A los 46 años reapareció en los medios Malena Candelmo. La joven travesti, cuya identidad actual es Práxedes Candelmo Correa (su único nombre legal, que figura en su DNI tras la aprobación de la Ley de Identidad de Género) fue abusada en 1987 a sus 13 años -cuando aún se llamaba Sebastián y conservaba su identidad como varón- por Héctor "Bambino" Veira.
En aquella época, el ex futbolista y DT fue condenado a seis años de prisión, pero sólo estuvo ocho meses detenido por el delito de intento de violación. Rebautizada como Práxedes Candelmo Correa, logró superar sus adicciones, la discriminación y las situaciones al límite que vivió cuando cayó en la prostitución y se recibió de enfermera: trabaja desde hace cinco años en el área de cuidados críticos del Argerich.
Tras años de alejamiento de los medios, Candelmo dialogó con la revista Gente y reveló cómo hace para sanar después del calvario que le tocó vivir luego de 1987. “Curo mis propias heridas mientras ayudo a otros a que también cierren las suyas y se levanten”, dijo.
En esa línea, agradeció la posibilidad de haber podido “contar” su historia, algo que, aseguró, ayudó con el proceso de sanación. Si bien resurgió con el nombre de Malena, aseguró que en el hospital utiliza el nombre de Práxedes, aunque aclaró que la llaman “Praxis”.
En ese sentido, señaló que prefiere no recordar las cosas que más le duelen de su infancia, que de todos modos señaló como “lo más hermoso de su vida”. “Igual, creo que mi valor está en el presente. Lo del 'quetejedi' (por Veira) es un tema del pasado y no me puedo quedar en el pasado- Eso fue culturalmente impactante en los '80”, al igual que su aparición televisiva”, sostuvo.
Sin embargo, Praxis aclaró que prefiere “quedarse con recuerdos de luz”. “En todos lados fui discriminada”, aseguró. Según contó, “hay gente que le choca” verla en el hospital, razón por la cual decidió ponerse un nombre más “ambiguo” como Práxedes. En esa línea, aclaró que logró avanzar porque “hay una parte en la que el caos se adapta al caos”.
Al final, detalló que no quiere ser más aquella persona abusada y cerró: “Creo que el gay se adapta a todo. Ha sido duro, pero la contención de mis amigos me hizo - y me hace- salir adelante. No me hago la víctima, pero hay mucha gente de mi edad que sufrió mucho. Hay algunos que se pueden reinventar riéndose de todo lo que pasó, y otros, como yo, que preferimos curar a la gente”.
Candelmo tuvo una irrupción mediática a principios de los años 2000, donde, según sus propias palabras, frivolizó su problema. Tiempo atrás contaba que hablaba de su abuso y se “reía” por orden de los productores de los programas a los que iba. En ese sentido, sostuvo que debía consumir mucho alcohol para poder hablar del abuso sexual que sufrió a los 13 años.
“Mi secundario fue muy difícil, un horror. Vivir en San Cristóbal fue terrible. A los 18 tuve un intento de suicidio, tengo las marcas, todo. Terminé el secundario a los 20 porque me había atrasado un montón. No fue la mejor adolescencia. Antes ser homosexual era un pecado y ser travesti era el infierno”, había contado años atrás en una entrevista por La Once Diez.