Mientras enfrenta los rumores del posible cierre de su productora, Pol-Ka, a causa de la crisis que está atravesando la televisión producto del coronavirus y la ya conocida cuarentena obligatoria que decretó el gobierno nacional hace más de 100 días, Adrián Suar está decidido a no dar el brazo a torcer y elaboró un plan que le permitiría postergar la vida de su empresa y evitar así su cierre definitivo.
El descalabro comenzó en marzo, cuando PolKa no pagó un porcentaje de los salarios aludiendo a la crisis desatada por la pandemia de coronavirus. En abril los recortes continuaron, hubo tiras que fueron levantadas y protestas del sindicato de actores y de los trabajadores de TV que exigían una respuesta.
En aquel entonces, BigBang reconstruyó que el Grupo Clarín le había soltado la mano a Suar para el pago de los salarios. Cabe recordar que, por ejemplo, los trabajadores del diario Clarín también cobraron en dos cuotas los sueldos de mayo, por ejemplo, aunque otras unidades de negocios del gigante de medios pagaron en tiempo y forma, como los trabajadores de la señal de cable Todo Noticias.
En mayo, Suar mantuvo una reunión “productiva”, según allegados a la misma, con el jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero y el ministro de Salud de la nación, Ginés González García en Casa Rosada, para evaluar los pasos a seguir en la pantalla chica.
De hecho, la reunión tuvo un solo objetivo: resucitar la televisión, envuelta en una crisis económica basta, con reclamos de actores y sin ficciones nacionales.
Sin ir más lejos, Separadas -la tira protagonizada por Celeste Cid, Marcela Kloosterboer, Agustina Cherri, Mónica Antonópulos, Julieta Zylberberg y Gimena Accardi- fue cancelada por el COVID-19. Las grabaciones de la serie de El Trece habían sido suspendidas días antes de que se decretara la cuarentena, el 20 de marzo, pero siempre con la posibilidad de regresar a la actividad semanas después. Algo que, claro está, no sucedió.
Sus protagonistas, a su vez, advirtieron que por tener un contrato por seis meses para hacer una ficción, nadie les pagó la totalidad del contrato. El último viernes -según detalló el periodista Adrián Pallares- la mayoría de los actores suscribió un acuerdo en una escribanía por el cual cobrarán el 70% de sus contratos, por la tira que debió ser levantada por la pandemia. Situación inédita en la historia de la televisación.
En este contexto, Suar busca reactivar la industria, sobre todo su productora que ingresó en el programa de asistencia de pago a privados para solventar las deudas que mantenía con sus empleados.
Son solo dos las productoras que realizan ficciones en el país: una es la propia Pol-Ka, la cual pertenece al Grupo Clarín en un 55%, y Underground, que el año pasado se vendió a NBC Universal Telemundo.
Por primera vez en 25 años, Pol-ka tuvo que dejar de producir lo que afectó al salario de sus más de 400 trabajadores y acrecentó aún más su crisis financiera, hasta el punto tal que los rumores de cierre se convirtieron en una realidad que Suar intenta evitar.
La deuda, del 30% de los salarios de marzo con sus empleados, se terminó de pagar recién el último día hábil del mes de abril. Lo cierto es que no hay ficciones argentinas al aire y Polka -la principal productora de ficción- podría cerrar o achicar su estructura.
Esta última opción, fue bien vista por el gerente de programación de canal Trece como una solución para frenar la quiebra. Su intención es reconvertir a la productora en algo mucho más pequeño que la estructura actual, reduciendo en gran masa la cantidad de trabajadores. En pocas palabras, la reestructuración que planea a hacer Suar provocaría una masiva reducción en la cantidad de 400 trabajadores fijos.
Si bien no habrán más ficciones por ahora, Suar busca estabilizar la productora y ponerla nuevamente en funcionamiento para fin de año. Según Pallares, Suar respondería con sus bienes para pagar la indemnización de sus empleados: aseguran que el productor puso en venta su casa de Punta del Este para hacerse cargo de las deudas de la productora, para saldar todo lo que está pendiente de pago.
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Y el resto de los trabajadores pasarían a ser tercerizados, según lo que cada proyecto de ficción requiera en el futuro.
Algo similar, aunque no por la pandemia, realizó el empresario y director de cine Juan José Campanella en noviembre de 2019: despidió a varios empleados de su histórica productora “100 Bares”, mientras continuaba con la construcción del Teatro Politeama por el que obtuvo un préstamo de 1.5 millones de dólares del Banco Ciudad.