Faltan pocos meses para que la lucha de Sandra Junior, quien reclama la paternidad del cantante Roberto Sánchez, cumpla una década. Después de sortear incontables frenos judiciales, la mujer de 45 años se sometió ayer en secreto a un segundo estudio de ADN, luego de la exhumación de los restos del “Gitano”.
Según pudo saber BigBang, la primera fecha establecida por la Justicia para el análisis genético era para fines de noviembre, pero los abogados de Junior lograron que se realizara el mismo día del desentierro. El estudio tuvo lugar justo después de que la mujer y la viuda del gantante, Olga Garaventa, reconocieran el cuerpo. De esta manera, los resultados estarían en dos a cuatro meses, según estimaron fuentes judiciales.
“No me gusta llegar a esta instancia, pero no me queda otra alternativa. Es la única forma que tengo para demostrar que es mi padre
Sandra, con pizza y una Coca muy particular.
Los estudios deberían estar disponibles dentro de los próximos quince días, por lo que Junior decidió abandonar la ciudad e irse de vacaciones junto a su hija para resguardarse. Según su entorno, la morocha quedó “destrozada” después de ver los restos de su padre y enojada por la actitud de la viuda, quien ni siquiera la miró a los ojos durante todo el proceso.
El lugar donde descansa el Gitano, entre flores y placas.
La noticia impactó. La decisión de desenterrar el cuerpo del cantante fue tomada por el juez que sigue el juicio de filiación iniciado en 2008 por Junior y se efectuó ayer por la mañana en el cementerio Gloria Memorial de Longchamps, lugar en el que descansan los restos del cantante desde su muerte en enero de 2010.
“Verlo muerto va a ser una de las peores cosas que me van a pasar en la vida. Sé que va a ser tremendo
Sandro se casó con Olga Garaventa en 2007, llevaban dos años de relación antes de pasar por el altar.
“No me gusta llegar a esta instancia, pero no me queda otra alternativa. Es la única forma que tengo para demostrar que es mi padre”, reconocía meses atrás a BigBang, cuando la exhumación era casi un hecho, y anticipaba: “Verlo muerto va a ser una de las peores cosas que me van a pasar en la vida. Sé que va a ser tremendo”.
La puja por los bienes
El resultado del estudio no sólo le pondrá punto final a las dudas con respecto a la posible paternidad del cantante, sino que además definirán qué sucederá con el patrimonio de Sandro.
Imágenes exclusivas. Vista aérea de la casona de Banfield en la actualidad. Le podría quedar a Sandra.
“A diferencia de Olga, a mí no me interesa lo económico. De hecho, me ofrecí a renunciar a la herencia con el único objetivo de que me dejaran de poner trabas judiciales
Marta Junior, la madre de Sandra, le dijo en su lecho de muerte que había tenido un affaire con el “Gitano”.
“A diferencia de Olga, a mí no me interesa lo económico. De hecho, me ofrecí a renunciar a la herencia con el único objetivo de que me dejaran de poner trabas judiciales. Lo único que quiero es cerrar mi historia, encontrar mi identidad y, si no soy su hija, irme a mi casa con lo que vine”, confió tiempo atrás a BigBang.
“Hay objetos que se perdieron para siempre. Hasta donde me contaron, Olga ya vendió vehículos, propiedades, un piano y varios objetos caros de la casa. Si soy hija de Sandro, ella se llevará lo que le corresponda
La fortuna del cantante, hasta ahora sólo en manos de su viuda, es invaluable. A la casona de Banfield se le suman las regalías musicales, derechos de imagen, autos y diversos inmuebles adquiridos en vida por Sandro. Se habla de una cifra millonaria y en dólares.
La mujer de 45 años inició en 2008 el juicio por filiación. Los resultados del ADN estarán en quince días.
“Hay objetos que se perdieron para siempre. Hasta donde me contaron, Olga ya vendió vehículos, propiedades, un piano y varios objetos caros de la casa. Si soy hija de Sandro, ella se llevará lo que le corresponda”, denunció Junior.
El primer análisis de ADN
Sandra comenzó la búsqueda de su identidad en el año 2006, después de la muerte de su mamá, Marta, y cuando el “Gitano” todavía estaba vivo. “Ella me pidió que esperara a que ya no estuviera entre nosotros y me advirtió que mi papá no me iba a creer”, relató Borda.
Olga lo acompañó como “su mujer” durante los últimos tres años de vida de Sandro. Fue incondicional.
Meses después de la revelación, la mujer se puso en contacto con el cantante y logró que accediera a un primer análisis genético extrajudicial. Así, tres años antes de morir, Sandro y su presunta hija se sometieron el 13 de abril de 2007 al estudio en el laboratorio Central Lab. Pero ella jamás recibió los resultados.
“Tengo mucha ansiedad y, al mismo tiempo, mucha tranquilidad porque a mí no me cabe la menor duda de que soy su hija. Siempre dije que lo único que quiero es mi identidad
“Olga fue a retirar los estudios y nunca me los dio. Ella dijo a la prensa que dieron negativos, pero no los muestra”, denunció Sandra, y disparó: “Por algo no lo podrá hacer. Esa actitud no hace más que despertar mis sospechas”.
El entorno del cantante se dividió: algunos dicen que sabía que había sido padre y otros lo desmienten.
Según Garaventa, Sandro le dejó antes de morir muestras de ADN para cotejar con eventuales hijos que “pudieran aparecerle por la fama”. Entonces, ¿por qué no se utilizaron para evitar la exhumación? “El juez no la tomó en cuenta porque no se sabe de dónde salió. No hay forma de corroborar que la muestra no fue contaminada”, explicó Borda.
Impugnación de apellido y juicio por filiación
Sin los resultados del análisis, Sandra decidió continuar con su reclamo por vía legal e inició en 2008 el juicio por filiación. Luego de comprobar que Carlos Borda, el hombre que la inscribió como propia, no era su padre, Junior siguió el litigio y obtuvo este año el pedido de exhumación del cantante.
El parecido físico entre Sandra y el cantante llamó la atención hasta de la histórica secretaria del “Gitano”.
“Tengo mucha ansiedad y, al mismo tiempo, mucha tranquilidad porque a mí no me cabe la menor duda de que soy su hija. Siempre dije que lo único que quiero es mi identidad. Los bienes son secundarios, porque perdí cosas que el dinero no me va a poder devolver: poder abrazar en vida a mi padre”, se lamentó.