En el que será su primer celebración en muchas décadas sin el príncipe Philip acompañándola, la reina Elizabeth II de Inglaterra cumple hoy 95 años.
El fallecido Duque de Edimburgo estuvo casado con la monarca durante 73 años, convirtiéndose en el consorte real que más tiempo ocupó ese puesto en toda la historia británica.
Por hoy el festejo será privado: por costumbre protocolar, las celebraciones públicas por el aniversario del nacimiento de Elizabeth se realizan siempre en el mes de junio.
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Esta tradición fue iniciada en el siglo XVIII por el rey George II, quien decidió que el Desfile del Estandarte -el evento oficial que celebraba los cumpleaños reales- se realizara por razones climáticas en junio (mes primaveral) antes que en noviembre, el mes otoñal en el que efectivamente cumplía años.
Todos los reyes que le siguieron continuaron la costumbre, y la reina Elizabeth decidió inicialmente fijar la celebración del Desfile del Estandarte para el segundo martes de junio, el mismo día que había elegido su padre. Eventualmente, lo cambió para el segundo sábado del mismo mes.
A pesar de pasar su cumpleaños en casa, la monarca sí lanzó este miércoles un comunicado, marcando la primera vez que ha hablado en público desde la muerte de su esposo.
"En la ocasión de mi aniversario número 95 he recibido muchos buenos deseos, que aprecio enormemente", escribió Elizabeth. "Como familia, estamos atravesando un período de enorme tristeza, por lo que ha sido un consuelo ver y escuchar los homenajes hechos a mi marido".
"Tanto yo como mi familia queremos agradecerles por todo el apoyo y la bondad que nos han mostrado en días recientes. Estamos profundamente emocionados y nos han podido recordar el extraordinario impacto que Philip tuvo en incontables personas a lo largo de su vida", agregó.
De acuerdo al diario The Telegraph, Elizabeth planea pasar el día con "familiares cercanos" en el castillo de Windsor, compartiendo un almuerzo.
Por segundo año consecutivo, además, las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus llevaron a la monarca a pedir que se suspenda la tradicional salva de cañonazos en Hyde Park y la Torre de Londres con la que se la saluda oficialmente en su cumpleaños.