14 Septiembre de 2016 05:10
Sólo pasaron 3 días de su última exposición en vivo y el discurso ya no es el mismo. Parece que las cámaras y la constante aparición en los medios de comunicación marearon a Leonardo Squarzon, quien es noticia hace 10 días por engañar a Amalia Granata con Paula Snijur, una diseñadora misionera de 39 años (para conocerla, hacé click acá).
Las contradicciones en el discurso de Leonardo.
El domingo por la noche, Amalia y Leonardo fueron al programa de Susana Giménez. Para estar sentados en el living de la diva pidieron 20 mil pesos en vales (cada uno) y un Led de 58 pulgadas. Obvio que estos vouchers obligaron a la pareja a hablar, de todo.
Desde el sillón de Susana, la pareja contó todo lo sucedido. Muchos creyeron en el discurso monótono del empresario gastronómico pero, a pesar de que parecía inalterable, 2 días después algunos detalles de la historia que contó cambiaron rotundamente.
"Siempre estaré en deuda con Amalia", advierte el pseudo galán desde la tapa.
Squarzon y Granata protagonizaron la tapa de esta semana de Caras y, a diferencia del programa de Susana (la diva le tuvo que pedir que aparezca ante las cámaras), esta vez el pizzero se animó a declarar más cosas.
Las 4 contradicciones en sus dos discursos
La inexperiencia mediática le volvió a jugar una mala pasada al pizzero. Del living de Susana a la tapa de la revista Caras: las contradicciones en el discurso del novio de Granata.
Las cuatro caras de Squarzón en el programa de Susana.
En el ciclo de Giménez contó que luego de recibir los mensajes, Granata le pidió hablar. El pizzero aseguró que cuando llegó a la casa de la periodista le pidió bañarse antes de comenzar a dialogar sobre la infidelidad. En la revista, en cambio, afirmó que llegó tranquilo a lo de Amalia y que en ningún momento tuvo miedo de hablar con ella. Es más, confirma que "fue un placer hablar con ella porque tiene la cabeza muy firme y abierta".
En el programa de la diva manifestó, con ciertas dudas, que quiere continuar la relación: "nos vamos a cuidar juntos, creo". En cambio, en la revista se mostró más seguro y garantizó que "Hoy mi vida pasa por Amalia, Uma y Roque".
Luego de muchas idas y vueltas, el empresario gastronómica se sentó en el sillón de Susana y manifestó que Amalia "tiene una cabeza que es increíble. Es muy introvertida, como digo siempre, no es normal para mí esto". A pesar de que se mostró tranquilo con el perdón de la periodista, dos días después, en la revista, aseguró: " No me esperaba la respuesta y el perdón de ella porque pensaba que no tenía demasiadas chances".
En el programa de la diva, el pizzero le repetía constantemente a la periodista que la amaba, sin embargo, en la revista afirmó que si Amalia lo hubiese engañado, no la perdonaba: "No me esperaba la respuesta y el perdón de ella porque pensaba que no tenía demasiadas chances. Yo me pongo en su lugar y no hubiera perdonado".