06 Noviembre de 2020 09:15
El jueves por la tarde, Leopoldo Luque entró a la habitación en la que Diego Maradona permanece internado después de ser operado por un hematoma subdural y se encontró con un cuadro complicado. Cansado y con ganas de irse a su casa, el "Diez" se había sacado sonda y pedía que le devolvieran la ropa: se quería ir. Un par de episodios en los que se lo vio desorientado alarmaron no sólo al cuerpo médico, sino también a sus hijos.
"Papá no está bien desde hace tiempo", repitieron Dalma y Gianinna, las únicas que desde hace tiempo hicieron pública su preocupación por la salud de su padre. Los reclamos por el cuidado a Diego fueron el disparador de un fuerte cruce que mantuvieron la hija mayor de Diego con Jana. Según reconstruyeron en el ciclo Intrusos, la hija menor le espetó la falta de presencia a la actriz, quien alegó que tenía una hija (Roma) y que no podía estar todo el tiempo pendiente de su padre.
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Del otro lado, Jana, quien mantiene un marcado perfil bajo desde que su padre la reconoció en 2014, le recriminó: "Entendemos lo de tu hija, tenés razón, pero podés tener más contacto, telefónico, en vez de putear tanto". A miles de kilómetros se encontraba Diego Maradona Jr, quien siguió el minuto a minuto de la internación gracias a los partes que le enviaban Gianinna y Jana. "Estamos en contacto con Gianinna. Con Dalma no hablé. Pero la idea es estar todos juntos y apoyar a papá en este momento. Nada más importa, sólo su salud", advirtió en diálogo con BigBang.
La intención del hijo mayor del "Diez" era viajar a la Argentina, para sumarse al "team Maradona" con el que sus hijos buscan ponerle un freno al "sí, Diego" del entorno que tanto cuestionan. Sin embargo, debió hisoparse para poder viajar y, al hacerlo, se enteró de que tanto él, como su mujer, eran positivos de Covid-19.
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El viaje de Diego Jr. no era sólo para acompañar a su padre. De acuerdo a lo que pudo saber BigBang, los hijos de Maradona decidieron dejar de lado sus históricas diferencias y planean convertirse en un frente unido para acompañar a su padre en la batalla que tiene que dar por el consumo de alcohol y psicofármacos.
"Diego no está bien desde hace un tiempo. En junio había repuntado un poco, todo gracias a Luque. Pero volvió a tener una recaída. Todos saben que este proceso es así. Pero la diferencia es que ahora con sus hijos unidos, va a ser más fácil ayudarlo a que pueda sostener el tratamiento", confiaron fuentes cercanas a la familia.
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Quien aceitó el acercamiento y tendió los puentes fue Gianinna. "Ella siempre fue la que mostró más predisposición. A diferencia de Dalma, siempre tuvo interés en mantener contacto con Dieguito Fernando, pese a su mala relación con Verónica Ojeda; que sigue siendo muy mala. Pero Gianinna pudo separar las aguas".
"No esperen que todos se quieran de un día para el otro, porque eso es algo que no se puede forzar. Lo importante acá es que todos sus hijos mayores, porque Dieguito Fernando todavía es muy chiquito, tomaron la decisión de dejar de lado sus diferencias y por primera vez tirar todos del mismo lado", reconocieron.¿Matías Morla en jaque? La guerra con el clan Maradona y la feroz pelea con Diego
En la tarde de ayer, Maradona recibió la visita de sus tres hijas. Primero lo hizo Jana, luego llegó Dalma y por último Gianinna, quien se retiró de la clínica cerca de las nueve de la noche con los ojos vidriosos. Ese mismo día, otro actor clave en el operativo "recuperemos a Diego" se hizo presente: el doctor Alfredo Cahe, médico personal del director técnico por más de tres décadas y quien lo acompañó en los momentos más duros de sus adicciones.
"Luque y Cahe se reunieron, más que nada para ver de qué manera se podía ayudar a Diego. No hablaron tanto de términos médicos, sino del 'Maradona paciente', algo que Cahe conoce muy bien y que Luque intenta llevar como puede".
Cahe será otro pilar en la recuperación de Maradona: supo y sabe llevarlo. "Veo a Diego con preocupación. Hay que evaluar todo lo que tiene, no sólo el hematoma, de esto sale, no tendrá secuelas. Se supone que se rehabilitará, pero va a tener que cambiar un poco su filosofía de vida", reconoció en una entrevista con Radio La Red.
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"Se debe insistir e insistir con Diego, estar a su lado constantemente y es importante buscar ayuda. Siempre pensé que con él es imposible una sola arma, tiene 60 años, no es fácil, y el hecho de salir de esta operación muy bien no significa el éxito de nada", sumó.
Cahe también apuntó al entorno de Maradona. "Diego siempre tuvo un entorno patológico y nunca tomó conciencia de el. Hay que tener en cuenta que Maradona viene batallando durante años con su entorno, no es sólo un tema de hoy". Lo que buscan hoy sus hijos es ser ellos quienes estén más presentes y lo ayuden a cumplir con el tratamiento, siendo los únicos que no temen la "furia" de Maradona.
"Todos en algún momento se pelearon con el padre, salvo Jana. Saben lo que es Diego enojado, porque como todo paciente enfermo, se enoja con el otro y no con el cuadro de situación. Se enoja con los que lo quieren ayudar y premia a los que lo dejan hacer lo que quiere. Esa será la batalla más fuerte para los hijos: ponerle un límite y acompañarlo".
Quienes quedaron "fuera" del grupo que acompañará a Diego fueron Rocío Oliva y Verónica Ojeda. Según trascendió, fue Jana quien le bajó el pulgar a la ex novia del "Diez", a quien acusó de no haberlo cuidado con el alcohol y de aceptar que tomara más de 40 cervezas por día. En el caso de Ojeda, el reclamo es similar, pero se presento un problema: es, después de todo, la madre del hijo menor de Maradona."Me parece que se tienen que reunir todos los hijos, la familia. Obviamente que voy a estar presente, porque mi hijo es menor de edad y tengo derecho a estar en todas las reuniones. Simplemente vengo acá (a la clínica) a ayudar, a sumar para bien. Y nada más", aseguró Ojeda.
