por Matias Ayrala
06 Mayo de 2022 14:09Hace ocho años, Ámbar Vega descubrió su pasión por la escritura durante un curso. De ahí, se animó a saltar a la tablas y empezó a estudiar teatro. Participó en obras infantiles, perfomances en centros culturales y en comedias. Mientras sacaba a la luz todo su talento, también mostraba su objetivo: mostrar el respeto a las identidades trans y no binaries.
Ahora Ámbar llega al Centro Cultural 25 de mayo con una obra performática del colectivo MARTE llamada Diosa, que estará en escena todos los sábados de mayo y de junio. Con texto de Vega, dramaturgia de Paula Baró y dirección de Baró y Antonella Querzoli, la protagonista muestra a través de tres potentes actos, su vivencia y resiliencia. “Diosa invita a les espectadores a despatologizar las identidades trans y no binaries a través de una obra en primera persona”, explicaron sobre la obra.
Y sintetizan sobre Diosa: “Ámbar construye un paraíso, un espacio propio donde despatologizar su identidad trans, se expande más allá de la frontera, cruza las líneas y produce un movimiento. Invocando otras voces, invita al público a generar un espacio compartido y singular, un hogar donde habitar nuevos acuerdos. Lo personal se vuelve político, polifónico, universal, histórico”.
Es que la vida de la actriz tuvo ribetes de todo tipo. Desde una infancia marcada por la búsqueda de la identidad hasta la discriminación por parte de la propia familia, pasando por la homofobia de los pares en la adolescencia y el desamparo de vivir en la calle. En una charla con BigBang, Ámbar cuenta cómo es su nueva obra, cuál es su lucha y, sobre todo, los sueños que quiere cumplir.
-¿Qué significado tiene para vos poder hacer esta obra?-No sé si tiene un significado preciso, pero te puedo decir que el gran motor que impulsó mi deseo, fue visibilizar la vida de las personas travestis, trans, más allá de lo progre que está en auge ahora, dónde no queda bien discriminar en la tv, medios hegemonicos de comunicación, o en contextos dónde hay un cierto nivel socioeconómico y cultural. Pero fuera de ese contexto muchas de las personas que allí no discriminan, nos discriminan en la vida cotidiana, en el transporte, público, en un hospital, o en un laburo. Son cosas que nos siguen pasando.
-¿Cómo nació el texto?-El texto nació a partir mi experiencia de vida. Creo que la mejor forma que les seres humanos tenemos para aprender, o concientizar sobre un tema, es a través de una experiencia de vida donde podemos empatizar, y encontrar puntos en común con el otre. Mis comienzos en el texto, los realicé en 2 micro obras de 15 minutos, y luego creció a 60 minutos, yo escribí el texto y la dramaturgia la hizo Paula Baro, que es una de las directoras de la obra. La otra directora es Antonella Querzoli.
-¿Qué va a encontrar los y las espectadores en los tres actos?-Les espectadores van a encontrarse con 3 momentos totalmente diferentes, en cuanto a sensaciones, ritmos y estilos. Son un resumen de 18 años de mi vida aproximadamente.
-¿Cómo le podrías explicar a la mayoría lo importante que es “despatologizar las identidades trans y no binaries”?-Les diría que no nacimos en Júpiter y aterrizamos en la Argentina. Nacimos de les mismos padres, por lo cual somos muy similares, lo único que cambia es nuestra autopercepción, y el estigma que la sociedad nos deposita por no responder a las normas del patriarcado.
-¿Cuándo empezaste a escribir y a actuar? ¿En qué te cambió?-Empecé a escribir en el 2014 en un taller de escritura en la Biblioteca popular de San Isidro, cómo mis poemas gustaban mucho, el profesor me convocó para un taller en Congreso más profesional, hacía los dos en paralelo, y mi objetivo era publicar un libro de poemas, que lo logré publicar recién en el 2017 Los Electrons, por cosas de la vida que cuento en la obra. En actuación empecé en el 2015 en una obra cómica, después hice infantiles, después perfos en fiestas o centros culturales, fui también Drag Queen, y luego conocí a Marte Escénicas mi grupo actual de teatro y seguí haciendo con elles obras, en las cuales seguimos trabajando hoy en día en una trilogía de obras escritas por les integrantes de Marte. Yo diría que me ayudó y sanó. Escribir y actuar me salvó la vida.
-En relación a la pregunta anterior: ¿qué diferencias vivís cuando estás arriba del escenario de cuando estás abajo?-Es un contexto de amor, te contiene, estás más protegida. Las personas vienen a verte interesadas en lo que vos hacés, con una sinopsis que les da una idea de lo que van a ver. Dejás de ser una persona que puede llamarte la atención por no encajar con el binarismo en la calle, para transformarte en una persona en la que no importa ni su género ni su autopercepción, solo el arte que tiene para ofrecer.
-¿Por qué elegiste el nombre Diosa? -Esto es gracioso, yo siempre me referí a todxs como Diosa, Diose, Dioso. Para mí todxs somos dioses sin importar los cánones de belleza, es también mi forma de demostrar cariño, amor, (se ríe). Y bueno cuando era la hora de elegir un nombre, estuvimos de acuerdo en ese. Al principio me dio vergüenza, porque del otro lado pueden flashear que soy creída, pero como ves, el real significado dista completamente de la idea etimológica. En mi caso sería un neologismo. Igual aunque sea un poco, también contradictorio, necesitamos como colectivo, tener un Diosa, trans para visibilizarnos, son las dos cosas aunque sean opuestas
-Leí en algunas entrevistas de tu historia, me podrías hacer un resumen de dónde naciste y cómo fue tu adolescencia.-Nací en una clínica en Florida, pero viví toda mi vida en Martínez, San Isidro. Mi infancia y niñez fueron muy complicadas ya que no encaje nunca con los estereotipos. Se notaba en mí que era una nena. Mis padres siempre me corregían. “Carlos no sos una nena”, me decían. Me retaban, me mandaban al gimnasio, para ser más grandota, me mandaban a fútbol. Buscaban enderezar al árbol torcido. Hasta fui a un colegio de curas en San Isidro Instituto Juan Segundo Fernández obra de Don Bosco, donde mis compañeros me discriminaban en público, y me proponían tener sexo a solas. Es una zona de doble moral, en la que hacía mucho ruido, por no encajar por más de que lo intentaba... bueno lo intentaba a medias jaja... porque buscaba los looks más gays o femeninos que podía. Fui a terapias psicológicas de reconversión desde mi infancia y hasta mucho después de la adolescencia ya que la sociedad de San Isidro es muy cerrada. No creo que haya cambiado mucho, ya que viví allí hasta el 2015 y me veían como una especie de revolución que produjo Boy George en los 80.
-También leí que viviste en situación de calle, ¿cómo recordás esa etapa?-No sé lo deseo a nadie, es muy doloroso. Te la pasás caminando, buscando un laburo, que no aparece. Es bastante complicado acceder a un subsidio habitacional, que además es muy común que se corte. Aviso para las personas que creen que todas eligen vivir en la calle. Muchas personas recaen en alcohol y drogas, para evadirse de la realidad o por el frio. Pasás mucho frío, no se descansa bien, y en mi caso por ser una feminidad sufrí mucho acoso, por lo que elegía dormir de día y estar alerta a la noche.
-¿Con qué soñás? ¿Cuáles son tus deseos en el corto y en el largo plazo tanto a nivel personal como profesional?-Primero sueño con que todas las personas travestis, trans y trans no binarias seamos aceptadas por la sociedad de la misma forma que las personas hetero cis. Que tengamos los mismos derechos. Me encantaría poder pegar un laburo de actriz, artista, en el que pueda solventar me económica prescindiendo de otro, vos dijiste sueño... jajaja. Pero, si no encontrar alguno que este vinculado al arte, por lo menos. Poder alquilar un espacio un poco más grande en el que vivo, me gustaría tener un compañero de vida que se pueda hacer cargo de que yo le gusto, y no como el común de los hombres que por vergüenza, nos citan solo de noche y no en espacios públicos y nunca nos presentan a sus familias. También si puedo económicamente, tener un gatito.