Roma y, pese a que podría haber optado por bodegas de mayor renombre, el futbolista decidió tirarle un centro a su compañero de selección, Leandro Paredes, quien en las últimas horas aprovechó su paso por el país tras la Copa América para visitar Mendoza y presentar su malbec llamado "Mi victoria LP32".
"Lo arranqué como un hobby, pero ahora me interesa más. Vine a ver cómo se hace todo, desde el inicio hasta que llega a la botella", reconoció Paredes en su paso por la bodega Barberis de Guaymallén, al tiempo que anticipó: "El segundo vino (que lanzará) también va por ese lado, es un proyecto familiar. Ojalá que podamos seguir creciendo".
El costo es de $79 mil la botella y el casamiento de Dybala y Sabatini se convirtió, sin lugar a dudas, en una de las mejores vidrieras para promocionar su lanzamiento. Por fuera de los famosos y millonarios que tendrán la posibilidad de catar el tinto de Leandro, lo cierto es que se espera una gran cobertura mediática -a nivel nacional e internacional-, regalándole así al futbolista una de las mejores campañas de marketing del mercado.