Hay que decirlo: más de una generación se crió y creció viendo Mi pobre angelito. Y es que, más allá del éxito de taquilla que la película protagonizada por Macaulay Culkin significó el año de su estreno allá por 1990, lo cierto es que las constantes repeticiones en los canales de aire hicieron que la saga no perdiera vigencia. Aprovechando el interés vintage por la mansión de Chicago en la que tiene lugar el primer filme, los propietarios decidieron sacarle jugo y hacer negocios estas fiestas.
¿Qué decidieron? Pusieron en alquiler la mansión de estilo Georgiano valuada en US$2.4 millones, que se encuentra en Winnetka, en las afueras de Illinois. Si bien es cierto que en la película sólo se puede ver la fachada real de la propiedad y sus jardines, lo cierto es que los productores recrearon centímetro a centímetro los interiores; por lo cual quien decida alquilarla sentirá que se encuentra en la residencia de los ficcionales McCallister.
Todo se realizó a través de la plataforma Airbnb y cuesta sólo US$25 la noche. La oferta es para cuatro personas, dado que la propiedad tiene dos dormitorios y 1.5 baños. Las reservas comenzaron a tomarse hace sólo dos días y, como era de esperarse, los fanáticos de la saga de Hollywood ya ocuparon todos los lugares disponibles. Lo recaudado será donado al Hospital Infantil La Rabida de Chicago.
El giro interesante que le dieron los nuevos dueños de la mansión es que lo anunciaron en nombre de "Buzz", el hermano mayor de Culkin en la película. Además, decoraron cada habitación como se la puede ver en la película y sumaron a la oferta para el paquete navideño cata de pizzas y otro tipo de guiños al filme.
"Los huéspedes disfrutarán de una acogedora escena navideña, con un árbol perfectamente recortado, trampas explosivas en abundancia, la mejor pizza de Chicago y un encuentro y saludo con una tarántula real. Después, siéntese y disfrute de una entrega de la nueva aventura navideña de la franquicia cinematográfica", se detalla en el posteo de Airbnb.
El posteo también suma otros guiños al filme: "Hace muchas navidades, los McCallister fueron a París. Bueno, la mayoría de nosotros. Ahora que somos más viejos y más sabios (incluso tengo mi propia empresa de seguridad), nunca somos demasiado viejos para los secuestros de vacaciones. Así que mientras estamos de vacaciones (todos nosotros esta vez), estoy invitando a un equipo de traviesos a dejar que sus hijos internos de ocho años corran libres en mi casa de la infancia".