por Matias Ayrala
26 Julio de 2021 15:47En su última publicación en Instagram, Facundo Pedrini, el gerente de programación de Crónica TV, escribió: “Para quienes todavía no me conocen, quiero contarles que mi objetivo es mostrar a través de Crónica TV la realidad de nuestra sociedad de la manera más distendida posible”.
Y agregó en su largo posteo: “Mi aporte como director de noticias tiene una clara función: mostrarle a los Argentinos quienes somos, qué somos capaces de hacer en las buenas, pero sobre todo, como reaccionamos en las malas. En las últimas semanas hubo gente desamparada que ha recibido donaciones por parte de los televidentes que tienen un corazón enorme y, la mayoría, bolsillos pequeños. La solidaridad une la grieta que a muchos beneficia, pero al pueblo perjudica”.
En resumen, Crónica TV le hace caso a su viejo slogan y, mediante su agenda de noticias, reafirma: “Firme junto al pueblo”. Las placas rojas, los móviles desde distintos lugares del Conurbano y los micrófonos y las cámaras al servicio de todas y todos se convirtieron en la marca registrada de la señal de noticias más popular de Argentina.
En una entrevista con BigBang, Pedrini explica: “Crónica cuenta el país que se puede tocar. Y el país que se puede tocar por lo general está afuera de lo ideológico. Tiene más que ver con las cosas que le pasan a la gente que lo que nosotros creemos que le pasa a la gente. Por eso es un medio que usa a sus placas rojas como editoriales y no tiene editorialistas. Y tiene un perfil popular”.
-¿Qué cambios tuvo el canal en los últimos meses?
-En los últimos meses volvimos a las raíces de Crónica, que tiene que ver con historias chicas, lo que se llama el verismo italiano, es decir, interpretar los grandes temas de la humanidad a través de las pasiones bajas. Y de alguna forma, nosotros contamos el país detrás de la rosca, el país detrás de la grieta y el país que tiene que ver más con el estado de ánimo que con la política. Y la verdad que funciona bastante bien.
-¿En qué se basa su agenda de noticias?
-De alguna forma encaramos la agenda del Papa Francisco, sin tener ningún tipo de vinculación con el Papa Francisco. Cuando el propone “Tierra, Techo y Trabajo”, nuestras historias tienen que ver con eso. Con historias de desalojos, historias de sacrificios, historias solidarias, con historias de usurpaciones... Digo la violencia y la solidaridad miden como si fueran dos extremos de la cuerda de una Argentina que se define y pivotea a partir de esas latitudes.
-¿Por qué tomaron la decisión de virar hacia ese lado y mostrar a esa Argentina que como decís “se puede tocar”?
-Porque la grieta es cada vez más insoportable. A partir de las seis de la tarde en la televisión se acaba la verdad. Estamos atravesados por canales de noticias y medios que prescindieron de la verdad. Son sacerdotes que reafirman más que informar. Y no se puede reafirmar y después informar. Eso es lo que hace la televisión. Le habla a feligreses y no a televidentes. Hoy me parece que la industria de la televisión se sostiene a través de dos cosas: la interpretación y el entretenimiento. Y Crónica en ese sentido tiene un diferencial porque elige seguir contando a través de las historias. Una historia no es un número pero es un dato. Y desde lo particular se puede contar lo general. Y me parece que eso es lo que hace Crónica. A través de un nombre propio, termina definiendo una coyuntura.
-¿Cómo es el trabajo diario a nivel periodístico para elegir la cobertura de cada caso?
-Nosotros tenemos un contacto permanente con los televidentes. Gran parte de nuestra pantalla está atravesada por las denuncias que los mismos televidentes mandan. Son 20 horas de aire, con 12 programas y nuestra gran apuesta son los móviles. Es una pantalla que se hizo fuerte históricamente por la cantidad de móviles, mochilas en el lugar. Crónica es lo que pasa en el lugar. No necesita de ningún análisis. Es una pantalla y una marca que apuesta a contar más que a analizar. Y apuesta a generar contenido a partir de una lectura que no tiene que ver con la simplificación pero que sí tiene que ver con bajar el umbral argumentativo. Crónica es una pantalla directa, sin preámbulos y que cuenta la verdad de una forma cruda pero legítima.
-¿Tuvieron cuestionamientos o debates internos al momento de tomar la decisión de correrse de la agenda de la denominada “grieta”?
-Hace más de 100 días empecé a trabajar también como director de noticias y uno de los principales planteos que hice fue el correrse de la grieta, y ser competitivos a partir de lo que pasa más de lo que nosotros creemos que pasa. Nos corrimos de la grieta para mostrar lo que pasa en la calle. Y a partir de eso, el canal creció un 30%. Estaba en un punto y ahora está en 1.30. Y pasó del quinto lugar al tercero. Comiéndose a tanques como La Nación +, es decir, medios que habían puesto una inversión al servicio de la competitividad muy alta. Aunque el encendido es bajo para todos, pudimos levantar muy bien.
-¿Es cierto que Crónica sufre una especie de boicot en Cablevisión cada vez que es líder en alguna franja horaria?
-Sí, en realidad no lo sé en detalle. Pero en muchas oportunidades ha pasado que Crónica está liderando la franja y nos explotan los teléfonos diciendo que el canal no se ve en determinados lugares, o que hay interferencias. O que la señal se congela, estamos con delay o que no tenemos audio directamente. Esas cosas suelen suceder. Pero no es una batalla por la cual, yo pueda generar algún tipo de precisión porque desconozco los problemas técnicos. En algún momento, durante un tiempo, estuvimos en el gallinero de los canales de noticias en la grilla de Cablevisión. Para llegar a Crónica había que atravesar canales de noticias e incluso canales que no formaban parte de esa temática. Pero, a partir de todas las complicaciones que hemos tenido, Crónica ha mantenido un crecimiento sostenido. Crónica es el canal más popular del país y lo que queremos es que sea el más visto.
-¿Cómo será mantenerse al margen de la agenda hegemónica en un año electoral?
-No sé si es correrse de la agenda. Es un debate que mantuve puertas hacia adentro y también hacia afuera. Es cierto que Crónica está cada vez más lejos de lo que se habla. Pero está cada vez más cerca de lo que pasa. No quiero que en Aldo Bonzi se discuta Pfizer. Entonces, ¿qué es la agenda? ¿hacer una nota sobre un tuit de un candidato outsider o interpretar lo que pasa? Para mí lo que tenemos que hacer es resignificar el concepto de agenda porque si realmente la agenda la van a poner los laboratorios, eso no es agenda. Si la agenda la va a marcar la oposición, eso es interés, no es agenda. ¿Quién marca de lo que se habla? Nosotros en las notas que hacemos, en lugares donde nadie se mete, no se discute la grieta, no se discute ni siquiera el plan de vacunación o vacunas. Se discuten cosas mucho más básicas que están muy por abajo de la pandemia y tienen que ver con las deudas históricas de la democracia. Con la falta de todo porque a la gente le falta de todo. Y entonces, cuando se tiene un compromiso asumido de mostrar todo lo que está pasando, es muy difícil entrar en la grieta porque contaminaría la muestra de todo un dispositivo político e ideológico que nos anularía por completo. La gente la sigue pasando mal con Macri o con Alberto. Y nosotros seguimos en el mismo tono de notas. Lo que pasa es que llama la atención porque nadie lo hace.
-¿Cómo es el ida y vuelta con los televidentes? ¿qué devoluciones tienen de parte del público?
-La gente está muy agradecida. Lo que pasa es que en algunas notas, donde hay usurpaciones o justicia por mano propia, nosotros no queremos que se pierdan nociones básicas que tienen que ver con el principio de inocencia, con el estado de derecho y demás. Eso se confunde demasiado. Y lo que sucede cuando vamos a cubrir notas a distintos lugares, que suelen ser bastante picantes, siempre nos llaman por todo porque lo que termina siendo un tema puntual después se termina haciendo un volcán de pendientes, en donde explotan un montón de cosas y todo se reduce a la falta de Estado. Muchos medios hacen crítica de gestión, pero nosotros hacemos alusión a los agujeros del Estado, y por qué el Estado se retira de los lugares de los que se retira y por qué está lejos de los lugares en los que deben estar, a partir de eso me parece, que tenemos una relación con lo pendiente que va a ser eterna..
-¿Tuvieron críticas por parte de políticos o de periodistas de otras señales por las noticias que cubre?
-Me parece que cada uno muestra una parte de Argentina. Cada uno elige una Argentina distinta. La nuestra tiene que ver con lo que está pasando en la calle porque Crónica es el canal de la calle. Ahí nadie disputa eso con nosotros. Algunos prefieren el Círculo Rojo, otros la rosca política o el fuego amigo. Nosotros vamos por otro andarivel. Es el contrato que tenemos con la gente y lo queremos sostener.
-Es una forma de mantener viva la filosofía del Héctor Ricardo García.
-Sí, es una forma de contar que tiene que ver con el Gallego pero también tiene que ver con la vocación de todos los medios populares y que tiene que ver con el sentido común, de empezar a mirar de una forma más sensata, sin tantas ataduras ideológicas. Crónica es un canal que no apuesta al negocio del país dividido, no lo hacemos. No nos interesa qué vota la gente sino que nos interesa cómo vive y hacia adónde va. Y me parece que es el lugar que transitamos y dónde queremos estar.
-¿Qué te gustaría lograr con Crónica?
-Ser el canal más visto, ser un medio para ayudar, como lo estamos haciendo, no vaciando al Estado de su propia función sino ayudando. En algún punto, Crónica es un garante de ciertas cuestiones en el Conurbano y seguir llevando la política hacia los territorios para siempre exista un Estado de Bienestar que dé una mano.