Es sabido que dentro del Palacio de Buckingham la normas se respetan y a raja tabla. Como allí dentro vive la reina de Inglaterra, quienes trabajan en el lugar siguen una serie de protocolos que son inquebrantables, los cuales también se aplican a la comida.
Lo que sucede es que la reina Isabel teme que alguien quiera hacerle daño, por lo que desde hace ya tiempo aplica un especial sistema respecto a la comida con el objetivo de evitar que alguien pueda envenenarla.
Este secreto se hizo público recientemente, con la emisión del documental Secretos de la cocina real. En el reportaje se revela que dentro de la monarquía le dan mucha importancia a la seguridad de la reina, y que esos protocolos llegan hasta en las cosas más pequeñas.
Por eso mismo, lo que tiene que hacer el chef personal de Isabel, es preparar la comida para todos los invitados por igual, aunque uno de esos platos son elegidos al azar para que la reina lo desguste.
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El corresponsal Emily Andrews fue el encargado de contar los secretos de la cocina más importante de Inglaterra, y en base a la estrategia para evitar ser envenenada, aclaró: "Si muere elle, mueren todos".
Otra de las costumbres culinarias de la casa real británica es que la soberana elabora siempre un menú personal, según sus gustos y con tres días de antelación, para así darle al chef del palacio el suficiente tiempo para conseguir los ingredientes. De hecho, una de sus comidas preferidas es el fish and chips, que consiste en un menú de pescado con papas fritas.
Con esto, lo que se evita es que alguien intente envenerla, ya que cualquiera de todos los platos preparados es el que podría tocarle a ella.
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Por otro lado, Lady Colin Campbell, autora de varias biografías sobre los miembros de la realeza, reveló que en su día a día, Isabel II elije su menú, el que prefiere comer en su sala privada mirando la televisión. "A ella le gusta estar ahí, es hogareño, confortable y cómodo", aseguró.
En el programa televisivo también se mostró como los invitados deben seguir ciertas normas mientras comparten mesa con la Reina, entre las que destaca terminar sus platos antes que la monarca. Esta es una antigua tradición que solía acarraer algunos problemas, ya que los invitados tenían que comer deprisa para terminar su comida.
El reglamento real británico incide también en que los comensales no pueden sentarse antes que Isabel II y tampoco pueden empezar a comer hasta que ella lo haga.