20 Octubre de 2020 11:19
A principios de año, no sin antes dar una fuerte batalla puertas adentro del Palacio de Buckingham, Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron su renuncia a la Corona británica. Si bien la Reina les concedió un período de gracia de un año para "evaluar su decisión", todo indica que el elevado perfil político que los duques de Sussex mantienen desde que se instalaron en Estados Unidos culminará con un "adiós definitivo" a la Familia Real, al menos en lo que a protocolo y asistencia a actos oficiales respecta.
De acuerdo a lo consignado por la prensa británica, el príncipe Harry regresará en las próximas semanas al Reino Unido para mantener una audiencia privada con su abuela. ¿El motivo? Las recientes declaraciones políticas que realizaron los duques causaron un conflicto diplomático con Estados Unidos. El escándalo escaló al punto que el congresista Jason Smith solicitó al Gobierno británico que se los despojara de sus títulos reales, por "interferir" en las elecciones estadounidenses.
"Una de las reglas de oro de la monarquía británica es no emitir ningún tipo de opinión con respecto a las políticas que se llevan adelante en el Reino Unido y a nivel mundial", advierten desde el Palacio, al tiempo que aclaran: "Si bien Meghan y Harry 'renunciaron' a la plana mayor de la Familia Real, no fueron despojados de sus títulos. Eso les da muchos privilegios, pero también reglas que tienen que cumplir y que no están acatando. La preocupación de la Reina es esa".
Reacia a la idea inicial de la renuncia y con la esperanza de que su nieto regresara a la Corona, Elizabeth II se encuentra ahora presionada no sólo por el Parlamento británico, sino también por el príncipe William. "La relación entre los hermanos sigue siendo mala, nunca recuperaron el vínculo. William, como heredero al trono, es muy crítico y se encarga de alzar la voz cada vez que siente que Harry 'cruza los límites'. William entiende que será el futuro rey, su familia 'actúa en consecuencia' y le pidió a la Reina que estableciera reglas claras para con Harry, a quien a esta altura considera como una 'bomba de tiempo' incontrolable".Bombazo: la primera entrevista de Meghan Markle y la aclaración "en off" que hizo Harry
En tanto, de acuerdo a lo publicado por The Sun, la instrucción de la Reina a sus empleados fue clara: "Se le ha dicho a todo el personal de Windsor que se prepare para la posibilidad de un regreso de Harry. No se habló en ningún momento de Meghan".
Hasta el momento, el calendario oficial de la Familia Real prevé un reencuentro entre los hermanos el próximo primero de julio, día en el que Lady Di hubiera cumplido 60 años. La asistencia de Harry al acto en el que se inaugurará una estatua en el palacio de Kensington -residencia oficial de la difunta princesa- ya fue confirmada. "Será la primera vez que los hermanos se encuentren, después de mucho tiempo y mucha tensión. La Reina espera que puedan llegar reconciliados para poder transmitir una postal de familia unida, pero sus asesores lo ven dificultoso".
Los duques de Sussex saben que su decisión de desembarcar en el terreno político -en Estados Unidos se habla incluso de una eventual candidatura de Meghan a primera mandataria- podría costarles sus títulos nobiliarios. "Sería un golpe muy duro para Harry, pero sabían que era algo que podía suceder. No dieron ningún paso en falso. Midieron todas sus acciones, evaluaron los costos y siguieron para adelante", advierten desde el entorno de los Sussex.
La reunión entre Harry y la reina será clave para definir el futuro inmediato de la pareja y el rol que el príncipe podrá o no ocupar en los actos oficiales, así como también su posible reincorporación como oficial militar. Sin embargo, la preocupación de William no radica tanto en los títulos del matrimonio, sino en el "agujero legal" que se generó tras el nacimiento de Archie Harrison, quien a pedido de sus padres ni siquiera tiene el rol de alteza real.
"Si bien Meghan y Harry optaron por no darle a Archie un título oficial al nacer, técnicamente sigue siendo el Conde de Dumbarton", explicó el experto en derecho constitucionalista británico, Iain MacMarthanne. ¿Cuál es el problema? Cuando el príncipe Carlos ascienda al trono, Archie se convertirá automáticamente en príncipe. "Sólo el rey es quien puede determinar si se lo permitirá usar o no".
La carta que podría utilizar Carlos es la que, paradójicamente, el propio William le prometió a su mamá que usaría cuando le tocara "su turno". "Lo que más le dolió a Diana del divorcio fue que le quitaran el título de su alteza real. Era la madre del futuro rey de Inglaterra, pero tenía las mismas obligaciones que cualquier civil. Antes de morir, Diana habló con su hijo mayor y William le hizo una promesa: 'No te preocupes mami. Cuando sea rey, te voy a devolver el título'".
"Al igual que su bisabuelo, abuelo y madre antes que él, el príncipe de Gales (Carlos) cuando se convierta en rey, tendrá la posibilidad de enmendar, cambiar y determinar quiénes disfrutan del título de su alteza real, príncipe y princesa. Tiene que consultar al Primer Ministro y al Gabinete de turno", precisó MacMarthanne.