El shock que invadió a Jackie Kennedy después del asesinato de su marido John el 22 de noviembre de 1963 fue tal que la primera dama norteamericana se negó a cambiarse de ropa a pesar de estar manchada con sangre.
Jackie y John Kennedy llegan a Dallas el día del asesinato.
Así, el traje de chaqueta y falda rosa, con sombrero haciendo juego, se volvió un ícono de ese día trágico que marcó para siempre a la historia norteamericana.
"Qué vean lo que han hecho", se dice que respondió la joven viuda cuando le preguntaron por qué aún llevaba el conjunto manchado de sangre horas después del hecho. Incluso asistió con él a la jura de Lyndon Johnson como presidente una vez de vuelta en Washington.
Pero, ¿qué pasó con su ropa luego de que efectivamente Jackie decidiera quitársela? Inmediatamente, una de sus mucamas decidió guardarla en una bolsa para evitar que la viuda volviera a verla, junto con las medias y los zapatos. Eventualmente, el traje fue enviado a Janet Auchincloss, madre de la ex primera dama, quien lo guardó en el ático de su casa.
El trato de Caroline
Tiempo después, el Archivo Nacional de Estados Unidos recibió el envío de una caja acompañada por una nota sin firma escrita en papel impreso con las iniciales de Auchincloss. "El traje y la cartera que Jackie usó el 22 de noviembre de 1963", expresaba la lacónica descripción.
Jackie no quiso quitarse el traje por horas y asistió con él a la jura del sucesor de Kennedy.
La sangre que mancha gran parte de la tela rosa jamás fue limpiada y el conjunto fue almacenado en un contenedor hermético dentro de una habitación sin ventanas que se mantiene a una temperatura constante de entre 18 y 20 grados con 40 por ciento de humedad para preservarlo.
Luego de la muerte de Jackie en el 2003, su hija Caroline donó el traje al dominio público con una condición: que pueda ser exhibido recién a partir del 2103 y sólo si la familia Kennedy lo autoriza.
Extrañamente, el conjunto no incluye al sombrero. Se teoriza que el Servicio Secreto norteamericano se lo entregó a la secretaria privada de la primera dama y, desde ese momento, su paradero es desconocido.
¿Auténtico o de imitación?
Durante años se debatió si el traje había sido confeccionado por la casa francesa Chanel o si era una copia realizada siguiendo el estilo de diseño de la marca.
Chaqueta auténtica de Chanel que sirvió como base del diseño utilizado por Jackie.
La duda fue despejada en el 2010 por Justine Picardie, quien escribió la biografía autorizada de Coco Chanel. Según ella, la chaqueta y la falda fueron hechos en Chez Ninon, un comercio neoyorquino que importaba ropa de exclusivas etiquetas europeas, bajo patrones autorizados, y con tela y botones aportados por la casa de moda.
La elección de Jackie tuvo que ver con que, a pesar de que el costo del traje fue el mismo que el de un Chanel realizado en Francia, la idea era dar un mensaje de apoyo a la industria nacional adquiriéndoselo a un fabricante norteamericano.