El miércoles nueve de diciembre de 1992, la Corona británica anunció la "separación amistosa" de los por entonces príncipes de Gales. Habían pasado sólo cinco meses desde que Lady Di dio el batacazo final y colaboró en secreto con el periodista Andrew Morton para que publicara en su libro lo que realmente estaba sucediendo en su matrimonio y se hiciera público el affaire que el príncipe Carlos mantenía desde hacía décadas con su actual esposa, Camila.
Dos años antes del anuncio formal, pese a las intervenciones constantes de la Reina, se desencadenó lo que la prensa británica bautizó como "La guerra de los Gales" (War of the Wales). Mientras que el ahora Rey de Inglaterra intentaba limpiar su imagen pública -muy deteriorada por el libro de Morton- y buscaba instalar que la madre de sus hijos estaba "desequilibrada", Lady Di procuraba hacer todo lo posible para que el mundo se enterara no sólo de la infidelidad de su marido, sino también el calvario que aún vivía como miembro de la Familia Real.
El plan secreto con el que Lady Di buscaba "dinamitar" la Corona junto a William y Harry
Ambos contaban con periodistas y medios amigos que los ayudaban a dar sus batallas. Hay que decirlo: la madre de William y Harry no sólo era mucho más popular, sino que además su estrategia probó décadas después ser más efectiva que la de Carlos. Sin embargo, la princesa también sufrió los daños colaterales del enfrentamiento mediático con su marido y una prueba de eso fue la publicación de una llamada telefónica que mantuvo en 1990 con su por entonces amante, James Gilbey.
El 23 de agosto de 1992, The Sun llevó a su portada el "Squidgycate" y publicó la conversación completa. "Diana se enteró en ese momento de que su marido le había ordenado a sus asesores pincharle todas las líneas de teléfono", reconoció Paul Burrell, su por entonces mayordomo, al tiempo que sumó: "Estaba furiosa y se sentía humillada. Además, nadie hablaba de las infidelidades de Carlos. Su marido había logrado instalar que la adúltera era ella".
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La venganza llegó recién en enero de 1993, sólo tres meses después del anuncio de la separación. Fue la revista People la que publicó la transcripción completa de una llamada telefónica que Carlos y Camila mantuvieron en 1989; una suerte de bizarro sexting vintage de la época que involucraba al heredero al trono y a su amante. "Carlos y Camila: la grabación", fue el titular con el que la publicación resumió los seis minutos de conversación en la que el príncipe quedó aún más expuesto que Lady Di.
La desagradable conversación sexual entre Carlos y Camila: "Quisiera ser tu tampón"
Carlos: ¡Oh, pará! Quiero sentir mi camino a lo largo de vos, todo sobre vos; arriba y abajo, adentro y afuera Camila: ¡Oh! Carlos: Especialmente adentro y afuera Camila: ¡Oh, eso es justo lo que necesito en este momento! Carlos: ¿Lo es? Oh, Dios. Voy a vivir dentro de tus pantalones o algo así, sería mucho más fácil. Camila: (se ríe) ¿En qué te vas a convertir, en una bombacha? Oh, vas a volver como una bombacha. Carlos: Oh, Dios no lo quiera; quisiera ser tu Tampax (marca comercial de tampones). ¡Qué suerte la mía! Camila: ¡Sos un completo idiota! Qué idea tan maravillosaDespués del bizarro diálogo, los amantes continuaron la conversación; pero ya en plan "activación". Y es que, tras el "acalorado" diálogo, ambos sintieron la necesidad de encontrarse físicamente y decidieron hacerlo en Bowood."La reacción pública fue salvaje. Figuras del establishment, normalmente leales al futuro Rey, se horrorizaron. Algunos cuestionaron incluso la idoneidad del príncipe para reinar", recordó Ken Wharfe, policía encargado de la protección personal de la princesa Diana.
Pese a que la princesa estaba al tanto del affaire, desde su entorno advirtieron que se sintió espantada por el tono del diálogo. "Estaba realmente sorprendida y repetía todo el tiempo que le parecía simplemente enfermizo", sumó Wharfe.
El día que Carlos blanqueó a Camila como amante
El 27 de junio de 1994, tres días antes de que se cumpliera el primer aniversario de la publicación del libro Diana, su verdadera historia; el príncipe de Gales se convirtió en el primer miembro de la Familia Real en confesar una relación extramatrimonial. Esa tarde, mientras Diana se preparaba para asistir a un cocktail, su equipo de prensa la puso al tanto de una entrevista que saldría al aire en cuestión de minutos.
Se trataba de su marido quien, golpeado por las revelaciones íntimas del libro de Morton, estaba dispuesto a comenzar un operativo de prensa para reconstruir su imagen y, en caso de ser posible, dañar la popularidad de la madre de sus dos hijos. "Diana no sabía qué era lo que iba a decir Carlos, pero intuía que sería explosivo. Así que se sentó en el living de su departamento (del Palacio de Kensington) y encendió la televisión", precisó su por entonces mayordomo, Paul Burrell.
La princesa sintonizó la transmisión y escuchó con atención las palabras de su marido, quien le confesaba al mundo que le había sido infiel durante muchos años con Camila Parker Bowles. El affaire era un secreto a voces que se había terminado de confirmar en el libro de Morton. Acorralado por la opinión pública, todavía conmocionada por los intentos de suicidio revelados en el libro, el heredero al trono británico decidió dar su versión de la historia. "¿Intentó serle fiel a su mujer?", le preguntó el periodista Jonathan Dimbleby. "Sí", respondió Carlos sin dudarlo, aunque luego aclaró: "Hasta que (el matrimonio) se derrumbó por completo".
"¡No puedo creer que Carlos sea capaz de hacerme esto". Esa fue, según Burrell, la primera reacción de la princesa. "El príncipe de Gales había decidido contarle al mundo el adulterio con Camilla. Esa noche, Diana tenía que atender a una fiesta organizada en la Serpentine Gallery por su amigo Lord Palumbo", recordó el mayordomo quien, tras la muerte de la princesa, se convirtió en el enemigo de William y Harry por revelar historias íntimas de Diana y, según los príncipes, robar objetos personales de la difunta princesa.
Estaba en shock. "Me miró y me dijo: 'No puedo ir, no puedo enfrentar al mundo entero sabiendo que Carlos acaba de contar esto. Además, no tengo nada que ponerme", detalló el ex mayordomo real. En ese momento, Burrell le recordó que todavía estaba en su placar el diseño que le había comprado tres años atrás a Christina Stambolian, que hasta ahora no había usado porque era demasiado revelador, de acuerdo al protocolo dictado por la Corona. "Me acuerdo que le dije: 'Probátelo'. Ella no quería. Después, la ayudé con el cierre y la miré. Estaba increíble".
Esa noche, Lady Di bajó de su auto y sorprendió a todos los fotógrafos presentes por su nuevo look. El vestido fue bautizado como "el de la venganza" y es uno de sus atuendos más recordados. Así, pese a que más de 14 millones de personas vieron en vivo la entrevista de Dimbleby a Carlos, al día siguiente las portadas de todos los diarios repararon en el "despampanante vestido" de Diana. Muy chiquito y casi inadvertido, un pequeño recuadro advertía que el heredero al trono había dado una entrevista. "Fue una victoria rotunda para Diana", sostienen desde su entorno.
Lady Di, el príncipe Carlos y el calvario que vivieron juntos: del cuento de hadas al escandaloso divorcio
El 24 de febrero de 1981 anunciaron su compromiso. Se vieron sólo 13 veces antes de pasar por el altar. Lady Di y el príncipe Carlos se casaron el 29 de julio de 1981 en la Catedral de San Pablo de Londres. El 21 de junio de 1982 nació el primogénito, William. El 15 de septiembre de 1984 nació Harry.El 9 de diciembre de 1992, la Corona anunció la "separación amistosa" entre Diana y Carlos. El 30 de junio de 1993 sale al mercado la biografía Diana, su verdadera historia. Fue escrita por Morton, pero contó con la colaboración directa de la princesa. El 27 de junio de 1994 el príncipe Carlos confirma en una entrevista que le había sido infiel a su esposa con Camilla.
El 20 de noviembre de 1995, Diana redobla la apuesta: da una entrevista a la BBC en la que no sólo habla de la intimidad de su marido, sino que además cuestiona su futura capacidad para convertirse en rey. La Reina interviene y les ordena firmar los papeles. Finalmente, Diana y Carlos se divorciaron el 28 de agosto de 1996.