El rating es escaso en estos tiempos y las autoridades de El Trece lo saben. Pero debido a los -preocupantes- números que viene cosechando la señal, sobre todo desde la llegada de Mamushka, el ciclo producido por Mandarina y conducido por Mariana Fabbiani, desde la señal comenzaron a acelerar el regreso de Marcelo Tinelli a la pantalla chica.
En ese sentido, desde LaFlia -la productora del hombre de Bolivar- no ven con malos ojos arrancar a la brevedad dado que la empresa ya comienza a sentir la crisis económica generada por la pandemia y la posterior cuarentena obligatoria.
Esto es debido a que, sobre todo, su principal exponente, ShowMatch, que le genera grandes ingresos, todavía no pudo arrancar.
Si bien el famoso Bailando por un sueño ya tiene todos los preparativos listos para su regreso a la pantalla de canal Trece en cuanto se flexibilicen las medidas de aislamiento adoptadas por el Gobierno, desde el Ministerio de Salud todavía no le autorizaron los protocolos sanitarios, que ya fueron formulados, para que pueda arrancar el popular certamen de baile.
Por esta razón, Marcelo Hugo sacó el as que tenía bajo su manga: mientras que la cuarentena en la Ciudad de Buenos Aires no se flexibilice, el Bailando 2020 no arrancará.
Por esta razón, desde LaFlia ya comenzaron a diagramar lo que será el regreso de los especiales de humor con los tradicionales sketches y humoristas de la época de VideoMatch.
De esta manera, la producción a cargo de Federico Hoppe y Chato Prada comenzó armar lo que será la vuelta de ShowMatch con “mucho humor” para la primera quincena de julio.
En principio sería dos veces por semana y los tradicionales sketches -según comentó Marcelo Polino- se grabarían en una provincia donde la cuarentena ya esté más flexibilizada.
Según señalaron desde LaFlia, “es muy complicado hacer dos horas diarias de humor. No hay guionista que aguante”. De esta manera, la producción comenzó a reunirse con los cómicos que estarán a cargo de divertís a grandes y chicos. Y entre ellos, se encuentran viejos conocidos como Pachu Peña, Pablo Granados, José María Listorti y Freddy Villarreal.
También estarán presentes Martín Campilongo, Diego Pérez y Fátima Flores, con quien la producción se reunió en las últimas horas para integrarla al elenco de humoristas.
“Serán sketch grabados en exteriores como en los viejos tiempos de VideoMatch y otros que se llevarán a cabo en el piso donde usualmente se hace el Bailando”, agregaron desde LaFlia.
Pero para aquellos fanáticos de la danza, cuando el Gobierno decida flexibilizar la cuarentena o autorice los protocolos sanitarios que ya presentó LaFlia, el Bailando regresará.
Lo cierto es que Tinelli no pretende dar “pasos en falso” y busca evitar ser “el foco de las críticas” en medio de la crisis, social económica y sanitaria, que se vive a causa del coronavirus.
De regresar, el Bailando lo hará cuando el Gobierno autorice los protocolos sanitarios correspondientes. Por ejemplo, cada participante tendrá su propio micrófono y solo estarán en el estudio los días del programa junto al reducido equipo de cámaras y producción, el BAR, el jurado y los participantes tomando las distancias preventivas necesarias.
No habrá tribuna, ni familiares de los mismos apoyándolos. Tampoco estarán los característicos invitados al ciclo. Según le explicó una fuente cercana a LaFlia, durante el baile la pareja que participará del show no podrá acercarse ni hacer trucos de dos para respetar el protocolo de aislamiento.
De esta manera, cada participante, si bien se trata de un equipo de tres (dos bailarines y un coach), deberán lucirse por separado. El conductor, a su vez, va a interactuar con cada participante a distancia, los cuales además recibieron cursos y tutoriales para maquillarse ellos mismos y así evitar el contacto humano.
De hecho, a cada participante se le entregará un kit completo de maquillaje y las maquilladoras de la productora los irán guiando por videollamada al que así lo necesite. Por último, el vestuario ya está contemplado, elaborado y listo para el comienzo del programa cuando las autoridades así lo permitan.
Sin ir más lejos, el conductor busca evitar convertirse en el centro de las críticas como lo fue el Bailando por un sueño de Chile, donde se confirmaron casos positivos por COVID-19 que se detectaron dentro del staff del ciclo de baile que había comenzado hace unas semanas atrás en el país trasandino y que actualmente es el centro de todos los cuestionamientos.