El presente de Silvina Luna debería ser distinto. En vez de estar en la terapia intensiva del Hospital Italiano de Buenos Aires, debería estar trabajando a sus 43 años en plenitud y recibiendo el amor de sus seres queridos. Pero no. Su cuerpo pasó por las manos de Aníbal Lotocki, un cirujano plástico que está procesado por haber inyectado metacrilato, una sustancia prohibida y dañina, en al menos cuatro pacientes, además de la ex Gran Hermano.
Silvina tenía 30 años en 2011, cuando se sometió a una intervención quirúrgica encabezada por Lotocki. Luego de eso comenzó la pesadilla que derivó en que esté internada en el nosocomio porteño desde el 13 de junio. En el medio, en 2015, le sacaron la sustancia, pero el daño ya estaba hecho. Con su cuerpo débil por todo lo que sufrió, a través de un golpe que parecía inofensivo, mientras estaba en un paseo en barco con amigos, contrajo una bacteria que es la que complicó su cuadro y le impide avanzar en el trasplante de riñón.
En este marco, se filtraron chats entre el médico y su paciente. Son de julio de 2012 y allí, Luna le manifestaba los dolores y las incomodidades que venía sintiendo en su cuerpo a Lotocki. "Hola Aníbal, te cuento que ya estoy en Ibiza, re engripada y con fiebre. No sé si la fiebre viene de la inflamación en la cola", comienza el intercambio de mensajes.
Donde me rellenaste tenía un hematoma, me duele que casi no puedo sentarme"
"Donde me rellenaste tenía un hematoma, me duele que casi no puedo sentarme. No sé si fue el avión o el calor de acá, pero empeoró y me duele mucho. ¿Hay posibilidad de que se infecte algo? ¿Qué puedo hacer? Espero tu respuesta", escribió la modelo el 25 de julio de 2012. Cinco días después, Silvina continuó expresando lo que le pasaba al cirujano. "Los pinchazos siguen. Tengo algo duro alrededor del muslo, ¿se pudo haber encapsulado?", le preguntó.
La aberrante postura de Lotocki: culpó a Silvina Luna, dijo que le hicieron una "jugadita" y defendió el uso del "metacrilato"
"Lo que sentís es parte de la cicatrización. Necesitás masajes o drenajes en la zona. Tenés que empezar a hacer gimnasia", contestó Lotocki, sin prestar atención al inicio del cuadro que declaraba su paciente. Cabe recordar que el cirujano fue procesado por el homicidio del empresario Rodolfo Cristián Zárate, ocurrido en una clínica de Caballito -que no estaba en condiciones- el 16 de abril de 2021. El hombre ingresó para que le reduzcan el tejido graso, y terminó descompensado y fallecido allí mismo.
Mientras Silvina pelea por su vida, Lotocki el último miércoles volvió a pasearse por los estudios de televisión, ya que fue invitado por Telenoche a que cuente su punto de vista de lo que había ocurrido. "Puntualmente lo de Silvina Luna tiene muchísimos años de hablarse en la televisión, en todos los medios, de repetirse y repetirse, pero ya en 2016 el Cuerpo Médico Forense determinó que el procedimiento que yo le realicé a Silvina Luna no tiene nexo causal con su enfermedad renal", se defendió Lotocki.
Cómo era el estado de Silvina Luna antes de ser internada: dolores, sueño constante y la fractura de sus dedos
"He dejado de venir a televisión porque no puedo explicar nada, esto de que el producto está aprobado y que no tiene nexo causal lo he dicho en muchos programas, por eso opté por ir a la Justicia. La gente que cree en mí, no mira televisión o no se guía por lo que dicen en la televisión", expresó el médico, quien asegura que sí estaba aprobado el metacrilato cuando lo utilizó."Lamento muchísimo la enfermedad renal que tiene Silvina Luna, me parece terrible. me imagino que alguien se va a operar porque quiere verse mejor, y que termine con un problema de por vida, yo me siento muy mal. Nosotros no queremos dañar a nadie como profesionales. Si alguien me hubiera dicho que este producto que estaba aprobado iba a causar un problema renal en una sola persona, no lo hubiera usado. No lo uso más hace mucho tiempo", confesó Lotocki.
La Justicia deberá hacer su análisis de los hechos y de la situación. Mientras tanto Silvina Luna lucha por su vida y recibe el amor de miles de oraciones y fuerzas que le envían propios y extraños.