"Cómo olvidar cuando en una reunión, rozamos nuestra piel y el mundo se detuvo", con esa imagen Sandro buscó reflejar lo que le sucedía con María Martha Serra Lima, con quien vivió una historia de amor en los ochenta, de la cual ninguno de los dos se olvidó.
Serra Lima, quien murió hoy a los 72 años, se sorprendió muchísimo cuando Sandro escribió accedió a grabar un tema con ella, pese que él le escapaba a los duetos. Pero esto no fue sólo lo que hizo, también le escribió una canción: Cosas de la Vida.
María Martha nunca olvidó a Sandro.
Pero fue ella, quien no hace muchos años reconoció haber tenido un romance con Roberto Sánchez. Él, aunque no lo negó, en ese momento se enojo cuando ella lo hizo público y dijo "los hombres no tenemos memoria".
En su canción, Sandro relata un encuentro entre ambos, mucho tiempo después, cuando ella ya se encontraba casada por segunda vez, ambos se volvieron a ver en una reunión.
La historia dice que se fueron a cenar junto al mar, aunque ella se encargó de aclarar que fue junto al río. "Jamás encontraré la razón, pues algo sucedió y al final nos detuvimos... al amor nos negamos, fuimos cobardes y aquello se quedó... sin final", escribió Sandro.
Sandro describió un encuentro casual pero que reavivó la pasión.
María Martha declaró alguna vez, "Sandro fue un gran amor. Yo creí que se había olvidado. Después me di cuenta de que no se había olvidado nada. Escribió realmente la verdad. Tuvimos un reencuentro de casualidad. Es un halago que Sandro me hizo", declaró la cantante que fue amiga del ídolo de América hasta su muerte.
Hasta acá, el amor. Sin embargo, y más allá de los rumores sobre la relación, aseguran que el romance fue una suerte de "acuerdo" para promover la carrera de María Martha. Como sea, la buena onda entre ambos fue innegable.
El recuerdo de María Martha en la canción de Sandro:
Hola, ¿qué tal? ¿cómo estás?
me alegra verte bien y además,
por otros me enteré que por fin ya...
ya no estás sola.
Yo sigo igual, ya lo ves
con unos años más, es verdad...
con menos ilusión, es normal...
la vida es dura.
Eso es verdad, ya lo ves
la vida se nos va sin querer
más puedo recordar que una vez
soñamos juntos...
Cuando los dos el amor
quisimos intentar sin lograr
podernos abrazar ni una vez,
la vida duele...
Cómo olvidar cuando en una reunión
rozamos nuestra piel
y el mundo se detuvo,
la confusión nos invadió a los dos
tratando comprender
qué estaba sucediendo.
Me quedé sin aliento,
no podía besarte
y en silencio te amé.
Cómo olvidar que después
nos fuimos a cenar junto al mar
tratando controlar la ansiedad
de estar tan cerca.
Pero después, ¿qué pasó?
jamás encontraré la razón,
pues algo sucedió
y al final nos detuvimos...
al amor nos negamos,
fuimos cobardes
y aquello se quedó... sin final.
Y hoy el ayer, repite la reunión
no, no se puede creer:
son cosas de la vida.
Estás aquí, de nuevo frente a mí
tratando conversar
pero estamos temblando
tal vez imaginando un final diferente
si volviera a pasar...
Es tarde ya y me iré
termina la reunión, ya lo ves...
Yo te puedo llevar, ¿dónde vas?
No, no me molesta...
Quizá tal vez, ¿por qué no?
quisieras conversar, como ayer
podríamos cenar junto al mar
como lo hicimos...
y quizá continuemos aquella historia,
que una vez se quedó sin final.